El jefe del YSK, Sadi Güven, afirmó que el sí superaba al no por 1,25 millones de votos, y que solo quedaban 600.000 papeletas para escrutar.
El infatigable Recep Tayyip Erdogan, adulado por la mitad de Turquía y odiado por la otra, ganó por poco este domingo el referéndum constitucional para asentar de una vez por todas su poder, nueve meses después de un fallido golpe de Estado.
El "Reis" ("Jefe"), como lo apodan sus partidarios, había lanzado todas sus fuerzas en la batalla de la campaña por el sí, enardeciendo a las masas en decenas de mítines celebrados en todo el país.
Pero la ajustada victoria del domingo, que la oposición pone en entredicho, refleja hasta que punto el país está profundamente dividido después de 15 años de Erdogan en el poder.
Esta reforma constitucional, validada por una mayoría de turcos, concede al presidente unos poderes de los que no ha gozado ningún dirigente turco desde el fundador de la República, Mustafa Kemal Ataturk.
Para sus partidarios, la reforma es necesaria para garantizar la estabilidad en la cúpula del Estado, pero sus detractores denuncian un texto redactado a medida para el actual presidente, acusado de ser cada vez más autoritario.
A sus 63 años, Erdogan ha vivido uno de los años más turbulentos de su larga carrera política, con un golpe de Estado fallido, una degradación de las relaciones con Europa y una ola de atentados en Turquía.
Durante la campaña, el presidente ha vuelto a mostrar las cualidades de gran orador que han contribuido a su éxito político, con discursos salpicados de poesía nacionalista y pasajes del Corán.
"Erdogan es un imán, en el sentido de que es capaz de galvanizar a las masas, de hacerlas llorar, de asustarlas", subraya Samim Akgonul, profesor en la universidad de Estrasburgo.
¿Hasta 2029?
El presidente sigue siendo para sus partidarios el hombre del milagro económico y de las reformas que liberaron a la mayoría religiosa y conservadora del país de la dominación de las élites laicas.
Pero, desde las grandes manifestaciones antigubernamentales de la primavera de 2013, duramente reprimidas, también se ha convertido en la figura más criticada de Turquía, acusado a menudo de imponer su visión autoritaria e islamista.
En el marco del estado de emergencia decretado tras el fallido golpe de Estado, las autoridades han multiplicado las detenciones de opositores prokurdos y de periodistas críticos acusados de "terrorismo".
Algunos analistas consideran, sin embargo, que Erdogan, con fama de pragmático a pesar de su carácter vehemente, podría suavizar el tono de sus mensajes a Europa y hacer un gesto de apertura hacia los kurdos tras el referéndum.
La reforma constitucional sometida a referéndum el domingo permitirá que Erdogan siga en el poder hasta al menos 2029.
Updated: abril 16, 2017 05:16 p. m.