Las familias que dejan a sus hijos en jardines infantiles o centros de cuidado lo hacen con la esperanza de garantizar su seguridad. Para muchos padres, la tranquilidad se basa en la confianza. No obstante, no siempre ocurre así, y Séptimo Día conoció dolorosas denuncias de presuntos maltratos, abusos sexuales y accidentes graves en estas instituciones.Uno de los casos más impactantes sucedió en el municipio de Soacha, Cundinamarca, donde tres madres, cuyos nombres fueron cambiados a Daniela, Susana y Lucía para proteger la identidad de sus hijos, denunciaron a un joven que señalaron de abusar sexualmente de sus pequeños con edades entre los 2 y 4 años.Las denuncias de las madres de familiaLas tres madres matricularon a sus hijos entre 2024 y 2025 en un plantel que se hacía llamar Liceo Psicopedagógico Compartir, ubicado en la comuna 5 de Soacha. Los padres habían depositado su confianza en este lugar, al que le pagaban para cuidaran a sus hijos.“Nos dijeron pues que allá les iban a enseñar lo que era prematemáticas, español, ciencias, educación física, religión, ética y valores, inglés”, relató una de las madres.Inicialmente, todo parecía normal. Sin embargo, tres meses después, en mayo de 2025, Lucía, madre de Sofía de 3 años y medio, comenzó a notar preocupantes cambios en el comportamiento de su hija.El comportamiento habitual de Sofía se transformó en resistencia y miedo al colegio. Lucía recuerda el momento en que intentó llevarla: "Amor, vamos a bañarnos para ir al colegio. Y ella se levantó en la cama y se puso a llorar. Me decía que no quería ir, que no quería ir y se me orinó en la cama".A medida que pasaban los días, el comportamiento de la menor empeoraba. Manifestaba dolor al orinar, situación que su madre inicialmente no lograba comprender.Sin saberlo, madres de otros compañeros de clase enfrentaban situaciones similares. Susana, madre de David, de 2 años, notó que su hijo sufría episodios de terror en casa: "El niño se levantaba gritando en pánico y se subía corriendo a la habitación y pues que yo lo arrunchaba y se dormía tranquilo".Por su parte, Daniela, madre de Karen, recordó que desde septiembre de 2024 percibía que algo no estaba bien. Su hija, quien nunca se orinaba, empezó a despertarse orinada. Al intentar bañarla, la niña manifestaba dolor en su zona íntima y evitaba el contacto.El día en que una pequeña reveló la verdadEl 13 de mayo de 2025, cuando Sofía, de 3 años y medio, mientras la bañaban relató lo que estaba viviendo. Lucía relató el impacto de esa confesión: "Yo sentí algo muy feo en mi cuerpo, de sentir que mi niña me estaba diciendo que un hombre la había tocado", dijo.La menor aseguró que el presunto abusador era Juan Felipe Rodríguez Arango. Un médico examinó a la menor y activó el código blanco y el protocolo con Bienestar Familiar y la Policía de Infancia y Adolescencia.Otros niños también señalaron al mismo hombre. De igual manera, Karen, la hija de Daniela, había presentado cambios en su comportamiento, y su madre confesó que ya había pensado en este joven. La madre de Sofía aseguró además que su hija había manifestado que el profesor "le daba educación física".Negación y la carrera contra el relojLucía buscó respuestas en el jardín, donde descubrió que el colegio tenía un docente hombre, algo que ella desconocía. Ella llamó a la directora, Diana Paola Sierra Molina, pero afirma que nunca le contestó. Cuando finalmente lograron hablar, la rectora intentó disuadir a Lucía de tomar acciones: "Me ingresa a mí una llamada y ella me dice, ‘No, mamá, escúchame. Espera, no hagas nada. Escúchame, él no hizo eso. Vea, hablemos’".Indignada, Lucía insistió para saber quién era el presunto responsable. La directora negaba la vinculación del joven con el rol docente, asegurando que él no era profesor, sino "una persona de logística". Sin embargo, tanto la hija de Lucía como la hija mayor de Daniela aseguraban que él era el profesor Felipe.Las madres acudieron a las autoridades, y fue el 18 de mayo de 2025 cuando Juan Felipe Arango Rodríguez fue finalmente capturado.La grave revelación: un plantel ilegalEn medio de la búsqueda de justicia, las madres hicieron un descubrimiento alarmante: el Liceo Psicopedagógico Compartir operaba ilegalmente. No había ningún tipo de vigilancia de las autoridades en Soacha, y nadie sabía que era ilegal.Johan Hernández, secretario de educación de Soacha, confirmó que el lugar no estaba autorizado para funcionar donde se encontraba: "No puede tener licencia de funcionamiento por estar dentro de un conjunto residencial".Una de las madres lamentó: "nunca hicieron una regulación dentro de la localía o el municipio de Suacha, qué docentes estaban, si estaban certificados o no para poder tratar niños".Tras su captura, a Juan Felipe Rodríguez Arango le fueron imputados los cargos de actos sexuales abusivos con menor de 14 años. Hoy enfrenta un juicio ante el juzgado cuatro penal del circuito de Soacha.A pesar de las graves acusaciones, Juan Felipe Rodríguez Arango se declaró inocente ante las cámaras de Séptimo Día.
