Familias en Santander han denunciado presuntos maltratos y torturas a pacientes con discapacidad cognitiva en la IPS Elogios. Según afirman, exempleados del centro habrían entregado evidencias contundentes que respaldan estas acusaciones. Séptimo Día investigó el caso, conoció los testimonios de los familiares y obtuvo la respuesta del establecimiento.“Tristeza porque es un hijo, es un ser humano, una persona que tiene una discapacidad, pero no es culpa suya”, mencionó Julio Velandia, padre de una paciente de la IPS Elogios.Julio Velandia aseguró que su hijo, quien actualmente tiene 27 años, habría sufrido estos presuntos maltratos durante más de 10 años en la IPS Elogios. Sin embargo, fue hacia finales de 2024 cuando el padre comenzó a sospechar que algo no andaba bien en ese lugar.“Después de pasar el fin de semana, a veces él me decía ‘ir al colegio no’, y eso me llamó la atención”, relató a Séptimo Día.Según su testimonio, en julio de 2024 recibió un mensaje en su celular que alertaba sobre posibles agresiones a su hijo. “Me mandaron un video en el que él aparecía dormido y amarrado a la cama. Esas imágenes me conmovieron profundamente. Al ver eso, tomé la decisión inmediata de retirarlo del lugar”, explicó.Al igual que Julio Velandia, otros padres de familia también han denunciado los presuntos maltratos sufridos por sus hijos con discapacidad cognitiva en la institución, y exigen respuestas y justicia por lo ocurrido.“Esas imágenes son muy fuertes. Ese tipo de trato puede causarles traumas o incluso provocar que broncoaspiren. Los dejan sin movilidad y lo hacen para demostrar que ellos no tienen la razón”, afirmó una exempleada del lugar, a quien no se le reveló su identidad por seguridad.Otras denunciasMónica Patricia Camacho, madre de Javier Mauricio Franco Camacho, uno de los pacientes afectados, compartió su dolorosa experiencia. "Me dio mucha tristeza. Nunca me imaginé que fuera ser así maltratado y todo el tiempo, porque fue todo el tiempo que lo estuvieron maltratando a él", relató Mónica. Según ella, su hijo era inmovilizado desde las 3 de la tarde hasta las 8 de la mañana del día siguiente.Esta mujer aseguró que en 2012 conoció la IPS Elogios a través de Salud Total. Esta institución, representada legalmente por Amparo Durán, prometía avances significativos en el tratamiento de Javier. "A veces lo veía bien, a veces lo veía delgado y yo le preguntaba a él y me decía, 'me castigan a veces porque yo me como tal cosa o porque hago tal daño'", contó Mónica.En diciembre de 2024, una persona anónima se puso en contacto con Mónica para hacerle una advertencia alarmante: a través de fotografías y videos, le mostraron los presuntos maltratos que su hijo estaría sufriendo dentro de la institución."Eso ya es una tortura. Eso ya no es un castigo. Yo creo que no duraba un día, yo creo que él duraba ahí más de dos, tres días porque en las fotos se ve la espalda supremamente maltratada, quemada", relató.Por otro lado, María Luz Rodríguez, madre de Jaime Ricardo Carrasquilla, un joven de 30 años, denunció que su hijo fue víctima de maltratos durante los meses que permaneció en la IPS Elogios. “La cara de angustia que tiene él en los videos, es rogándoles que le den comida. Eso para nosotros fue terrible”, afirmó María Luz.A la mujer le informaron que en la IPS Elogios su hijo recibiría terapia psicológica, de lenguaje y otros tratamientos adecuados para su condición. Sin embargo, esa expectativa cambió drásticamente cuando una exempleada del lugar se puso en contacto con ella y le mostró evidencias de lo que realmente ocurría dentro de la institución con los pacientes.