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Madre se quitó la vida y envió sus cenizas a su hija por correo

Una mujer de 58 años acudió a organización internacional para tener una muerte asistida sin avisarle a su familia. Hija denuncia que no fue consultada.

Mujer que envió sus cenizas a su hija por correo
Maureen, de 58 años, decidió acabar con su vida en una clínica en Suiza -
Foto: Facebook

La familia de una mujer de 58 años está desconsolada e indignada al enterarse que acudió a una muerte asistida en una 'clínica de suicidio' en Suiza sin que nadie se enterara. Tan solo conocieron los detalles del proceso cuando les escribieron por WhatsApp para avisarles que la mujer ya había fallecido.

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La mujer le había dicho a su familia que saldría de viaje con una amiga, pero realmente viajó a la clínica Pegasos, en Suiza, donde se sometió a una muerte asistida. Su hija reclama que la clínica no la contactó en ningún momento para consultar sobre este procedimiento y alertó que su mamá había sido diagnosticada con problemas de salud mental.

Mujer se quitó la vida en clínica en Suiza

A Megan Royal, hija de Maureen Slough, la vida le cambió en cuestión de segundos el 8 de julio, cuando recibió un mensaje de WhatsApp que decía que su madre había muerto. Ella creía que su progenitora, de 58 años, se encontraba de viaje por Lituania con una amiga, según le comentó al medio Irish Independent.

La realidad es que Maureen Slough no se encontraba en un viaje de placer, sino que había decidido terminar con su vida y pagó 13.000 libras esterlinas (más de 70 millones de pesos colombianos) por tener una muerte asistida en la clínica suiza sin que su familia fuera informada.

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Horas después de haber salido de viaje, Megan recibió un mensaje de la clínica Pegasos por WhatsApp, informándole que, tal como su madre lo había pedido, "murió escuchando música gospel cantada por Elvis Presley". Además, le indicaron que las cenizas serían enviadas por correo a su casa.

Mick Lynch, pareja de la mujer de 58 años, mencionó al medio citado que "estuve hablando con ella esa mañana y estaba llena de vida. Dijo que después de desayunar iba a salir a tomar el sol. Quizás se dirigía a ese lugar. Seguía pensando que volvía a casa".

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El shock para la familia fue peor al verificar que la mujer había girado el dinero a la Asociación Suiza Pegasos para facilitar su muerte. Les sorprendió especialmente que la clínica aceptara la solicitud de Maureen sin verificar antes con su familia.

¿Qué responde la clínica?

Esta no es la primera vez que la clínica Pegasos en Suiza enfrenta una polémica por realizar muertes asistidas a personas sin informar a sus familias. En 2023 y en 2025 se conocieron casos de personas que, sin tener una enfermedad terminal diagnosticada y sin el conocimiento de su familia, acudieron a sus servicios. Desde el primer caso, la empresa comunicó que antes de llevar a cabo la muerte asistida siempre consultaría a la familia.

En el caso de Maureen Slough, la clínica manifestó que recibió una carta firmada por Megan, la hija, en la que manifestaba estar al tanto del deseo de su madre de morir y aceptaba su decisión. Agregaron que recibieron una verificación de la carta por parte de Megan, a través de un correo que la misma Maureen les indicó.

Megan, por su parte, manifestó no haber firmado ninguna carta ni tener conocimiento del deseo de su madre. Además, detalló que la clínica tampoco tuvo en cuenta el historial médico de su mamá, quien un año atrás había intentado quitarse la vida, luego de enterarse la muerte de sus dos hermanas.

"No deberían haberle permitido tomar esa decisión por sí sola. Este grupo no se puso en contacto conmigo, a pesar de que mi madre me había designado como pariente más cercano", indicó la hija de Maureen al medio internacional.

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A pesar de esto, el grupo Pegasos refirió que llevó a cabo una evaluación exhaustiva de la salud mental de Maureen y que le realizaron una evaluación psiquiátrica independiente en la que determinaron que "estaba en su sano juicio". Aparentemente, la mujer de 58 años manifestó a la clínica que tenía un dolor crónico que era insoportable.

Semanas después de lo ocurrido, los familiares y amigos de Maureen recibieron por correo no solo las cenizas de la mujer, sino también unas cartas de despedida, escritas a mano por ella.

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MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL

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