Hace un año, comandos del grupo terrorista Hamás llegaron a Israel y perpetraron un ataque que dejó más de 1.159 víctimas. Mientras unos atacaban Nova, otros se dirigieron a los kibutz, lugares cuya esencia es la vida comunitaria. No obstante, varias familias fueron destrozadas, como la de Ofelia Roitman, de 76 años, y su esposo Héctor, una pareja argentina que emigró de su país hace 37 años.
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Cada paso por los kibutz recuerda la destrucción, el silencio y el horror de la tragedia. A pesar de los daños y las heridas, Ofelia recuerda el momento en que fue secuestrada. “El 7 fue sábado. Nuestra habitación era el refugio. Cerré la puerta y empecé a escuchar muchos disparos en el aire. En ese instante, me llamó Pablo y me dijo ‘mamá, no salgas del refugio porque parece que hay terroristas afuera’”, recordó.
Aunque han pasado los meses, en el lugar de los hechos aún se pueden ver las marcas de sangre del maltrato que sufrió la mujer. “Siento que rompen la ventana de mi casa por el comedor y entran, y me dije ‘Ofelia, es para vos’. Tiraron ocho disparos en la puerta y yo me corrí para que no me alcanzaran. Y en eso hubo un impulso de parte de ellos y apenas se abrió la puerta, uno con una ametralladora me dio en el brazo y así me arrastraron hasta la puerta de entrada”, reveló a Los Informantes.
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La subieron a un camión y la llevaron a Gaza, donde recuerda haber visto una multitud de gente celebrando la masacre. Le operaron el brazo y luego la llevaron por las calles en una silla de ruedas hasta el lugar donde sería retenida durante 53 días. Sus captores eran una pareja común y corriente con tres hijos pequeños, que no tenían claro lo que estaba ocurriendo.
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“El primer rezo era aproximadamente a las 4 de la mañana, y así empecé a saber la cantidad de horas al medio día y la noche. Yo tenía mucha hambre y les dije ‘si había algo de comer’ y me contestaron ‘No, Israel no manda verduras, no manda frutas. Israel es una porquería’. Viví con horror, con miedo y viví con la idea en la cabeza de que me iban a matar”, aseguró.
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Rehenes liberados
Ofelia tuvo la suerte de ser una de los 131 rehenes liberados como parte de un acuerdo de intercambio de prisioneros durante la tregua de una semana que tuvo lugar en noviembre de 2023.
“Estaban todos los médicos y las enfermeras, nos dieron la bienvenida y dijeron ‘cada uno tiene su puerta’. Cuando la abrí vi a toda mi familia, pensé que no los iba a ver más. Estaban mis tres hijos y Héctor, luego entraron mis nueve nietos”, agregó Ofelia en medio de lágrimas.
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Actualmente, está pareja de esposos vive en una residencia para adultos mayores, en donde piensa pasar el resto de sus días.
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Las víctimas han recibido apoyo del gobierno israelí para obtener toda la ayuda psicológica que necesitan, ya que las cicatrices de la guerra y el dolor de perder a sus seres queridos aún están lejos de sanar por completo.
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