“Esa no es la manera de tratar a una persona con discapacidad; ellos son seres humanos, son como niños. Para mí, eso es agresión, maltrato y tortura. En todas las fotos se ve claramente a unos muchachos que los están torturando”, denunció.Luego de eso, decidió retirar de inmediato a su hijo Jaime y aseguró que se arrepiente profundamente de haberlo ingresado a ese lugar.Respuesta de la IPSEl equipo de Séptimo Día intentó comunicarse con las personas señaladas por los presuntos maltratos y torturas dentro de la institución, pero ninguna de ellas respondió ni brindó declaraciones.Rodrigo Prada, abogado de Amparo Durán, se pronunció al respecto. “¿Para usted esto está bien? Es que no tiene que parecerme bien a mí; quien debe considerarlo apropiado es el personal médico. No es un tema de percepción”, dijo.Asimismo, el secretario de Salud en Santander reveló que, hace menos de tres años, las autoridades detectaron irregularidades en la IPS Elogios. “Se le realizó una visita de inspección, vigilancia y control, en la que este prestador no cumplía con algunos estándares relacionados con las hojas de vida del personal. En este momento, la institución se encuentra en un proceso que debe seguir su curso”, aseguró.Cabe resaltar que la Policía de Bucaramanga, en coordinación con la Fiscalía, adelantó una investigación que culminó con la captura de siete personas, entre ellas Amparo Durán, por el presunto delito de tortura agravada. Sin embargo, el proceso no prosperó, ya que el juez determinó que habían errores en los procedimientos, declaró las capturas ilegales y dejó en libertad a todos los implicados.Las autoridades serán las encargadas de determinar si se cometieron o no delitos. Mientras avanza el proceso judicial, las familias afectadas exigen justicia y garantías de no repetición. Este caso ha reabierto el debate sobre la necesidad de una supervisión más rigurosa del Estado a las instituciones que prestan servicios a personas con discapacidad.
El 7 de agosto de 2009 fue hallado, en avanzado estado de descomposición, el cuerpo de Angie Tatiana Cuervo, una joven de 17 años, en un río cercano a Ibagué, Tolima. La causa de muerte fue un trauma causado por un objeto contundente. El Rastro investigó quién estaría detrás del asesinato de la adolescente.Angie Tatiana creció junto a su medio hermano, John Andrés Cuervo. Ambos eran hijos de Julio Hermes Cuervo, un hombre trabajador y reconocido en el municipio de Venadillo. No obstante, John se fue a vivir con su madre biológica a los 12 años.La familia aseguraba que la relación entre los medios hermanos siempre fue buena; nunca se les oyó pelear ni tener discusiones fuertes. En 2006, tras pasar un par de años alejado, John decidió regresar a vivir con su padre y sus medias hermanas, motivado por su deseo de convertirse en policía.Al tiempo que la carrera de Jhon Andrés iba en ascenso, la relación con su familia, y en especial con su hermana Angie Tatiana, se fue fortaleciendo. No obstante, en las últimas visitas, Dayanna, la hermana menor de Tatiana, descubrió que algo extraño ocurría con sus hermanos.“Él se quedó en la misma habitación, él en una cama y yo en otra con mi hermana. Esa noche sentí a otra persona ahí. Mi hermana cogió a Jhon y lo empujó y le dijo que no la molestara, que se fuera para su cama”, contó Dayanna a El Rastro.Familia guardaba un secretoUn tío de la familia también notó actitudes extrañas entre los dos jóvenes. Sin embargo, los rumores sobre un posible noviazgo cesaron en 2008, cuando Angie Tatiana inició una relación sentimental con Otoniel Hernández, de quien quedó embarazada pocos meses después.Angie Tatiana le confesó a su madre que el hijo que esperaba no era de Otoniel, sino de su medio hermano John, algo que él siempre negó. “Eran hermanos, cómo se iba él a meter con su hermana. Les dije ‘miren necesito que solucionen este problema, me hice afuera esperando que ellos hablaran, no los oí gritar, tampoco alterarse”, mencionó Julio Hermes Cuervo, padre de los jóvenes.Al sentir que nadie le creía, Angie