Como cada domingo, Los Informantes, trae tres grandes historias. Primero, se conmemoran los 40 años de dos tragedias nacionales: la toma del Palacio de Justicia y la furia del volcán Nevado del Ruiz, que arrasó Armero. Además, la historia de un deportista que se coronó como el mejor nadador artístico del mundo.La búsqueda incasable de Claudia Ramírez, 40 años después de ArmeroHace 40 años, la noche del 13 de noviembre de 1985, el volcán Nevado del Ruiz sepultó Armero bajo 350 millones de metros cúbicos de lodo y piedra, llevándose cerca de 25.000 vidas. Claudia Ramírez, odontóloga, perdió a sus padres y a su pequeño hijo, Andrés Felipe Cubides, quien no había cumplido 6 años. Aunque inicialmente creyó que toda su familia había muerto, la esperanza la regresó a la vida cuando un amigo vio a Andrés en televisión nacional, lleno de barro y tomando agua. Esta imagen le dio la certeza de que su hijo, que hoy tendría 46 años, sobrevivió. Desde entonces, Claudia ha dedicado su vida a buscarlo, golpeando puertas en albergues, y visitando fundaciones. Ante la falta de respuesta del Bienestar Familiar y el paso del tiempo, Claudia sigue buscando y ahora espera que Andrés la encuentre a ella.Madre espera justicia tras perder su hijo en la toma del Palacio de JusticiaTambién se conmemora el aniversario 40 de la toma del Palacio de Justicia por el M-19 en noviembre de 1985. Nelly Durán, de 90 años, es la madre de Libardo Durán, quien era el escolta del presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía, y murió junto a él en la toma. Sacó adelante a cinco hijos sola desde su finca en el Huila, pero no pudo superar la muerte de Libardo. Lo más doloroso ocurrió 32 años después, en 2018, cuando la Fiscalía le pidió una muestra de sangre y se corroboró que los restos que ella había llorado y enterrado por décadas no eran de su hijo, sino de dos guerrilleros del M-19. Su hijo apareció en una fosa común. Actualmente, el proceso por la responsabilidad del Estado en la muerte de Libardo sigue en curso, y Doña Nelly ruega que la vida le alcance para ver que se haga justicia.Gustavo Sánchez, el campeón colombiano que rompió el estereotipo acuáticoGustavo Sánchez, un crack caleño de 25 años, es hoy uno de los mejores nadadores artísticos del planeta. Gustavo practica un deporte que hasta hace muy poco estaba reservado para las mujeres, y por el cual enfrentó juicios, incluso de su propio padre. Gustavo perseveró y compite en las categorías individual, dúo mixto y por equipos. Sus logros impresionantes: ha ganado decenas de medallas en campeonatos mundiales y copas del mundo, y fue coronado por World Aquatics como el Mejor Nadador Artístico del Mundo en 2024, siendo el primer latinoamericano en conseguirlo. Gustavo, quien dedica de 10 a 12 horas diarias a entrenar, no solo ha roto récords, sino también barreras, abriendo el camino a cientos de niños que desean practicar esta disciplina, demostrando que los sueños se cumplen si se trabaja por ellos.
