Por estos días, un colombiano es héroe en Amatrice. Luis tiene 59 años y vive desde hace 18 en Italia. Huyó de la violencia de su Medellín natal para buscar un futuro mejor. La madrugada del 23 de agosto, cuando se produjo el terremoto, volvió a nacer y con él todas las personas que rescató.
"Me fui para la parte donde estaban las monjas que había caído toda y todos me decían: ‘no vayas que es muy peligroso’ y yo dije, ‘no, tengo que ir porque ellas no tienen quién las salve’".
Luis vive en Roma pero se encontraba en Amatrice pasando días junto a la pareja de ancianos que cuida; se hospedaban en una residencia de personas mayores.
En el momento del terremoto no se lo pensó dos veces. Hasta en 16 ocasiones regresó al edificio destruido para rescatar a los sobrevivientes, entre ellos, sor Marjana llashi, cuyo rostro desconcertado se convirtió en uno de los íconos de la tragedia.
"Es la persona que me ha definido como un ángel, pero yo no soy un ángel porque soy un simple mortal que gracias a Dios me protege", relata Luis Alfonso.
Poco podía imaginar Luis que sus tranquilas vacaciones se iban a convertir en una pesadilla la noche del pasado martes a las 3:38 de la madrugada. Ese día el destino quiso que se convirtiera en el ángel de la guarda de 15 personas.
Una semana después, Luis se resiente físicamente por el dolor en una de sus rodillas, pero nada se compara al escenario de destrucción y muerte que presenció en el terremoto.
"Es una cosa muy dura, muy dura. Recordar todos los días cuando estoy en la cama…a veces me alzo de sobresalto porque pienso que se mueve. A veces siento a las hermanas que me llaman", cuenta.
El devastador terremoto causó más de 290 víctimas mortales. Luis, con su valor y decisión, le arañó un buen puñado de vidas a la muerte.
Updated: agosto 31, 2016 02:58 p. m.