decidió hacerse una prueba de ADN tras el nacimiento de su bebé. El 4 de agosto de 2009, Angie se dirigió a una cita con John Andrés supuestamente para discutir una prueba de paternidad.Ese día, Angie y su bebé de 11 meses fueron vistos por última vez en un parque del barrio El Salado, en Ibagué.Tras tres días de búsqueda, campesinos alertaron a las autoridades sobre un cuerpo que era arrastrado por una quebrada. Al llegar al lugar, los agentes confirmaron que se trataba de Angie Tatiana. Desde entonces, el principal sospechoso fue su medio hermano, Jhon Andrés.Pruebas contundentesMedicina Legal determinó que la causa de muerte fue asfixia por sumersión y que el cuerpo presentaba múltiples golpes en el rostro y el abdomen. Meses después, la familia de Angie Tatiana entregó a las autoridades una muestra de ADN extraída del cordón umbilical del bebé que tenían guardado. El resultado fue contundente: 99,99% de compatibilidad con Jhon.Por estos hechos, a Jhon Andrés le imputaron los delitos de desaparición forzada agravada en conjunto heterogéneo con las conductas de homicidio agravado e incesto.“Hay un margen de error, nada es exacto. Esos peritos no tuvieron en cuenta o no se les informó que yo era el tío de la bebé, que Angie Tatiana era mi hermana. Si lo hubieran tomado en cuenta, sabrían que somos familia, y que por familia compartíamos genes”, dijo Jhon Andrés, desde prisión.“En ningún momento pensé matar a mi hermana ni lo hice. Nunca hubo algo que ameritara eso y aunque lo hubiera, era algo imposible de creer de matar a una hermana, por muy mala relación que haya”, comentó el señalado, quien alegó su inocencia.El acusado no aceptó los cargos, pero fue condenado a 50 años de prisión debido a las pruebas contundentes en su contra. Cuando El Rastro conoció el caso, el paradero de la bebé aún era un misterio.
Gladys y Nelson González emigraron a EE. UU. hace 35 años cruzando la frontera por Tijuana en busca del sueño americano. Lograron establecerse, trabajaron con esfuerzo, pagaron impuestos y formaron una familia. Sin embargo, nunca lograron regularizar su estatus migratorio. En Los Informantes relataron cómo fue su deportación y el profundo dolor de haber sido separados de sus hijas y de la vida que construyeron durante más de tres décadas.“Yo tenía en ese tiempo 18 años. Nelson tenía 22 años y estuvimos unos días en la Ciudad de México y después nosotros viajamos a Tijuana. O sea, nosotros cruzamos por Tijuana. En la frontera era que había un cambio de guardia a la media noche. Mientras salían los oficiales y entraban eran un lapso de que unos 15, 30 minutos y en ese momento era cuando la gente cruzaba. En ese tiempo no existía el muro”, reveló Gladys.Así llegaron ambos en 1989 a Estado Unidos, pasaron caminando por la playa de Tijuana, México, a San Diego, en California. Soñaban con alcanzar el anhelado sueño americano.“Trabajamos en muchas cosas, desde lavar platos, limpieza, pintar apartamentos, en una temporada de nuestra vida que tiramos 7 días a la semana periódico a partir de las 2 de la mañana hasta las 6 de la mañana. Ya nació a los 2 años nuestra primera hija”, contó Gladys.Se casaron, se convirtieron al cristianismo y, con mucho esfuerzo, lograron establecerse en Estados Unidos, pese a las barreras del idioma y las diferencias culturales. Llegaron con muchas ilusiones y metas, incluyendo la intención de legalizar su situación migratoria.En ese nuevo país nacieron sus tres hijas: Jessica de 33, Stephanie de 28 y Gabriela de 23, todas ciudadanas estadounidenses. Nelson obtuvo su permiso de trabajo, lo que le permitió sacar adelante a su familia.Complicaciones en su situación migratoriaEn 1994, su solicitud de asilo fue rechazada debido a inconsistencias en la fecha de ingreso al país presentadas ante la corte migratoria. A partir de entonces, comenzaron un largo proceso de apelaciones. Mientras esperaban una decisión definitiva, continuaron renovando su permiso de trabajo año tras año."Nos dio orden de deportación por eso. Entonces, desde ese tiempo nosotros empezamos a apelar nuestro caso. Hicimos de todo lo que fue posible, apelar al circuito, apelar a la Cámara”, dijo Gladys.Durante 13 años se reportaban regularmente ante inmigración. “Primero era cada 2 meses, cada 3 meses, cada 6 meses, después fue cada año”, contó Gladys. Aunque les renovaban los permisos, seguían siendo ilegales.