Familia de asesinado voltea ataúd tres veces boca abajo para que culpables “sean castigados”

En Bolivia, la familia de un joven asesinado realizó un curioso y escalofriante ritual que, según creencias, permitirá que la víctima castigue a quienes le causaron la muerte. Según allegados de Noé Mamani, quienes lo mataron fueron dos primos, uno de 16 y otro de 19 años.Un perrito llamado Orión conmovió tras acercarse a un ataúd para despedir a su dueño“Él sabe bien -el alma bendita-, él mismo va a estar aclarando todas las cosas, cómo ha ocurrido, cómo ha sido”, indicó una tía de Noé, la cual asegura que su sobrino fue asesinado con sevicia.Los allegados de Noé han afirmado que fue víctima de una brutal golpiza cuando departía en medio de bebidas alcohólicas con otras personas. Su padre, Pascual Mamani, dice que quedó “desfigurado” y su hermana afirma que lo vio “irreconocible”.Aunque pide justicia, aseveró que no tiene recursos para un abogado.Según prensa de Bolivia, los presuntos asesinos son dos hermanos.¿Por qué las personas les ponen agua a los muertos?En diversas culturas se cree que el agua sirve como nutrición espiritual para el alma del difunto en su viaje fuera de la vida terrenal. Este gesto simbólico expresa la preocupación y el cuidado continuo hacia el ser querido fallecido, procurando que encuentre sustento mientras atraviesa los misterios del más allá.En regiones con climas cálidos la colocación de agua cerca de los muertos puede tener una dimensión compasiva. Este acto simboliza un deseo de alivio y frescura para el alma en su viaje.Incluso, hay personas que colocan agua junto a las tumbas o altares conmemorativos como una forma tangible de expresar amor y respeto hacia los muertos. Este ritual actúa como un recordatorio constante de la presencia espiritual de los difuntos, manteniendo su memoria viva en el corazón.

Familia de asesinado voltea ataúd tres veces boca abajo para que culpables “sean castigados”

Según una tía del joven asesinado, el alma “va a estar aclarando todas las cosas, cómo ha ocurrido, cómo ha sido”. Los principales sospechosos del crimen son unos primos de la víctima, de 16 y 19 años.

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