A los dos días del letal bocadillo tuvo que ir al médico, donde le diagnosticaron que había adquirido una bacteria.
La agonía de David Dowell empezó en diciembre del año pasado, cuando en una fiesta de Navidad un amigo lo desafió a comerse un gecko. Desde ese momento su salud empeoró y 48 horas después estaba en un hospital.
Le detectaron salmonela, una enfermedad que por lo general causa diarrea, fiebre y fuertes dolores de estómago. Para David fue mucho peor: vomitó bilis, orinaba color negro y su estómago se hinchó al punto de alcanzar las dimensiones de una mujer embarazada de 6 meses.
Les comentaron a los médicos el tema del lagarto. No estuvieron seguros de que lo haya ingerido, pero lo cierto era que había estado en contacto con el animal.
Menos de dos semanas después de estar internado, murió en una cirugía. "Básicamente se pudrió de adentro hacia afuera", explicó su familia al New York Post
. Era tal el dolor que padecía que los médicos lo indujeron a un coma para poder controlarlo.
Este caso recordó el de Sam Ballard, que se tragó una babosa y durante 10 años estuvo tetrapléjico. Al final murió:
Murió el joven que había quedado tetrapléjico tras tragarse una babosa por reto de sus amigos
Updated: julio 04, 2019 11:34 a. m.