Julio Cellini, abogado y analista venezolano, director de la Agencia Consultora LOG P&S, en diálogo con Noticias Caracol en vivo , habló sobre la compleja situación en Venezuela. En su análisis, destacó la creciente desaprobación de gobiernos regionales como Colombia y Brasil hacia el régimen de Nicolás Maduro, la opacidad en los resultados electorales y la severa represión social que está desgastando a la ciudadanía.
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El cambio en la diplomacia regional: Colombia y Brasil se distancian
Cellini abordó los recientes movimientos diplomáticos de países como Colombia y Brasil, que anteriormente habían sido aliados cercanos del chavismo. Según él, estos gobiernos ahora desempeñan un papel clave al presionar por la transparencia electoral en Venezuela. “Lo que estamos viendo es una posibilidad que se está abriendo. Unas opciones que están lanzando algunos países que están tratando de ejercer algún tipo de intermediación, como es el caso de Colombia y Brasil”, afirmó Cellini. Esta intervención, explicó, es particularmente significativa dado el historial de cercanía política de estos gobiernos con el régimen de Maduro, lo que refleja un cambio en el panorama político regional.
Cellini destacó que, por primera vez, “la comunidad internacional, en términos generales, ha venido teniendo un consenso en torno a la solicitud [...] de que se esclarezca el resultado electoral que se produjo el día 28 de julio”. En este sentido, la postura de Colombia y Brasil marca una diferencia respecto a presiones anteriores que provenían de "los enemigos históricos del chavismo", como Estados Unidos y la derecha latinoamericana. Ahora, incluso sus antiguos aliados exigen claridad: “Sus propios amigos le dicen, señor, usted tiene que contar los votos”.
La propuesta de repetir elecciones: ¿una salida inviable?
Otro punto crucial del análisis de Cellini fue la discusión sobre las propuestas de repetir las elecciones o establecer un gobierno compartido en Venezuela. Aunque estas ideas han sido impulsadas por líderes como Lula y Petro, el analista advirtió sobre su viabilidad. Sin embargo, reconoció que estas alternativas parecen "inviables", al menos en el contexto actual.
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Cellini subrayó que la insistencia en repetir las elecciones o compartir el poder podría ser prematura, pero destacó que lo más relevante es el reconocimiento general de que “el tema de la elección del 28 de julio y la forma en la que Maduro ha querido llevar adelante este proceso, pues no es creíble, ni siquiera para sus propios amigos”. La verdadera urgencia, según Cellini, es que haya una negociación entre el gobierno y la oposición, dado que "las cosas no pueden quedarse como están".
Maduro atrincherado: el costo de la resistencia
Sobre el endurecimiento de las medidas de Maduro Cellini afirmó que en su opinión, el presidente venezolano está adoptando una postura de resistencia extrema frente a la presión internacional, pero esto es insostenible. El 10 de enero, fecha en la que debería producirse la toma de juramento del nuevo presidente electo, se avecina como un momento crítico. Cellini indicó que “Maduro debería ser el primer interesado en dar certidumbre” respecto a su victoria, ya que la legitimidad del próximo sexenio dependerá del reconocimiento internacional. “Yo creo que el Gobierno no tiene ningún interés en seguir siendo una especie de paria en la región”, añadió, advirtiendo que el aislamiento político y económico solo dificultaría más las condiciones de vida en Venezuela y las operaciones del propio gobierno.
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La resistencia social y el desgaste: el desafío de las movilizaciones
Finalmente, Cellini se refirió a la resistencia social en Venezuela, que ha sido una constante a pesar de la represión. Las recientes movilizaciones convocadas por la oposición, lideradas por María Corina Machado y Edmundo González, reflejan el descontento popular. Sin embargo, Cellini reconoció que la sociedad venezolana está “desgastada” debido a la “enorme represión” y los “mecanismos de intimidación y persecución” aplicados por el gobierno.
“A pesar de ello, yo creo que se puede producir una manifestación importante no solo en Venezuela, sino en otras partes del mundo”, señaló e insistió en que el gobierno debe respetar el derecho legítimo de los venezolanos a manifestarse pacíficamente, conforme a la Constitución. “La exigencia de un derecho no puede ser nunca considerada un delito, no puede ser criminalizada”, afirmó, subrayando que dudar de un resultado electoral y exigir su esclarecimiento está amparado por la ley.
El analista concluyó con una advertencia: la violencia solo beneficia al gobierno, que controla “la fuerza bruta y los órganos de seguridad del Estado”, por lo que llamó a la población a seguir participando pacíficamente. “En el terreno de la violencia, el Gobierno siempre gana”, sentenció Cellini, destacando la importancia de la resistencia pacífica en el actual contexto venezolano.