Hace 40 años, Colombia se desangraba por uno de los episodios más violentos y dolorosos de su historia reciente: la toma del Palacio de Justicia. Entre el 6 y el 7 de noviembre de 1985, un grupo de 35 guerrilleros del M-19 irrumpió en el recinto exigiendo un juicio contra el presidente por el supuesto incumplimiento del proceso de paz. La operación, que rápidamente se convirtió en una masacre, cobró la vida de al menos 94 personas.Una de esas víctimas fue Libardo Durán, quien a sus 27 años era escolta del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía. Hoy, a sus 90 años, su madre, Nelly Durán, continúa una lucha que ha ocupado la mayor parte de su vida implorando que se haga justicia para que la reconozcan como víctima en memoria de su hijo.Buscando un futuro mejor en BogotáDoña Nelly vive en una finca apartada en medio de las montañas del Huila, un lugar al que se llega tras 3 horas de camino desde Neiva por una carretera en la que solo transitan camionetas 4x4. Allí, en ese ambiente de tranquilidad, crio a cinco hijos sola, tras quedarse viuda. Libardo era el mayor, su compañía y la figura paterna para sus hermanos menores.Nelly lo recuerda, mantiene la foto de su hijo enfrente de la cama y le ora a él todos los días al amanecer, mientras reza el rosario. A pesar de que han pasado 40 años, el dolor la acompaña: “Todavía yo pienso que él está vivo. Yo, por ejemplo, yo voy a alguna parte y a mí me parece que yo me encuentro con él”.Libardo había crecido en esa misma finca, pero decidió irse a Bogotá a los 15 años. Su meta era terminar el colegio y encontrar un trabajo para ayudar a su familia. Libardo entró en la Policía Nacional: “Le gustaba la cuestión de ser policía y como decían que a los pocos años se pensionaban", recordaron.Libardo se convirtió en el principal apoyo de su madre y hermanos, enviando dinero y cartas sin falta en las fechas especiales como Navidad o el Día de la Madre. Doña Nelly aún las conserva como tesoros, como el calendario que le envió en 1983.“Nosotros no tenemos dinero. Teníamos por ahí unas cuatro vaquitas y de eso nos sostenemos. Y él era el que me colaboraba, él me mandaba platica”, señaló.Libardo estaba feliz, tenía 27 años cuando fue asignado al esquema de seguridad que acompañaba a uno de los hombres más poderosos y respetados del país en ese momento: Alfonso Reyes Echandía, presidente de la Corte Suprema de Justicia.Las advertencias y el horror del 6 de noviembreEl riesgo del trabajo era evidente. El país vivía una época de terror, especialmente desde el asesinato del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla. Las amenazas contra el presidente de la Corte eran constantes. Libardo le había contado a su familia que su trabajo era difícil.Ese 6 de noviembre de 1985, Doña Nelly escuchó la noticia, pero estaba tranquila porque no sabía que Libardo estaba asignado allí, para no preocuparla.En medio de los enfrentamientos entre la guerrilla y la fuerza pública, Reyes Echandía, junto a quien estaba Libardo, intentó comunicarse con el presidente de la República para pedir un cese al fuego, pero nunca atendió su llamada. La declaración que dio la radio da cuenta del horror que se vivía en el Palacio de Justicia. Libardo estaba allí junto a él. “Estamos aquí rodeados de personal del M-19. Por favor, que cese el fuego inmediatamente, es urgente, de vida o muerte”, se escucha.32 llorando los restos que no eran de su hijoTras la masacre, a Manuel, el tío de Libardo, le entregaron una bolsa que contenía supuestos restos calcinados que no permitían el reconocimiento.“¿Usted no pudo reconocer nada? Sí, eso un pedazo de como de carne ahí quemada ahí. ¿Y por qué le dijeron que era él? Dijo ‘este reloj estaba ahí al pie de de Libardo’”, recordó. Libardo, el presidente de la Corte, y el otro guardaespaldas, Benítez, estaban juntos.Con las dificultades de comunicación de la época en el Huila, Doña Nelly salió de su finca dos días después de la entrega de los restos y se enteró de la muerte de su hijo durante el viaje. Para ella, fue un momento muy doloroso. “Cuando llegamos a Bogotá ya lo habían enterrado, yo no lo pude ver, no lo vi”, contó.Durante 32 años, Nelly y su familia visitaron y lloraron sobre esa tumba. La incertidumbre y el dolor de esos 40 años han sido enormes: “Vienen recuerdo a uno de cómo fue la tragedia de él, cómo fue el sufrimiento que él tuvo. Sí, qué bueno con incertidumbre de qué fue lo que sucedió allá, cómo fue que murió él”.Pero en 2018, la herida se reabrió de la manera más dolorosa. La Fiscalía General de la Nación solicitó una muestra de sangre a Nelly. El análisis de ADN concluyó que los restos enterrados en la tumba de Libardo no le pertenecían a él, sino a dos de los guerrilleros del M-19 que participaron en la toma: Alfonso Jacquin y Noralba García.Para Doña Nelly, este descubrimiento fue devastador. “Lo revolvieron todo otra vez de nuevo. Porque pues imagínense uno enterrar a los que lo mataron a él, a dos guerrilleros. Y después que mi hermano aparecía en una fosa común”, contó Henry Durán, hermano de Libardo.Cuatro décadas esperando justiciaHan pasado 40 años desde la toma del Palacio de Justicia, y Doña Nelly sigue esperando que el Estado colombiano le dé una respuesta y compense el dolor. Ella afirma que en todo este tiempo no ha recibido apoyo psicológico ni compensación. Se siente olvidada, como muchas otras víctimas.El dolor que siente es indescriptible: “Ese dolor es muy muy grande. No se lo desea uno a nadie”.El proceso legal por la responsabilidad del Estado colombiano en la muerte de Libardo Durán sigue en curso. El caso fue fallado a favor de Doña Nelly en primera instancia en 2023, pero el Ministerio del Interior apeló la decisión. Actualmente, se encuentra a la espera de un fallo definitivo en el Tribunal Contencioso Administrativo de Cundinamarca.A sus 90 años, Doña Nelly cree que le queda poco tiempo y ruega que la vida le alcance para ver que se haga justicia en memoria de su hijo.
