Con 66 años, la vida de Carlos Toro tomó un rumbo inesperado. Durante más de dos décadas, este colombiano adoptó diferentes identidades en operaciones encubiertas de la DEA.
La información de inteligencia que obtuvo sirvió para la captura de personajes como el exgobernante panañemo Manuel Antonio Noriega y Carlos Lehder, entre otros.
Toro asegura que le incumplieron la promesa que le hicieron de permanecer legalmente en Estados Unidos y ahora enfrenta el riesgo de ser deportado a Colombia.
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“Yo fui leal, trabajé para ellos, arriesgué la vida por ellos y así es como me pagan. El gobierno de Estados Unidos me está sentenciando a muerte”, explicó.
La DEA no se ha pronunciado sobre el caso pero el agente retirado, Michael McManus, está urgiendo al gobierno estadounidense para que le reconozcan sus derechos a Carlos.
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