Una tragedia ambiental de proporciones mayores enfrenta Colombia y Latinoamérica por causa de los incendios forestales.
En Colombia se está viendo la devastación de montañas por el avance de las llamas que están consumiendo grandes y extensas áreas, zonas de bosque nativo, especialmente en los departamentos de Tolima, Nariño y Huila.
A nivel de Latinoamérica también se han consumido miles de hectáreas de montañas y bosques en Bolivia, Perú y Brasil, así como en la Amazonía, donde ya se registran récords de incendios en este 2024.
Para analizar cuáles son los efectos del cambio climático, de la sequía y del viento para estos incendios forestales, fueron invitados a Sala de Prensa Pedro Manosalva, exdirector del Centro de Pensamiento de Gestión del Riesgo de Desastres, y Julio Andrés Rozo, director de Restauración de Amazonía Emprende en Sudamérica.
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¿A qué se debe la rápida propagación de los incendios en Colombia, principalmente en tres regiones?
“La causa no puede ser otra que la falta de preparación y el legado ausente de las políticas públicas del Estado colombiano. Esto no es atribuible al Gobierno presente, ni al Gobierno pasado, esto es una falta de preparación del Estado que se refleja en la incapacidad de gobernar cientos de miles de hectáreas de bosque. Además, no nos hemos preparado lo suficiente para contener la deforestación y empezar a restaurar lo que se ha degradado”, manifestó Rozo.
Por su parte, Manosalva expresó: “En Colombia tenemos una gran oportunidad de prepararnos, porque hay dos temporadas de menos lluvias, que van desde el 15 de diciembre al 14 de marzo, más o menos, y del 15 de junio al 14 de septiembre. Eso quiere decir que no es nuevo, que no es una sorpresa que tengamos esas condiciones en nuestro territorio. Debemos analizar la forma en la que el ser humano usa el fuego sin tomar las medidas adecuadas, adicionales a los cambios climáticos, factores topográficos y, por supuesto, a las características de la vegetación”.