“Siempre fuimos conscientes de que íbamos a salir. Lo único que nunca de la manera como nos sacaron, ese 21 de febrero fue drástico, fue cruel”, señaló Gladys.Así fue la deportaciónEl 21 de febrero de 2025 asistieron, como de costumbre, a su cita migratoria, sin imaginar que esta vez todo sería distinto. Fueron esposados y trasladados sin previo aviso, con apenas lo que llevaban puesto. Sus hijas permanecieron en Estados Unidos, junto a su nieto, a quien no podrán ver crecer.“Ese día sentí que dejaba mi familia atrás. Hasta ese momento estaba todo como perfecto, bonito, o sea, yo iba a trabajar, llegaba y disfrutaba de nuestros nietos porque yo podía hacer mi propio horario y sí, en ese momento cuando nos arrestaron, eso me dolió muchísimo de la manera como a mi esposa la esposaron. Yo solo le podía decir a ella perdóname”, relató Nelson.Pagaron más de seis abogados distintos durante estos años hasta que les llegó la mala hora. Las autoridades migratorias los separaron. Gladys y Nelson González pasaron a engrosar la lista de los colombianos ilegales detenidos para embarcarlos desde Estados Unidos de regreso a nuestro país. Para el primer trimestre del año iban 13 vuelos y 1359 connacionales deportados.La familia que había construido con tanto amor y esfuerzo se rompió en dos. El camino de vuelta a Colombia no fue nada fácil. Vivieron un proceso de detención doloroso: esposas, traslados nocturnos, revisiones corporales, y largas horas en centros de detención, separados y sin información clara.“Nos encierran en un cuarto y ya nos empapelaron. Ahí nos esposas en las manos, en el abdomen y en los pies. Yo llevaba medias cortas y les digo ‘Me está cortando’ y me dijeron ‘No hay afán’”, recordó Gladys.“Me sacaron de ese lugar a medianoche y me dijeron: ‘No tenemos por qué darle ninguna explicación’. Me trasladaron de Los Ángeles a San Diego. Ingresé al centro de detención a las tres de la mañana. Me tomaron fotos, huellas, todo el proceso de ingreso, como un preso. Me dieron uniforme. La primera semana fue muy dura, no paraba de llorar”, agregó.En una de las escalas, tuvo la fortuna de ver a sus hijas durante 45 minutos. Fue un encuentro breve, pero un bálsamo en medio del desconsuelo. “Luego de la visita, te sacan a un cuarto y básicamente te tienes que quitar toda la ropa. Te revisan por completo, yo no me esperaba eso”, dijo Gladys.Tras pasar por varios estados recogiendo otros inmigrantes que serían deportados, Gladys fue la primera en abordar el avión de regreso a Colombia y al rato vio a su esposo subirse. Van a regresar como salieron. “Para volver a empezar como extranjeros. Somos de aquí, pero Bogotá está grande, está cambiado totalmente”, afirmó Nelson.En medio de lágrimas, la pareja intenta vivir un día a la vez, aunque el dolor de estar lejos de sus hijas y de su nieto es una herida abierta que no deja de doler. La incertidumbre sobre el futuro y la sensación de haber sido arrancados de su vida en EE. UU. los acompaña cada día.Por otro lado, sus hijas solo sienten orgullo por el esfuerzo y sacrificio que hicieron sus padres para darles un mejor futuro. Según la política migratoria, una persona deportada no puede solicitar ningún tipo de visa durante 10 años. Aun así, los González están dispuestos a intentarlo todo nuevamente.