El aniversario de 40 años de la tragedia de Armero tras la erupción del volcán Nevado del Ruiz sirve para recordar una de las catástrofes naturales más devastadoras que ha sufrido Colombia. A las 11:30 de la noche de aquel miércoles 13 de noviembre de 1985, el volcán arrasó con la población de este municipio del Tolima. Una avalancha masiva, compuesta por 350 millones de metros cúbicos de lodo y piedra, sepultó a cerca de 25.000 personas, sumiendo al país en un profundo dolor.Entre las familias destrozadas se encontraba la de Claudia Ramírez. Ella vivía en Armero con sus padres y su hijo, Andrés Felipe Cubides, quien no había cumplido aún los 6 años. La tragedia se llevó a sus seres queridos. Sus papás, sus amigos, sus vecinos, todos quedaron bajo el lodo.Claudia, quien hoy es odontóloga, esposa, docente, pero sobre todo es una mamá que no se rinde, no se encontraba en Armero esa fatídica noche. Se había despedido de sus padres y de Andrés Felipe dos días antes. En ese momento, ella era muy joven y estudiaba odontología en la Universidad San Martín en Bogotá. Su hijo vivía con padres mientras ella luchaba por su sueño profesional.El presentimiento de la tragedia de ArmeroA pesar de la distancia, la comunicación entre madre e hijo era frecuente. Claudia recuerda que “Todos los días hablábamos teléfono”. En su hogar en Armero, el niño, a quien sus abuelos adoraban y mimaban, era “el motor y la alegría de su vida”. Andrés Felipe era descrito como un niño “muy lindo, muy lindo” y “muy feliz”. Su madre lo imagina con cabello ondulado, “unos ojitos muy almendrados, como un tono un poquito más oscuro que los míos”, y lo piensa “feliz. Sonríete”.La última conversación que Claudia tuvo con su hijo se produjo justo antes de la tragedia. Armero ya se encontraba en alerta amarilla por una posible inundación. Andrés Felipe, que seguramente oía las noticias sobre el tema, le expresó su temor. Claudia recuerda que le dijo: “Mami, yo tengo miedo por la inundación”.Ella intentó llevárselo a Bogotá: “Mami, ¿sabes? Yo me quiero llevar a Andrés. Entonces mi mamá me dice, ‘No, hija, pero tú ya estás en exámenes finales’. En 8 días vas a volver acá, tranquila”, recordó. Esa fue la última vez que Claudia lo vio en persona.La catástrofe se desencadenó poco después. Cerca de las 11 de la noche, la madre de Claudia le dijo: “Y te voy a colgar porque se acaba de ir la luz. Cuando la luz se va, la avalancha venía a seis cuadras de mi casa”. Esa fue la última noticia que tuvo de su familia.Una hora más tarde, una llamada alertó a Claudia de que algo había pasado en Armero. Sin tener información clara, ella y unos amigos decidieron arrancar carretera hacia Armero en un Renault 9. En el camino, con la radio encendida, escucharon la noticia. Al llegar a la entrada de la población, el panorama era desolador: “Yo veía hasta el otro lado gris, había bruma. Yo encuentro allí una una señora amiga y y yo ya empiezo, ¿qué es? Y entonces ella me preguntaba, '¿Dónde están mis hijos?' Y yo le preguntaba, '¿Dónde está el mío?'”, recordó.La búsqueda de su hijo y padresClaudia permaneció en la zona de la catástrofe por cerca de diez días. Encontrarse con esa desolación fue un duelo triple por su padre, su madre, y Andrés, además de sus amigos; todos habían desaparecido. Al comienzo, la desesperación fue abrumadora: “Esos primeros días yo me quería ir a morir. Yo decía, yo no tengo por qué vivir, o sea, no”.La búsqueda de Andrés Felipe fue dramática, yendo de un lado para otro. Un obstáculo constante era su juventud; como era muy joven, en los albergues no le creían que era madre.El Estado fue superado por la magnitud de la tragedia. Aunque el presidente de la época, Belisario Betancur, ordenó que los niños fueran custodiados, Claudia afirma que el Bienestar Familiar, la entidad encargada, “Nunca hasta este momento a mí me ha dado una respuesta ni de mi hijo ni de los otros niños que yo vi. ¿Qué pasó con ellos?”