Un tribunal libio condenó al hijo de Moamar Gadafi a morir a manos de un pelotón de fusilamiento tras condenarlo por asesinato e incitación al genocidio durante la Primavera Árabe de 2011 en el país.
La corte de Trípoli que condenó a Seif al-Islam, que actualmente está detenido por una milicia que se niega a entregarlo al gobierno central, impuso la pena capital a otras ocho personas, incluyendo el antiguo jefe del espionaje libio Abdulá al-Senusi, custodiado por el gobierno.
Se desconoce si las sentencias del multitudinario juicio a 38 personalidades de la era Gadafi, de las que solo 29 estuvieron presentes, llegarán a ejecutarse. Otras seis personas recibieron una pena de cadena perpetua y cuatro fueron absueltas.
El grupo Human Rights Watch, con sede en Estados Unidos, dijo que el juicio estuvo "socavado por serias violaciones de proceso" y pidió una revisión independiente al Tribunal Supremo.
"Este juicio ha estado lleno de acusaciones persistentes y creíbles sobre brechas en el proceso de un juicio justo que merecen una revisión independiente e imparcial", dijo Joe Stork, subdirector de la ONG para Oriente Medio y Norte de África. "Las víctimas de los serios crímenes cometidos durante el levantamiento de 2011 merecen justicia, pero esta solo puede ofrecerse a través de procedimientos justos y transparentes".
Libia se ha sumido en el caos desde el derrocamiento y linchamiento de Gadafi, que gobernó el país durante cuatro décadas. Ahora sufre agrias divisiones entre el este, donde se han visto arrinconados el parlamento y el gobierno electos, con poco poder sobre el territorio, y el oeste, con un gobierno respaldado por milicias islamistas que ha tomado Trípoli.
Desde el final de la guerra civil de 2011, Seif al-Islam está retenido por una milicia en Zintan, que está aliada con el gobierno en Tobruk reconocido a nivel internacional, y enfrentada con el de Trípoli. La corte que lo ha condenado simpatiza con el ejecutivo rebelde. Seif al-Islam también es buscado por la Corte Penal Internacional en La Haya, donde se le acusa de crímenes contra la humanidad.
Durante el juicio, Seif al-Islam fue acusado de reclutar mercenarios a los que se les dio nacionalidad libia, planear y ejecutar ataques sobre objetivos civiles desde el aire, formar grupos armados y disparar a masas de manifestantes. Entre los cargos por los que fue condenado estaban incitación al asesinato y a la violación.
En Libia, cientos de milicias combaten por el poder y el territorio en un escenario sin leyes que ha propiciado la aparición de traficantes de personas y secuestradores.
El enviado de Naciones Unidas para Libia, por su parte, ha instado al gobierno islamista de Trípoli a firmar un acuerdo de paz que establezca la formación de un gobierno de unidad. Miembros del ejecutivo de Tobruk y líderes regionales firmaron un acuerdo de unidad el pasado 11 de julio en Marruecos.
Entre los condenados a muerte el martes estaban el jefe de inteligencia extranjera, Abu-Zeid Omar-Dawarda, y el ex primer ministro de Gadafi, Baghdadi al-Mahmudi.
Updated: julio 28, 2015 09:57 a. m.