Ruíz Ospina, que en noviembre de 2011 decapitó a su hija de un año de nacida en Gerona (España) fue condenado a 19 años de cárcel por un juez ibérico, que descartó los argumentos de alteración psíquica presentados por la defensa.
El hombre, de 38 años, fue declarado culpable por un jurado popular el pasado 22 de noviembre, con los agravantes de alevosía y parentesco, así como el atenuante de confesión.
El jurado rechazó la supuesta alteración mental argumentada por el homicida ante médicos forenses y psiquiatras del Centro Penitenciario, diciendo que no se apreció "en el acusado patología psíquica alguna".
Igualmente, se descartó el brote psicótico alegado por la defensa de Ruiz, puesto que "se mostró coherente en el momento de responder a las preguntas que le formulaba la operadora de la línea de emergencias cuando efectuó la llamada tras la comisión de los hechos".
El juez del caso hizo énfasis en la "coherencia del discurso" que mostró el condenado en la conversación que mantuvo con un especialista del sistema de emergencias médicas. Para el magistrado, dicho comportamiento resulta "incompatible con el estado mental" al que alude la defensa.
La sentencia se refirió además a "la autocrítica mostrada por el acusado tras los hechos". Los forenses y psiquiatras explicaron que un psicótico nunca presenta dicha actitud, mientras que Ruíz Ospina lloraba, "hecho inequívoco de que gozaba de juicio crítico".
Respecto a las voces del diablo que aseguró oír desde dos meses antes, el veredicto rechazó que sufriera un brote psicótico o cualquier otro tipo de trastorno mental.
Además de cumplir 19 años en prisión, tal como pedía el fiscal, el sentenciado deberá indemnizar a su mujer y a su otra hija.
Updated: diciembre 16, 2013 10:59 a. m.