Un tribunal en Irán condenó a pena de muerte a un guardia de banco que mató a tiros a un importante clérigo en abril de 2023, en medio de una oleada de sentencias a la horca y ejecuciones que se han dado durante este año
El sentenciado, de 50 años y cuyo nombre no se ha informado, fue condenado a la horca por el “asesinato intencionado” del ayatolá Abbas Ali Soleimani, antiguo representante del líder Supremo, indicó la agencia Mizan, del Poder Judicial.
Las autoridades judiciales afirmaron que la pena capital se llevará a cabo “una vez que hayan finalizado todas las formalidades legales”.
El guardia de banco disparó contra Soleimani en una entidad financiera en la norteña ciudad de Babolsar, en la provincia de Mazandaran.
Las imágenes del CCTV publicadas por los medios en ese momento mostraban al guardia de banco, vestido con una chaqueta azul y blanca, disparando al clérigo por la espalda mientras estaba sentado en una silla en el banco.
Medios estatales informaron más tarde que el hombre sostuvo que había confundido al clérigo con el hermano de otro empleado de la entidad financiera con quien mantenía una disputa y por eso le disparó.
El religioso, de 76 años y antiguo representante del líder Supremo en la provincia de Sistán Baluchistán, murió en un hospital a consecuencia de los disparos del guardia de banco.
Soleimani era miembro de la importante Asamblea de Expertos, formada por 88 clérigos, que tiene la prerrogativa de nombrar al líder supremo, supervisar su actuación y, en teoría, destituirlo en caso de considerar que es incapaz de llevar a cabo sus funciones. También había sido el imán que dirigía las oraciones de los viernes en las ciudades de Kashan, en la provincia de Isfahan, y Zahedan, en la provincia suroriental de Sistán-Baluchistán.
Según la ley islámica, la sentencia puede anularse si la familia de la víctima acepta perdonar al guardia de banco.
Irán es el principal país del mundo en la aplicación de la pena de muerte, con 576 ejecuciones llevadas a cabo en 2022, un sustancial aumento desde las 314 del año anterior, según AI. En lo que va de 2023, el país persa ha ejecutado a más de 200 personas, la mayoría de ellas por delitos relacionados con el tráfico y la posesión de drogas.
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, estimó que cada semana se ejecuta a una decena de personas en el país.
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