Paciencia al límite: pareja convive con sus 37 hijos en el aislamiento por la pandemia

Aunque hay mucho amor para ellos, estar pendientes de todo no es tarea fácil para Melba y Víctor, los atareados padres.

Entre juegos, gritos, pataletas y mucha tolerancia esta pareja costarricense todos los días planea normas para sobrellevar la convivencia con sus 37 hijos, algunos de su matrimonio y otros adoptados.

"Ha sido una experiencia que creo que es hermosa, es agradable y es difícil. Porque no podemos decir que todo es fácil, porque lo hemos hecho con muchos niños y adolescentes, tantos jóvenes que tenemos que buscar cosas interesantes para ellos, cambiar las cosas, para que no se estresen ni nada. Y, más aún, porque tenemos niños con necesidades especiales ", explica Melba Jiménez.

Después de 6 semanas de encierro, la rutina de barrer los patios, ayudar a los más pequeños con las tareas del colegio y el cuidado de los más vulnerables exige de una constante motivación para seguir adelante.

"Ha pasado tiempo con la familia, un tiempo para encontrarse también con ustedes, estar con Dios. Creo que es un momento en el que nosotros todos deberían estar disfrutando. Sé que es aburrido pasar tiempo en casa, pero hay que encontrar formas de entretenerse, salir de las redes (sociales)", es el mensaje de Maritza, una de las hijas.

Melba y Víctor no reciben ayudas del gobierno de Costa Rica, pero sí las ayudas de sus vecinos que, conscientes de la responsabilidad, les dan mercados, ropa y medicinas para seguir con la labor titánica de criar 37 hijos.