. Ella buscó insistentemente, viajando por Bogotá, Medellín, Girardot, Cali y en el exterior, pues tiene conocimiento de que a Estados Unidos y otros países salieron niños.A diferencia de sus padres, cuyos cuerpos nunca aparecieron, pero de quienes hizo el duelo ante la evidencia que era contundente de su fallecimiento, Claudia nunca pudo asumir que Andrés había muerto. “Andrés es diferente. Andrés, yo allí sentía como esa lucecita”.El reconoció en la televisión: la luz de la esperanzaPocos días después de la avalancha, esa “lucecita” se convirtió en esperanza firme cuando un amigo le dio una noticia crucial. El amigo afirmó haber visto a Andrés en la televisión. “Él dice ‘Yo me llamo Andrés y busco a mi mamá que se llama Claudia’ y yo que me quería morir. Entonces, no me puedo morir. O sea, ¿cómo me muero y Andrés?”, señaló.Aunque Claudia nunca pudo ver esa primera imagen ella misma, el testimonio de que un niñito diciendo que se llamaba Andrés y que buscaba a Claudia, a su mamá, fue suficiente para confirmar lo que le decía a su corazón, que su hijo no había muerto en la tragedia. Esta certeza la sacudió y la hizo decidir que debía seguir viviendo para encontrarlo.Gracias a esa decisión, ella volvió a estudiar y salir adelante: “O sea, yo dije, tengo que estudiar, tengo que salir adelante, la universidad me becó”, dijo. Su vida siguió, se volvió a enamorar y tuvo dos hijas.La segunda confirmación visual llegó casi 15 años después de la tragedia. Una noche cualquiera, escuchó la palabra Armero en televisión y vio a su hijo Andrés: “Prendo el televisor y estaban en el programa Sobrevivientes”. Al principio, sintió el impulso de apagarlo, porque no veía cosas de Armero.Sin embargo, se obligó a verlo y, al ver “la segunda o la tercera imagen, sale Andrés”. Su reacción fue inmediata: “yo, ese es Andrés y yo brincaba y yo saltaba”. Así pudo reconocer detalles de su vestimenta como su pantaloneta roja. A pesar de que el niño solo aparece por segundos, ella es su mamá y sabe mejor que nadie que ese es su hijo y que está vivo.En la imagen, un hombre acompaña al niño y tiene un reloj. Claudia intentó buscar periódicos de la época para ver si veía alguien con ese mismo reloj, en su afán por obtener alguna pista.La búsqueda de 40 años que aún no terminaA sus 63 años, Claudia no se rinde y continúa buscando a su hijo, quien hoy tendría 46 años. Ella ha contado su historia muchas veces porque es la única manera de encontrarlo. Ha tocado todas las puertas posibles. “Ya a estas alturas de la vida yo ya he agotado muchas cosas buscándolo, pero yo creo que ahora corresponde que Andrés me encuentre a mí”, dijo.Para ayudar en su causa, Los Informantes contactó a un grupo de estudiantes de la Universidad Externado de Colombia para generar una imagen envejecida de Andrés Felipe utilizando inteligencia artificial. Esta labor de envejecimiento busca mostrar cómo se vería él hoy en día a sus 46 años.La historia de Andrés Felipe “es la historia de muchos otros niños y niñas que se perdieron. Por ello, Claudia envía un mensaje a las personas que tienen niños de Armero adoptados, pidiéndoles que actúen con honestidad y les cuenten su origen. Claudia mantiene la esperanza, creyendo en la posibilidad de un reencuentro.