La deportación de la pareja colombiana Gladys y Nelson González después de 35 años en Estados Unidos marcó profundamente a sus tres hijas: Jessica, Stephanie y Gabriela. Los Informantes conoció el testimonio de las jóvenes que se quedaron en EE. UU., enfrentando la separación de sus padres y el impacto emocional de esta tragedia familiar, pues ellas son ciudadanas americanas y permanecerán en el país en el que nacieron. La noticia de la deportación de sus padres llegó de manera abrupta y devastadora para las hijas de Gladys y Nelson González. Jessica, la mayor, recuerda que pese a estar ilegales era un tema que no se tocaba en la familia: "Mis papás no hablaban de eso mucho porque no nos querían asustar".La familia había vivido en una especie de burbuja, tratando de mantener la normalidad a pesar de la incertidumbre legal que siempre los acompañó por más de tres décadas.El día de la deportación, Gabriela estaba en el trabajo cuando recibió un mensaje de su hermana Jessica: "Yo estaba en el trabajo y Jessica escribió que mis papás estaban detenidos. No les dijeron nada, solo les dieron una llamada". La noticia fue un golpe inesperado y doloroso, que dejó a las hermanas en un estado de shock y confusión.La lucha por mantener la unidad familiarA pesar de la distancia y la separación, las hijas de Gladys y Nelson han tratado de mantenerse unidas y fuertes. "Que se preocupen por ellos, que nosotros vamos a estar bien, que estén unidos y que se preocupen por ellos", contó Jessica. La familia ha intentado apoyarse mutuamente, aunque la ausencia de sus padres es una carga emocional difícil de sobrellevar.Las tres hermanas han tenido que adaptarse a una nueva realidad sin la presencia de sus padres. Jessica, Stephanie y Gabriela han encontrado consuelo en su fe y en la comunidad que las rodea. La iglesia, donde sus padres dedicaron tanto tiempo y esfuerzo, ha sido un pilar de apoyo durante este difícil proceso. "Necesitan sentirse orgullosos por el trabajo que ellos hicieron de mis hermanas y yo y pues también el trabajo que hicieron en la iglesia", afirmó una de las hijas.El orgullo por el esfuerzo de sus padresLas hijas de Gladys y Nelson sienten un profundo orgullo por el esfuerzo y sacrificio que sus padres hicieron durante sus años en Estados Unidos. La dedicación de sus padres a la familia y a la comunidad es un legado que ellas valoran y respetan.La historia de trabajo duro y perseverancia de Gladys y Nelson es una fuente de inspiración para sus hijas. Desde lavar platos y limpiar apartamentos hasta trabajar en exámenes médicos, sus padres hicieron todo lo posible para darles una vida mejor y cumplir el anhelado sueño americano."Trabajamos en muchas cosas, desde lavar platos, limpieza, pintar apartamentos, en una temporada de nuestra vida que tiramos 7 días a la semana periódicos a partir de las 2 de la mañana hasta las 6 de la mañana. Ya nació a los 2 años nuestra primera hija", afirmó Gladys.La incertidumbre del futuroLa deportación de sus padres ha dejado a las hijas González en una situación de incertidumbre. Aunque ellas pueden continuar con sus vidas en Estados Unidos, la separación de sus padres y la imposibilidad de reunirse con ellos en sueño estadounidense durante los próximos 10 años es una realidad difícil de aceptar."Ahorita viviendo un día a la vez, las hijas están allá, pero sabemos que tenemos un castigo de 10 años de no regresar al país, no podemos, pero vamos a intentar", afirmó Gladys.Sin embargo, la familia mantiene la esperanza de encontrar una manera de reunirse nuevamente. "Vamos a intentar", afirmó Gladys, reflejando el espíritu de lucha que siempre ha caracterizado a esta familia."Que se preocupen por ellos, que nosotros vamos a estar bien, que estén unidos y que se preocupen por ellos", reiteró Jessica, mostrando la fortaleza de la familia González.El día de la entrevista con Los Informantes a sus hijas les quedaban pocas horas en Colombia y regresarían a Estados Unidos, pues habían llegado a visitarlos y a acompañarlos mientras se acomodaban en Bogotá en un apartamento arrendado por algunas noches en la capital del país. La familia González, separada por las políticas migratorias, sigue unida en espíritu y en la lucha por superar esta difícil etapa de sus vidas.
