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Murió el neurólogo que inspiró la película ‘Despertares’

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El doctor Sacks escribió textos como "El hombre que confundió a su esposa con un sombrero", que arrojaron luz sobre los alcances de la experiencia humana al presentar de manera compasiva a pacientes con alteraciones neurológicas.
El libro de Sacks "Despertar", de 1973, sobre pacientes de hospital que pasaron décadas en una especie de catatonia hasta que Sacks probó un tratamiento nuevo, inspiró una película de 1990 en la que él fue interpretado por Robin Williams y que fue postulada a tres premios Oscar.
Murió el domingo en su hogar en la ciudad de Nueva York, precisó su asistente Kate Edgar. El neurólogo y autor había anunciado en febrero de 2015 que tenía una enfermedad incurable, un inusual cáncer ocular que se había propagado al hígado.
Sacks observó a algunos de sus pacientes con ojos de escritor y halló una rica veta editorial.
En su éxito editorial de 1985 describió a un hombre que realmente confundió el rostro de su mujer con su sombrero durante una visita al consultorio de Sacks porque su cerebro tenía dificultades para interpretar lo que veía. Otro caso en el libro presentó a mellizos autistas que tenían problemas con las matemáticas ordinarias pero que podían efectuar otros cálculos sorprendentes.
En 2006, la revista Discover incluyó esa obra entre los 25 libros de ciencia más importantes de todos los tiempos, declarando que "legiones de neurólogos que investigan los misterios del cerebro humano citan este libro como su mayor inspiración".
Otro libro suyo, "Un antropólogo en Marte: siete narraciones paradójicas" de 1995, describió casos como los de un pintor que perdió la visión de los colores en un accidente automovilístico pero que halló un nuevo poder creativo en blanco y negro.
También relató el caso de un hombre de 50 años que súbitamente recuperó la vista después de una ceguera de casi toda una vida. La experiencia fue un desastre: el cerebro no podía dar sentido al mundo visual ya que percibía los rostros humanos como masas volátiles de colores y texturas sin sentido. Después de una vida rica en su ceguera, devino en "un hombre con vista parcial muy discapacitado", recordó Sacks. "Cuando volvió a ser ciego se alegró".
"Oliver Sacks humaniza la enfermedad: escribe sobre el cuerpo y el alma y cada uno de sus casos de estudio destila sentimiento de respeto hacia el paciente y la enfermedad", comentó Roald Hoffman, químico ganador del Premio Nobel, en 2001. "Lo que otros consideran una tragedia o una incapacidad, Sacks ve y nos hace ver, a un ser humano que enfrenta un problema biológico con dignidad".
Sacks recibió el prestigioso Premio Lewis Thomas a la escritura científica en 2002.

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