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Gobierno cubano no reconoce aún el estallido social, pero afloja el brazo

Se permitirá libre importación de alimentos, medicamentos y productos de aseo. Presidente Miguel Díaz-Canel también cambió el tono frente a los manifestantes.

Estallido social en Cuba

Los cubanosamanecieron con nuevas facilidades, luego de que el Gobierno autorizara a que los viajeros que lleguen a la isla traigan medicamentos, alimentos y productos de aseo sin pagar impuestos.

Esa era una medida que hacía rato tenían que haberla puesto”, dice la cubana Caridad Maceda.

“Esa medida está bien, el que pueda hacerlo, eso depende de las aerolíneas, pero es una medida aceptable en el momento que estamos viviendo, que el Estado hay cosas que no puede satisfacer por el bloqueo económico que vive el país hace 60 años. Yo lo veo bien”, agrega Aylen Ramos.

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Una concesión temporal que entrará en vigor el lunes y que pretende aliviar la carestía de estos insumos en la isla, que atraviesa por la que catalogan la peor crisis económica en 30 años.

Y dentro de los estímulos encaminados a apaciguar los ánimos en la isla se cuentan mejorías en la generación de electricidad, para evitar cortes de luz.

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Situación que quiere reducir al máximo con la participación de empresas extranjeras que ejecuten proyectos de energías renovables en Cuba, actores para los que anunciaron este jueves una exención de impuestos durante 8 años.

Entre tanto, el Gobierno sigue sin reconocer el estallido social que inició el domingo y que se extendió por 40 ciudades del país. Pero el presidente Miguel Díaz-Canel pareció cambiar de tono frente a los manifestantes la noche del miércoles.

"También, a lo mejor, habrá que pedir alguna disculpa con alguien que en medio de la confusión que se arma en sucesos como estos haya sido confundido, haya sido maltratado", indicó el presidente.

Fue una intervención que se dio el mismo día en el que el alcalde de Miami, Francis Suárez, de origen cubano-americano, sugirió en una cadena de televisión que Estados Unidos que se debería explorar la intervención militar.

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En esa ciudad sigue el apoyo a las marchas antigobierno, cuyos ecos se extienden a más naciones como Argentina.

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Decenas de expatriados se congregaron en la noche del miércoles frente a la embajada de Cuba exigiendo cambios y libertad.

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