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El noruego Larson Bemsten fue el protagonista de un hecho vergonzoso que jamás olvidará. Por intentar recuperar el celular de un amigo, quedó atrapado en un inodoro.
Quienes lo acompañaban, se vieron obligado a llamar a los bomberos de Oslo porque nunca pudo destrabarse por su cuenta.
“Primero intentamos conseguir el teléfono con un palo, pero no funcionó", contó Larson en programa de televisión local.
Como si no fuera poco, el hecho de quedar atascado en el retrete le produjo náuseas y vómito. Afortunadamente para él, el rescate fue sencillo ya que los bomberos cortaron con una motosierra parte del inodoro, que era de plástico.
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