Más de dos millones de musulmanes se reunieron para orar en el Monte Arafat

Cerca de dos millones y medio de fieles musulmanes de todo el mundo cumplieron hoy con el rito más importante de la peregrinación a la ciudad santa de La Meca, en el monte Arafat, donde el profeta Mahoma pronunció su último discurso hace catorce siglos.
Los fieles comenzaron a subir el monte anoche y prolongaron el ascenso hasta el mediodía de hoy, para escuchar el sermón del muftí de Arabia Saudí, jeque Abdelaziz al Sheij, máxima autoridad religiosa del país.
El discurso fue pronunciado en la mezquita Namira, en lo alto del monte, que tiene una capacidad para acoger a cerca de 350.000 personas, por lo que el resto de peregrinos lo escuchó en los alrededores de ese templo.
En su alocución de hoy, Al Sheij, de confesión suní, lanzó duras críticas hacia el movimiento rebelde chií de los hutíes, que mantiene un conflicto con las autoridades en el Yemen, y contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Sobre los hutíes, Al Sheij señaló que son un grupo "maligno y peligroso", además de "desviado de la religión" y que "insulta a los discípulos del profeta Mahoma y se empeña en propagar el caos en los países musulmanes".
En su lucha contra las fuerzas leales al presidente yemení Abdo Rabu Mansur Hadi, los rebeldes chiíes se enfrentan también a una coalición árabe-musulmana liderada por Arabia Saudí, país encabezado por una monarquía suní, que respalda al mandatario.
En sus críticas al EI, el muftí señaló que esta organización terrorista, radical suní, "no ha respetado la sangre de los musulmanes" y "perpetra acciones de destrucción".
Además, pidió a los jóvenes que eviten unirse a las filas del EI, que en junio de 2014 proclamó un califato en las zonas que controla en Siria e Irak.
En noviembre de ese mismo año, una grabación atribuida al líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, instó a la guerra en Arabia Saudí, al pedir a sus ciudadanos que se rebelasen contra todos los chiíes de ese país, contra la familia gobernante Al Saud y los soldados saudíes, además de contra los ciudadanos occidentales.
Hoy, al menos 204 peregrinos fueron atendidos por los servicios de emergencia por síntomas de asfixia y desmayos provocados por una aglomeración causada por una avería en el "tren de los ritos" hacia La Meca, informó la agencia de noticias saudí, SPA.
La Defensa Civil saudí informó en su cuenta de la red social Twitter de que la avería se produjo por un fallo en el sistema mecánico de las puertas del ferrocarril.
El problema, que se produjo en el tren número 16 en la estación 1 de la localidad de Mina, provocó que la cifra de pasajeros aumentara considerablemente en la estación 3 de esa misma urbe.
La prolongada espera causó desmayos y fatigas entre los peregrinos que viajaban para cumplir con el principal rito de la peregrinación en el monte Arafat.
Cinco personas tuvieron que ser trasladadas a un hospital y el resto recibió primeros auxilios en el mismo lugar, por lo que posteriormente prosiguieron su viaje.
Además, 29 personas sufrieron también síntomas de fatiga e insolación por el aumento de las temperaturas en la zona, según anunció el Ministerio saudí de Sanidad.
Los peregrinos permanecerán en el monte hasta la puesta de sol antes de dirigirse a la localidad vecina de Muzdalifa, donde pasarán la noche.
En Muzdalifa recogerán guijarros para lapidar tres columnas que simbolizan las tentaciones del diablo durante el tercer día de la peregrinación, el jueves.
Después, en la Gran Mezquita de La Meca tendrán que completar las vueltas a la "Kaaba", en la que se encuentra la piedra negra que los musulmanes consideran un pedazo del paraíso.
Una vez cumplidos los rituales, los fieles se cortarán el pelo y las uñas y mañana degollarán a un cordero marcando el comienzo de la fiesta del Sacrificio (Aid al Adha), principal festividad del islam.
Con este ritual, los musulmanes recuerdan el sacrificio de Ibrahim (Abraham), quien por amor a Alá (Dios) ofreció, según la tradición musulmana, la vida de su hijo primogénito Ismael.
En los tres días que siguen a esa fiesta, los peregrinos deberán cumplir la segunda fase de la lapidación del diablo en Mina y dar siete vueltas más como despedida a la "Kaaba".
La peregrinación a La Meca es uno de los cinco pilares del islam, junto a la "shahada" (profesión de fe), la limosna, la oración y el ayuno en el mes de Ramadán.