Un padre de familia del norte de Gales ha sido despedido como un verdadero héroe tras dar su vida para sacar a dos de sus hijos del mar cuando notó que estaban teniendo problemas con las olas.
El día de la tragedia, Jonathan Stevens estaba en la playa con cuatro de sus hijos. Dos de los más grandes, de 12 y 10 años, practicaban en una tabla de deporte acuático, relativamente cerca de la orilla.
Sin embargo, en cierto momento otra de las niñas que permanecía en tierra empezó a gritar al ver que sus hermanos Lacey y Jack estaban teniendo problemas con la corriente. Por supuesto Jonathan se alarmó y no dudó en zambullirse al agua para socorrer a sus pequeños.
Según el relato de Lauren, la niña que se percató de la situación, ni la destreza de sus hermanos para nadar estaba siendo suficiente para sortear la corriente.
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Cuando las cosas estaban empeorando el padre de familia llegó. Lo primero que hizo fue agarrar a Lacey y la ayudó a alejarse de la corriente. Luego auxilió a Jack, quien se había alejado otros 50 metros.
Este esfuerzo extremo lo dejó sin alientos, por lo que al final de desplomó.
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Lauren logró llamar la atención de los salvavidas, que llegaron a prestarle los primeros auxilios. El hombre “abrió los ojos y sonrió”, pero nuevamente perdió el conocimiento.
Pese a las maniobras de reanimación por parte de los socorristas, nada pudieron hacer. El cuerpo de este padre de 36 años simplemente no respondió.
"Creo que papá había usado sus últimas fuerzas para abrir los ojos y sonreírnos, y cuando vio que estábamos bien, supo que podía soltarse y morir feliz", concluyó Lauren en The Sun .
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