
Durante cuatro noches de observación, un equipo internacional de astrónomos utilizó el Buscador de Planetas Keck (KPF) pararegistrar las vibraciones de una estrella cercana que antes no había mostrado signos de actividad detectable. La investigación se centró en HD 219134, una estrella de tipo K ubicada a 21 años luz de la Tierra. A través de más de 2000 mediciones,los científicos lograron identificar sus oscilaciones internas, un fenómeno que hasta ahora solo se había observado en estrellas más calientes mediante telescopios espaciales.
El análisis de estas oscilaciones permitió estimar con precisión parámetros físicos fundamentales de HD 219134, como su masa, radio y edad. La estrella resultó tener más de 10.000 millones de años, superando por un amplio margen la edad del Sol. Estos datos ofrecen un nuevo punto de referencia para el estudio del envejecimiento estelar y permiten ajustar modelos utilizados para calcular la edad de otras estrellas mediante su velocidad de rotación.
Últimas Noticias
Además del hallazgo sobre la edad, los investigadores identificaron una discrepancia entre el tamaño estimado de la estrella con métodos tradicionales y los resultados obtenidos por astrosismología. El estudio también permitió refinar los datos sobre los planetas que orbitanHD 219134, dos de los cuales presentan características similares a la Tierra.

Publicidad
El sonido de una estrella revela su estructura interna
HD 219134 había permanecido fuera del alcance de la astrosismología tradicional. Las técnicas empleadas por telescopios como Kepler o TESS, basadas en variaciones de brillo, no eran efectivas para este tipo de estrella más fría. Sin embargo, el espectrógrafo KPF, instalado en el Observatorio WM Keck en Maunakea, permitió detectar oscilaciones estelares sutiles mediante la medición precisa del movimiento radial de la superficie de la estrella.
“Las vibraciones de una estrella son como su singular canción”, explicó Yaguang Li, autor principal e investigador de la Universidad de Hawái en Mānoa. “Al escuchar esas oscilaciones, podemos determinar con precisión la masa, el tamaño y la edad de una estrella”.
Publicidad
La frecuencia de las vibraciones permitió convertirlas en sonido audible acelerando las señales registradas unas 250.000 veces. Este enfoque sonoro no solo captó la atención del equipo científico, sino que también ofreció información clave sobre la edad y el tamaño de HD 219134. La investigación concluyó que esta estrella pertenece a las más antiguas conocidas en la secuencia principal (siga este enlace para escucharla).
Implicaciones para la cronología estelar
El hallazgo aporta evidencia que modifica las proyecciones actuales sobre la evolución de estrellas frías. Una técnica llamada girocronología estima la edad de una estrella según su velocidad de rotación, bajo el supuesto de que las estrellas desaceleran de forma constante a lo largo del tiempo. Sin embargo, los resultados obtenidos para HD 219134 muestran una desaceleración que parece detenerse después de miles de millones de años, lo que obliga a reconsiderar la validez de este método en ciertas etapas del ciclo estelar.

Gracias a la precisión de los datos proporcionados por KPF, HD 219134 se convierte en una referencia para modelos de evolución estelar, especialmente en fases avanzadas. La información también sirve para calibrar los relojes estelares utilizados para datar otros sistemas. “Esto es como encontrar un diapasón perdido hace mucho tiempo para los relojes estelares”, indicó Li. “Nos proporciona un punto de referencia para calibrar la desaceleración de la rotación de las estrellas a lo largo de miles de millones de años”.
Tamaño estelar y planetas en tránsito
Un segundo hallazgo importante del estudio fue la diferencia entre el tamaño estimado de la estrella mediante interferometría y la medición realizada por oscilaciones. La discrepancia del 4% en el radio de la estrella plantea preguntas sobre los efectos atmosféricos, los campos magnéticos o las limitaciones de los modelos actuales. Se trata de un fenómeno no explicado que requerirá investigaciones adicionales.
La estrella HD 219134 cuenta con al menos cinco planetas confirmados. Dos de ellos transitan frente a ella desde el punto de vista terrestre. La mejora en la estimación del tamaño estelar también mejora la precisión de los parámetros planetarios, como el tamaño y la densidad. Los nuevos datos indican que estos planetas tienen características similares a las de la Tierra, con superficies sólidas y composición rocosa.
Características del Buscador de Planetas Keck
El KPF es un espectrómetro óptico de alta resolución capaz de detectar variaciones de velocidad radial inferiores a 30 centímetros por segundo. Esta precisión permite identificar planetas pequeños y estudiar las propiedades orbitales de sistemas planetarios. También facilita la caracterización de exoplanetas detectados por misiones como Kepler, TESS y PLATO. “Cuando encontremos vida en otro planeta, querremos saber su antigüedad”, afirmó el Dr. Daniel Huber, coautor del estudio. “Escuchar los sonidos de su estrella nos dará la respuesta”.
KPF fue desarrollado con apoyo de diversas instituciones científicas y fundaciones privadas, entre ellas la Fundación Nacional de Ciencias, la Fundación Heising-Simons, la Fundación WM Keck, el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), Caltech, la Universidad de California y la Universidad de Hawái. Está instalado en uno de los telescopios de 10 metros del Observatorio WM Keck, ubicado en la cima del Maunakea.
El potencial para detectar vida
El estudio de estrellas como HD 219134, que alojan planetas potencialmente habitables, es una prioridad para futuras misiones espaciales. La caracterización precisa de su estructura interna y su edad es esencial para entender las condiciones que podrían influir en la formación y evolución de vida en sus planetas.
Publicidad
Futuras iniciativas como el Observatorio de Mundos Habitables de la NASA tendrán como objetivo evaluar la atmósfera de planetas similares a la Tierra y buscar señales biológicas. Según los investigadores, conocer la edad de la estrella anfitriona será clave para contextualizar cualquier hallazgo relacionado con vida extraterrestre.
La información obtenida fue con base al observatorio WM Keck, uno de los centros astronómicos más activos del planeta. Sus telescopios de 10 metros ubicados en Maunakea permiten observaciones de alta precisión. El Buscador de Planetas Keck es uno de sus instrumentos más recientes y fue diseñado para estudiar exoplanetas mediante la técnica Doppler, detectando movimientos mínimos en las estrellas que indican la presencia de cuerpos orbitando.

Publicidad
El KPF puede captar velocidades inferiores a 30 centímetros por segundo, una capacidad clave para encontrar planetas similares a la Tierra. También colabora con misiones espaciales como TESS, Kepler y PLATO, ayudando a caracterizar planetas en tránsito. Su desarrollo fue posible gracias a financiamiento de la Fundación Nacional de Ciencias, la Fundación WM Keck, la Fundación Heising-Simons, Caltech, la Universidad de California, la Universidad de Hawái, entre otras instituciones.
DANNA SOFÍA SUÁREZ G
PERIODISTA DE NOTICIAS CARACOL
DSSUAREZ@CARACOLTV.COM.CO