Miles de catalanes protestaron frente a la sede de la Policía por violencia durante referendo

Sigue la tensión en la región autónoma tras el desalojo violento por parte de la policía de los ciudadanos que querían votar.
Miles de personas marcharon este lunes en Barcelona y otras ciudades de Cataluña para denunciar la violencia policial y en defensa del referéndum de autodeterminación prohibido del domingo, que fue duramente reprimido por la Policía Nacional y la Guardia Civil, constató la AFP.
"Esto con Franco (el dictador), sí pasaba, esto con Franco, sí pasaba", cantaban los miles de manifestantes, muchos de ellos estudiantes que marcharon entre uno de los campus universitarios de Barcelona y el centro.
Un total de 844 personas "requirieron asistencia sanitaria" en... Según la policía municipal, eran unos 15.000. A media jornada, cantaron y bailaron en la plaza Cataluña, en el extremo de la turística avenida de Las Ramblas.
Ondeando banderas independentistas, portaban pancartas en las que exigían más democracia.
El domingo, policías antimotines irrumpieron en decenas de centros de votación para confiscar urnas y material electoral, con el fin de impedir el referéndum prohibido por la justicia.
Policías y guardias civiles recurrieron a porras, patadas, empujones y, en algunas ocasiones, balines de goma, provocando escenas que conmocionaron a la opinión pública europea.
Este lunes de mañana, cuatro personas seguían hospitalizadas, dos de ellas en estado crítico, según el gobierno regional.
"Vi cómo a mi padre lo levantaban y lo arrastraban, y a mi profesora de danza recibir puñetazos, cabezazos. Nos amenazaron con rompernos los dedos (...) No puedo quitarme de la cabeza esas imágenes, nunca podré olvidarlas", declaró a la AFPTV una de las manifestantes, Patricia Ventura, de 19 años.
"Yo conozco a muchas personas que no son independentistas y ayer salieron a la calle porque estaban indignadas. (...) Esto es pisar los derechos humanos y es una vergüenza", dijo por su lado Blanca Pi, otra manifestante, de 42 años.
El presidente independentista catalán, Carles Puigdemont, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, participaron en una concentración de centenares de personas en repudio a la violencia.
"Lo que pasó ayer es repugnante, para mí supone una ruptura", declaró a la AFP Helena Vidal, una empleada bancaria de 30 años.
Otras manifestaciones tuvieron lugar en otras ciudades, principalmente en Gerona, 100 km al norte de Barcelona, y en Lérida, a 160 km al oeste.
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Cerca de 200 agentes de la Guardia Civil española enviados a Cataluña a impedir el referéndum del domingo, fueron desalojados este lunes del hotel donde estaban alojados, denunció su sindicato, en medio de la irritación por las violentas cargas policiales durante el voto.
El sindicato Asociación Unificada de Guardias Civiles aseveró en un comunicado que una multitud se mantuvo frente al Hotel Vila en Calella, a unos 50 km al noreste de Barcelona, donde se alojaban los agentes, hasta "altas horas de la madrugada".
"Tras una larga jornada de trabajo, los guardias civiles tuvieron que soportar gritos, insultos e incluso el lanzamiento de botellas", señaló.
En la mañana del lunes, el hotel pidió a los 200 agentes que se marcharan.
El sindicato AUGC dijo que los agentes obligados a abandonar el hotel "se encuentran a la espera de que se les encuentre otro acomodo, posiblemente en instalaciones del Ejército".
"Observamos con creciente preocupación este clima de hostilidad hacia los guardias civiles, una situación que se ha desbocado en tan sólo unos días, y que dificulta enormemente el trabajo de los agentes en defensa de la legalidad y el orden en Cataluña", agregó.