Un terremoto de magnitud 6,3 sacudió el norte de Afganistán la madrugada del lunes, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), apenas dos meses después de un mortífero sismo en el este del país. El epicentro se localizó en Kholm, cerca de la ciudad de Mazar-e-Sharif, en la provincia de Balkh, y tuvo una profundidad de 28 kilómetros, según el USGS.Las deficientes redes de comunicación y falta de infraestructura suelen complicar las respuestas de emergencia en zonas montañosas. Las autoridades suelen tardar horas o días en llegar a los sitios remotos para evaluar los daños. Las sacudidas se sintieron incluso en la capital, Kabul, y en Mazar-e-Sharif, numerosos habitantes salieron de sus viviendas por temor a que sus casas colapsaran. Fuerte terremoto de magnitud 6,3 sacude el norte de AfganistánUn terremoto de magnitud 6,3 sacudió el norte de Afganistán, país que en septiembre se vio golpeado por una serie de sismos que dejaron más de 2.200 muertos y 3.600 heridos, según el Gobierno de los talibanes.Con información de EFE y AFPVALENTINA GÓMEZ GÓMEZNOTICIAS CARACOLvgomezgo@caracoltv.com.co
River Plate sufrió una inesperada derrota 0-1 ante Gimnasia con un penalti convertido por Marcelo Torres, en un partido donde al colombiano Miguel Borja le detuvo otro penalti el arquero Nelson Insfrán en el último minuto de juego.Y es que el 'Colibrí' tuvo la oportunidad única de igualar la contienda en la última jugada, pero no pudo convertir su cobro desde el punto blanco, ocasionado la desazón de los hinchas de la 'banda cruzada' en las tribunas del Monumental. Hasta Marcelo Gallardo, DT de River, protagonizó una reacción que se volvió viral en las redes. El 'Muñeco' estuvo atento a esta decisiva jugada por parte del artillero de oriundo de Tierralta, pero tras la ejecución del '9', Gallardo no lo podía creer, llevándose una mano a su mentón y otra a su cintura, evidentemente pensativo. River Plate cayó al sexta puesto del Grupo B con 21 puntos y llegará urgido el próximo domingo a La Bombonera para lograr un buen resultado en el superclásico para no perder la clasificación a la Copa Libertadores del año próximo.Hay que indicar que Boca Juniors derrotó por 1-2 a Estudiantes en La Plata y lidera el Grupo A con 23 puntos junto a Unión de Santa Fe.Otros resultados de la fechaEn esta jornada, por el Grupo A, el viernes Unión derrotó a Newell’s Old Boys a domicilio por 0-1 para quedar líder junto a Boca Juniors con 23 unidades, Barracas Central venció por 2-0 a Argentinos Juniors para quedar en tercer lugar con 21 unidades junto con Central Córdoba, que este lunes recibirá a un urgido Racing Club.Por el Grupo B, el viernes Rosario Central ratificó su condición de mejor equipo de la tabla anual y líder de su grupo con 30 puntos al vencer por 1-3 a Instituto, San Lorenzo se impuso ante Deportivo Riestra por 1-0 para dejar al Malevo en el segundo lugar con 27 enteros y Talleres logró un revitalizador éxito por 0-1 ante Vélez Sarsfield para empezar a soñar con mantener la categoría.En otros resultados, también por la Zona B Independiente goleó por 3-0 al Atlético Tucumán, mientras que en el clásico cuyano Godoy Cruz y San Martín de San Juan empataron sin goles.