Atlético Nacional no ha tenido los resultados esperados en la Copa Libertadores, en el que acumula tres puntos, producto de dos derrotas y una victoria. El talón de Aquiles, para los dirigidos por Javier Gandolfi, han sido los equipos brasileños a los que no ha logrado vencer. Precisamente, el 'rey de copas' tendrá dos partidos definitivos en sus aspiraciones por clasificar a los octavos de final de la Conmebol Libertadores. El primero de ellos será contra Internacional de Porto Alegre, equipo que en la ida derrotó 3-0 a Atlético Nacional con triplete de Alan Patrick. Hora y dónde ver Nacional vs. Atlético Nacional por Copa LibertadoresPor la cuarta fecha del grupo F de la Copa Libertadores, Atlético Nacional se verá las caras con Internacional de Porto Alegre. Este partido está programado para el jueves 8 de mayo a partir de las 7:30 p. m. (hora colombiana), con transmisión de 'Espn' y 'Disney+'.¿Cómo llega el Inter de Porto Alegre para el duelo contra Nacional?El equipo dirigido por Roger Machado viene de caer en su más reciente presentación en el Brasileirao frente a Corinthians, que se impuso 4-2 en el estadio Neo Química. El triunfo del ‘timao’ se dio gracias a un triplete de Yuri Alberto y un tanto de Igor Coronado. Por el lado del Inter, descontaron Brian Aguirre y Thiago Maia. Con esta derrota, el conjunto brasileño se ubica en la novena posición de la tabla con nueve puntos.Por su parte, Atlético Nacional viene de empatar 1-1 como visitante frente a Independiente Medellín. Sin embargo, el resultado dejó un sabor amargo entre la afición 'verdolaga', ya que los dirigidos por Gandolfi jugaron gran parte del encuentro con superioridad numérica, situación que desató críticas hacia el estratega argentino por no aprovechar la ventaja.Atlético Nacional, entre críticas y un regreso esperado Para el duelo frente al Inter, Nacional contará con el regreso de Marino Hinestroza, quien aparece en la lista de convocados tras cumplir una fecha de suspensión. El mediocampista de 22 años no pudo estar contra Bahía por la expulsión que sufrió precisamente frente al Inter en el partido de ida en Brasil. Ahora tendrá la oportunidad de reivindicarse en un partido clave para las aspiraciones del equipo.Tabla de posiciones grupo F de la Copa LibertadoresBahia: 7 puntos (4 PJ)Internacional: 5 puntos (3PJ)Nacional: 4 puntos (4PJ)Atlético Nacional: 3 puntos (3PJ)
En la tarde de este miércoles se dio inicio a las audiencias de imputación y medida de aseguramiento preventiva contra Freddy Arley Castellanos Velasco en la URI de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá. Castellanos, de 36 años de edad, es señalado de ser el presunto responsable del abuso sexual de al menos 12 menores de edad en el Hogar infantil Canadá sede F a cargo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en la localidad de San Cristóbal.Noticias Caracol conoció que en la diligencia, que se lleva a cabo de manera privada, se mencionaron tres casos de abuso relacionados con tocamientos a menores de edad. A Castellanos le imputaron cargos por acceso carnal abusivo y acto sexual abusivo con menor de 14 años, pero no los aceptó y se declaró inocente.Noticia en desarrollo.
Ben y Jess Illingworth son dos hermanos que en la actualidad lamentan haber desatendido algunas señales que indicaban que su hermana Gemma estaba atravesando por un complicado momento de salud. La mujer falleció a los 31 años, luego de haber sido diagnosticada con una extraña demencia de la que habían señales desde años atrás, pero que nunca generaron alerta.Gemma era la hermana del medio y, según relataron sus hermanos al contar su historia en Pa Media, un sitio en el que las personas narran historias de la vida real, siempre tuvo algunos problemas para realizar tareas sencillas, algo por lo que ellos no se preocupaban, pues simplemente creían que la mujer era "despistada" o "tonta"."Quizás estábamos un poco en negación, no lo sé, pero nunca se nos pasó por la cabeza que estuviera realmente enferma. Simplemente necesitaba un poco más de apoyo", señaló su hermana menor, Jess. Recordó también que desde la infancia Gemma tenía dificultades en la vista, con su coordinación, el sentido de la orientación y no podía decir la hora.Ninguno de estos gestos, según sus hermanos, fue una señal lo suficientemente reveladora "para pensar que tenía una enfermedad tan horrenda". Con el paso de los años, la mujer llevaba a cabo una vida aparentemente sana, normal e independiente. Llegó a estudiar en el Leed College of Art y en la Universidad Metropolitana de Londres, también trabajó en Nueva York y Londres.La alerta llegó muy tardeLa vida de Gemma fue normal hasta los 27 años, en ese entonces decidió radicarse de nuevo en Manchester para estar cerca de su familia. Aunque al principio seguía siendo una mujer independiente, con el tiempo empezó a necesitar constantemente el apoyo de sus padres para diferentes tareas cotidianas como apagar la ducha y estufa de su casa o que se colocara bien la ropa.En 2020 el confinamiento la afectó bastante. La mujer trabajaba para una empresa de seguros, pero no pudo seguir con el trabajo desde su casa, porque por algún motivo