
Como todos los domingos, en este capítulo de Los Informantes, tres grandes historias: la vida detrás de las carcajadas de José Ordóñez, marcada por el abuso y el abandono; el clamor de los padres de Ivonne Latorre, convencidos de que la muerte de su hija no fue un accidente; y Canticuentos, la increíble historia del disco infantil más vendido en Colombia.
'Ordoñese de la risa'
En los años noventa, millones de colombianos se reunían frente al televisor para reír con Ordoñese de la Risa, el programa en el que José Ordóñez desplegaba un repertorio inagotable de chistes. El humorista oriundo de Bucaramanga alcanzó diez récords mundiales contando miles de chistes sin descanso y llegó a llenar estadios, coliseos y teatros con sus presentaciones. Sin embargo, detrás de esas carcajadas se escondía un hombre marcado por una infancia atravesada por el abuso, el maltrato y el abandono.
José Ordóñez convirtió la risa en su mejor medicina, el dolor en aprendizaje y las lágrimas en esperanza. Un creyente con una historia de vida dura, pero llena de humor.
Misterio en Egipto
Ivonne Daniela Latorre viajó a El Cairo, Egipto, para asistir a un festival de música electrónica de renombre internacional, con las pirámides como telón de fondo. Horas después de salir, envió mensajes a sus amigos pidiendo ayuda y poco después apareció en un hospital, donde lamentablemente falleció. Los Informantes habló con sus padres y reconstruyó sus últimas horas de vida, ambos se niegan a aceptar la versión oficial de que su hija murió por un accidente.
“A mi hija le quitaron la vida, ya sea directamente que alguien la empujó o alguien le hizo daño, o porque ella se vio acorralada y decidió quitarse la vida. Y si mandó mensajes de alerta es porque quería vivir. Ella no se lanzó por angustia o por drogas”, expresó Tito Latorre, padre de Ivonne, quien está convencido de que la cadena de sucesos que culminó con la muerte de su hija fue un homicidio.
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Había una vez un Canticuentos
Es una gran sorpresa descubrir que uno de los discos más vendidos en la historia de Colombia, cuyas canciones infantiles han marcado a casi cuatro generaciones, fue compuesto por Marlore Anwandter, una mujer de 91 años que nació lejos de aquí y creó todo desde la imaginación. La magia detrás de Canticuentos, el sueño de Gustavo Gordillo de volver a grabarlo y la alegría de escuchar otra vez a ‘La bruja loca’ y, por qué no, al ‘Pájaro carpintero’.
Su vida en Colombia pasó volando y allí compuso más de 30 canciones. Creó melodías para una serpiente de tierra caliente que come plátanos con agua ardiente y para una iguana que tomaba café. Con sus composiciones en la maleta, regresó a Missouri y, desde la cocina de su casa, grabó las canciones que había compuesto en Colombia. Envió la cinta a un contacto en Medellín, como quien lanza un mensaje en una botella al mar, y sin darse cuenta, su disco se convirtió en un éxito.
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