El caso de Jaime Esteban Moreno Jaramillo sigue generando conmoción entre la comunidad universitaria y la ciudadanía. El joven, estudiante de séptimo semestre de ingeniería de sistemas en la Universidad de los Andes, murió tras ser víctima de una violenta agresión ocurrida en la madrugada del 31 de octubre, luego de asistir a una fiesta de Halloween en el norte de Bogotá, donde había departido con algunos amigos.De acuerdo con el informe conocido por Noticias Caracol, la golpiza se registró sobre las 3:05 de la mañana en la calle 64 con carrera 15, en la localidad de Chapinero. Allí, Moreno fue atacado por al menos cuatro personas: dos hombres y dos mujeres, según los testimonios recogidos por las autoridades. Uno de los presuntos agresores, identificado como Juan Carlos Suárez Ortiz, ya fue capturado, mientras que los investigadores siguen tras la pista del cuarto implicado, un hombre que, según los testigos, vestía de negro la noche de los hechos.Las horas previas a la tragediaJaime Esteban había salido de su casa para asistir a una fiesta de Halloween en compañía de varios amigos. Sus familiares relataron que él planeaba regresar alrededor de las 3:30 de la madrugada. Sin embargo, minutos antes de esa hora, una llamada desde el hospital de Chapinero alertó a la familia sobre su grave estado de salud tras haber sido atacado en la vía pública."Debía llegar a eso de las 3:30 de la mañana aproximadamente, que era lo que él le había dicho a la mamá, que más o menos a esa hora estaba llegando, y la mamá empieza a tratar de ubicarlo. Su ubicación del celular, al parecer, mostraba la zona, el sector, y recibimos es el llamado del hospital de Chapinero, recibiendo la noticia de que está ya atendiéndose en urgencias", indicó Luis Alfonso Jaramillo, tío de Jaime Esteban Moreno.Videos de cámaras de seguridad del sector, recolectados por Noticias Caracol, muestran el momento en que uniformados de la Policía Nacional adecuan una patrulla como ambulancia para trasladar de urgencia a Moreno, quien se encontraba inconsciente luego del ataque. Junto a los policías iba el amigo que lo acompañaba esa noche, quien también es uno de los testigos principales del caso.En las imágenes se observa cómo los uniformados levantan al joven, lo suben al vehículo y salen a toda velocidad hacia el hospital, ubicado a pocas cuadras del sitio de la agresión. Detrás, el amigo corre desesperado, intentando no perderlo de vista. A pesar de los esfuerzos médicos, el joven de 20 años no resistió la gravedad de las heridas.El relato del testigo clave en caso de joven de Los Andes que murióEl acompañante de Jaime Esteban explicó ante las autoridades que la agresión comenzó una cuadra más arriba, sobre la calle 64 con carrera 14, donde un hombre con el rostro pintado de rojo, sin camisa y con pantalón negro, lo golpeó por la espalda. Tras ese primer enfrentamiento, los jóvenes intentaron alejarse del lugar, pero fueron nuevamente interceptados por el mismo grupo una cuadra más adelante."Mi amigo del golpe se cae al piso y yo observo que el chico de la cara pintada de rojo estaba junto con otro muchacho, no recuerdo sus características físicas y dos mujeres. Los dos masculinos que le pegaron puños a Jaime, hasta que lo tiraron al piso, y ya en el suelo le empiezan a dar patadas en la cara y en el cuerpo. Mientras, la chica de disfraz azul, los motivaba a seguir golpeándole, decía que le pegaran a él. La chica disfraz negro solo observaba", relató el testigo ante la Fiscalía.Buscan a cuarto implicado en asesinato de joven estudianteSegún el abogado de la familia, la Fiscalía identificó a un cuarto hombre descrito como un sujeto que vestía de negro, y que habría participado activamente en la agresión. Las cámaras de seguridad del sector registran su presencia en el sitio de los hechos, aunque hasta el momento no ha sido posible su plena identificación."Es uno de los autores materiales, como se aprecia en los videos y por el testigo directo del homicidio, que brinde esa información necesaria para que esa responsabilidad también recaiga sobre ese segundo sujeto de género masculino", explicó el abogado, quien añadió que la familia confía en que las autoridades logren su captura en los próximos días. "Que se lleve a cabo la correspondiente imputación por parte de la fiscalía y respetando la discrecionalidad de la acción penal, cuya titularidad la tiene la fiscalía, se solicite la medida de aseguramiento intramural en el centro carcelario y penitenciario", agregó el abogado. La Fiscalía avanza en la etapa de recolección de pruebas y análisis de videos para identificar al cuarto implicado. ¿Qué pasará con las mujeres que presenciaron el ataque del joven?Inicialmente, dos mujeres que acompañaban al grupo de agresores fueron detenidas en el lugar de los hechos. Sin embargo, la Fiscalía decidió no imputarles cargos por el momento, argumentando que aún se deben recopilar más pruebas para establecer si tuvieron participación directa."La Fiscalía se abstiene ahorita de vincularlas formalmente en este proceso. Lo que no se descarta es que más adelante, con otras pruebas que recaude la Fiscalía y la Policía, puedan ser procesadas también por el mismo delito", aseguró el abogado de la familia Moreno Jaramillo.Jaime Esteban Moreno Jaramillo tenía 20 años, cursaba séptimo semestre de ingeniería de sistemas y soñaba con trabajar en el desarrollo de proyectos tecnológicos. Sus allegados lo describen como un joven disciplinado, tranquilo y dedicado al estudio. También era aficionado al ajedrez, los videojuegos y a su equipo de fútbol, Independiente Santa Fe.VALENTINA GÓMEZ GÓMEZNOTICIAS CARACOLvgomezgo@caracoltv.com.co