desconocido no lograba ver y procesar la información que tenía en su computador. A finales del año la despidieron de su trabajo por ansiedad y depresión.Estos hechos la llevaron a realizarse unos exámenes neurológicos que, finalmente, le indicaron la enfermedad que, aparentemente, estaba enfrentando desde hace varios años. En 2021 fue diagnosticada con atrofia cortical posterior (PCA), una extraña forma de demencia que hace que el procesamiento de la información visual y espacial se degeneren.En ese momento la familia se percató de que todas esas cosas que les hacía pensar que Gemma era "despistada" o "tonta", eran realmente señales tempranas que se fortalecieron con los años. A sus 28 años se hicieron más evidentes, cuando la mujer casi no podía ver ni coordinar sus movimientos para acciones del día a día.Aunque Gemma inmediatamente empezó un tratamiento médico, realmente su enfermedad estaba tan avanzada que, después del diagnóstico todo empeoró y rápidamente empezó a tener problemas para comer por sí sola, caminar y hablar. "Ella no entendía del todo lo que estaba pasando y pensaba que podía vivir una vida normal, pero no pudo... antes de que nos diéramos cuenta, no podía vivir sin ayuda. No sabíamos que sería tan rápido", dijo su hermano mayor.Sus hermanos y su mejor amiga se comprometieron con su cuidado y con saber sobre esta rara enfermedad, tanto que corrieron el Maratón de Londres para recaudar dinero para National Brain Appeal y Rare Dementia Support (RDS), pero esto no fue suficiente pues Gemma murió a mediados de 2024, a sus 31 años, y tan solo cinco meses después de que sus seres queridos participaran de esta actividad.Sus hermanos se encargaron de que Gemma pasara sus últimos momentos feliz, aunque ella no entendía lo que estaba pasando, nunca estuvo hospitalizada pues ellos se encargaron de ella en casa de sus padres. "Hasta el final, había partes de ella que permanecieron, podías pasar por muchas horas difíciles, pero aún así podías reírte de ella. Tenía un sentido del humor un tanto perverso que definitivamente no desapareció", señalaron.MARÍA PAULA GONZÁLEZPERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOLCORREO: mpgonzal@caracoltv.com.co
En la tarde de este miércoles 7 de mayo las autoridades registraron una balacera en inmediaciones del parque de la 93, en Bogotá. Los hechos se habrían presentado luego de un intento de robo a una de las personas que transitaban por el lugar, según lo dieron a conocer las autoridades. El hecho se presentó, exactamente, en la calle 95 con carreras 13 y 14. Las autoridades dieron a conocer que todo inició cuando un grupo de delincuentes intentó a robar a un sujeto; debido a la reacción oportuna de las autoridades, los delincuentes se dieron a la fuga y en el escape dispararon contra los uniformados. Se sabe que, por ahora, fue capturado uno de los señalados ladrones, quien resultó herido en la persecución. Del intento de hurto también quedó una motocicleta, la cual fue destruida e incendiada por los transeúntes. Se espera, por ahora, que se el sujeto capturado quede puesto a disposición de las autoridades competentes y que las respectivas investigaciones permitan dar con los demás involucrados.Robos en Bogotá durante el primer trimestre de 2025Durante los primeros tres meses de 2025, se reportaron 19.870 casos de hurto a personas en Bogotá, lo que representa una disminución del 12,7% en comparación con el mismo periodo de 2024. Las zonas con mayor número de incidentes fueron Suba, Engativá, Teusaquillo y Kennedy.La mayoría de los robos ocurrieron durante las noches, especialmente en la madrugada de los viernes y sábados. En cuanto a las formas en que se cometieron los delitos, predominó el hurto sin uso de armas, aunque también se registraron hechos con armas blancas y de fuego.Zonas con mayor inseguridad en BogotáEn 2025, las localidades más afectadas por la delincuencia en Bogotá son Ciudad Bolívar, Kennedy, Bosa, Los Mártires y Antonio Nariño, debido a sus altos niveles de criminalidad.En Ciudad Bolívar se presenta una alta tasa de homicidios y violencia intrafamiliar, agravada por la presencia de grupos criminales en varios sectores, lo que incrementa la percepción de inseguridad. Kennedy, una de las localidades más pobladas, registra numerosos robos a personas, viviendas y comercios. Bosa enfrenta retos similares, incluyendo violencia de género y asaltos en vía pública.Por su parte, Los Mártires es un punto crítico por la criminalidad organizada, incluyendo el tráfico de drogas y los asaltos a mano armada. La presencia de habitantes de calle y el comercio ilegal de objetos robados empeoran la situación. En Antonio Nariño, aunque se trata de una zona más pequeña, se ha observado un aumento en los robos a personas y vehículos.Ante esta situación, las autoridades han incrementado los operativos en las localidades más afectadas, fortaleciendo la presencia policial y aplicando estrategias preventivas. No obstante, se recomienda a la ciudadanía mantener precauciones, evitar zonas peligrosas y reportar cualquier actividad sospechosa. La colaboración entre la comunidad y las autoridades es esencial para mejorar la seguridad.
