En un acto de rebeldía, Corey Brown quiso desafiar la tormenta tras el regaño de sus padres, pero la inclemente nieve fue más fuerte que él.
Los padres del menor, de 13 años, no creían que el castigo que le impusieron a su hijo tuviera un desenlace tan doloroso como el que dejó consternado a una población en el estado de Iowa, Estados Unidos.
El 22 de enero Michelle y Craig Brown decidieron dar una lección a su hijo: le quitaron el celular como castigo, algo aparentemente ligero. Sin embargo, la reacción de Corey fue esperar a la noche para salir, sin importarle que en ese momento estaba cayendo una tormenta de nieve. Fue hasta la mañana siguiente que descubrieron que ya no estaba.
Al ver que no regresaba y preocupados por el clima, la familia se comunicó con las autoridades. En conjunto con residentes del sector iniciaron la búsqueda pese a la gruesa capa de nieve que cubría el suelo y las temperaturas inferiores a cero grados.
Para incentivar la búsqueda, los Brown ofrecieron 1.000 dólares como recompensa y dieron una conferencia a medios locales en la que enviaron un mensaje: "Corey, sabes cuánto te amamos. No nos detendremos hasta encontrarte. Si estás afuera, por favor, ven a casa", suplicaron.
Cinco días después del reporte hallaron respuestas: las autoridades encontraron el cuerpo sin vida del menor en una zona alejada de su residencia en horas de la mañana. Aunque estaba congelado, lo cual naturalmente pudo ser obra del clima, la investigación está en curso para descartar actos criminales.
La escuela a la que asistía recuerda a Corey como un estudiante de octavo grado “brillante, amable y amigable”. Además, era voluntario en una iglesia.
Updated: enero 29, 2019 10:32 a. m.