Con Rosario Central dentro de la Copa, solo queda un puesto disponible para el ingreso directo y otro para el repechaje, entre Boca (56 puntos) y River (52), que jugarán el domingo próximo en La Bombonera.A diferencia de su archirrival, River prolongó su mal momento con una caída dolorosa por 1-0 ante Gimnasia, que pelea por no descender y celebró en el estadio Monumental después de 20 años.Marcelo Torres (55', de penal), delantero con pasado en Boca, anotó el gol para el triunfo del Lobo, que debió sufrir mucho más de la cuenta para celebrar, porque el árbitro Nazareno Arasa cobró un penal para River en el décimo minuto de descuento.Después de varios minutos y de revisión con el VAR, el arquero Nelson Insfran se lució con una estirada fenomenal hacia su izquierda y le negó el gol al colombiano Borja (90+12'), quien sigue en mala racha y no pudo salvar a un River que acumula cuatro derrotas seguidas en el Monumental entre el Clausura y la Copa Libertadores."Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", cantaron enojados los hinchas de River a sus propios jugadores, por una campaña sin títulos en 2025, y a un paso de quedarse afuera hasta de la próxima Libertadores.Con la derrota, el Millonario cayó al sexto puesto en el grupo B, pero aún mantiene chances de pasar a los playoffs, aunque la nota negativa es que quedó más lejos de Boca, su rival directo en la pelea por entrar a la Copa, y si no logra entrar por la tabla anual, solo le quedará ser campeón del Clausura como única opción.Por último, Godoy Cruz y San Martín de San Juan empataron 0-0, mal resultado para ambos, que están cada vez más complicados con la permanencia, con los mendocinos apenas un punto arriba del Santo sanjuanino y de Aldosivi, los dos últimos de la tabla anual y que, por ahora, caen a la segunda división.
Luego de la derrota 4-1 del América de Cali en su visita al Atlético Nacional por la ida de la semifinal de la Copa BetPlay 2025, el 'profe' Álex Escobar y el capitán de la 'mechita, Rafael Carrascal, comparecieron en rueda de prensa. Ambos dejaron sus sensaciones ante los medios de comunicación de lo que fue el desempeño de los 'diablos rojos' en la cancha del Atanasio Girardot, este domingo. Lamentaron las desatenciones en la parte posterior. "Dentro de la estructura que se planteó y el plan de juego era eso: tratar de controlar y tener buena posesión de pelota, de atacar, porque ellos también dejan espacios; pero volvemos a cometer errores comenzando el segundo tiempo y ya es muy complicado un tercer gol", dijo de entrada Escobar.El timonel encargado del América complementó que a "un equipo de la talla y capacidad de Nacional darle esas ventajas es muy complicado. Nos duele muchísimo, este clásico del fútbol colombiano es muy difícil y digerirlo de la manera cómo lo perdimos. Ahora lo que queda es levantar, hay que poner un poquito más, los muchachos lo saben, todos lo sabemos; hay que sobreponernos de este resultado adverso". Por su parte, Rafael Carrascal agregó que se van tristes pero que aún queda un juego de vuelta en la ciudad de Cali, mismo en el que irán por la hazaña. "La idea era controlarlo en todas las líneas, hasta el minuto 37 lo hicimos bien, pero son partidos de clase A donde no te puedes equivocar, nos equivocamos y nos marcan, y de ahí, fue otro partido diferente donde se soltaron más y encontraron espacios donde son fuertes, y desafortunadamente, hicieron la diferencia ahí. Nos vamos un poco tristes y esperemos la vuelta en casa por la hazaña, no hay de otra", sostuvo el oriundo de Tolú Viejo.Y agregó el capitán de la 'mechita': "Son partidos largos, son dos llaves, era una aquí y queda otra en Cali. Nada está escrito, se ha visto todo, muchas cosas han pasado en el fútbol. Una desatención de nosotros y el partido cambió todo, mientras tanto a Nacional lo teníamos controlado, no fuimos defensivos, esta es una plaza difícil. Intentaremos en la vuelta en casa competir y luchar". Por último, el volante sostuvo que esperan dar una mejor presentación en la vuelta. "No es un secreto que hace años que América no gana acá, es una plaza complicada, pero hay que seguir, el fútbol te da revancha. Prepararnos bien y esperar el próximo partido contra Nacional, un clásico, nos duele a todos perder con este equipo; ahora a seguir, levantar de cabeza porque no hay de otra", concluyó Carrascal.