Unos trescientos alumnos de una escuela secundaria del municipio italiano de Caraglio fueron castigados por compartir en grupos y redes sociales fotografías de compañeros y profesores tomadas a escondidas y modificadas para denigrarles.
La dirección del Instituto Riberi de Caraglio decidió suspender las clases a pocos días del fin del curso en los primeros años de la secundaria (de 11 a 14 años) y dedicará el horario lectivo a fomentar la reflexión entre los niños y niñas sobre lo ocurrido.
Todo empezó después de que llegaran a publicarse en redes sociales como Instagram o Tik Tok imágenes de compañeros y profesores tomadas a escondidas tanto en las clases presenciales como online durante la pandemia, modificadas con insinuaciones sexuales y denigrantes.
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La directora del centro, Raffaella Curetti, explicó en una carta a las familias que algunos jóvenes "han admitido su responsabilidad, aunque la mayoría la han negado" y que "muchísimos han admitido haber visto las imágenes", según el diario turinés La Stampa.
La responsable lamentó "la falta de respeto manifestada por los chicos hacia sus compañeros y profesores" y sobre todo que "nadie pensase en parar esta cadena, informando del tema a padres o profesores".
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Curetti explicó en la carta que "algunas de las imágenes difundidas de manera muy amplia son altamente ofensivas y los padres de los alumnos afectados y los profesores" deberán valorar la adopción de más medidas.
La directora recordó que la edad mínima para inscribirse en una red social en Italia sin consentimiento de los padres son 14 años, lo que hace a estos padres "plenamente responsables", e informó de que los profesores del centro coinciden en la necesidad de "dar una señal clara" ante lo sucedido.