En el barrio Boitá, en la localidad de Kennedy, al occidente de Bogotá, la comunidad alertó a las autoridades después de encontrar restos humanos en la calle. Un hombre que sacó a pasear a su mascota en la mañana de este miércoles encontró una extremidad humana. Según confirmaron las autoridades el hallazgo se dio sobre las 8:00 de la mañana en cercanías a un conjunto residencial.Miembros de la Policía del CAI Timiza se dirigieron a la calle 45 Sur con carrera 72D. Los uniformados confirmaron la presencia de un miembro inferior derecho y un pie del miembro inferior izquierdo. Según las autoridades, solo la investigación determinará si se trataba de una mujer o un hombre, y de si ambas extremidades pertenecen a la misma persona.La concejal de Bogotá Ana Teresa Bernal Montañéz comentó el hecho en sus redes sociales: "La comunidad del barrio Boitá en la localidad de Kennedy me ha informado del hallazgo del cuerpo desmembrado, aparentemente de una mujer. Solicito con urgencia a Medicina Legal realizar el levantamiento del cuerpo con la mayor prontitud posible. Este hecho nos estremece y exige acciones inmediatas de las autoridades. Urge presencia y respuesta institucional".De acuerdo con información compartida por El Tiempo, los investigadores judiciales dijeron que la noche anterior se habría escuchado la discusión de una pareja a pocos metros del lugar donde se encontraron los miembros humanos. Cámaras de seguridad de la zona y testimonios de los habitantes serán importantes para las autoridades al momento de determinar los datos de tiempo y circunstancias en los que se dieron los hechos.Seguridad en BogotáDe acuerdo con los datos más recientes compartidos por la Alcaldía de Bogotá, los homicidios en la ciudad se han reducido. "En abril los homicidios se redujeron un 13% en Bogotá frente al mismo mes de 2024. Esta reducción confirma una tendencia que arrancó en octubre de 2024 y que debemos mantener. Sabemos que necesitamos redoblar los esfuerzos para que los bogotanos se sientan seguros", escribió el alcalde, Carlos Fernando Galán, en sus redes sociales."En febrero y abril de 2025 se ha registrado una reducción frente a 2024. Nuestro objetivo es reducir y mantener la tasa de homicidios en un solo dígito. Para eso, es fundamental seguir atacando de frente las economías ilícitas y las organizaciones criminales que se han fortalecido a nivel nacional y que afectan a Bogotá", agregó el mandatario. Según los datos compartidos por Galán, en enero se presentaron 98 casos, en febrero 77, siendo este el de menos casos, mientras que marzo y abril presentaron 106 y 100 casos, respectivamente.MATEO MEDINA ESCOBAR
La comunidad de la localidad Rafael Uribe Uribe en el sur de Bogotá, denunció que las calles del sector se convirtieron en botaderos de llantas que causan problemas sanitarios y ambientales.La situación, se da pese a que junio pasado, la administración distrital destinó varios puntos en Bogotá para la recolección adecuada de este tipo de materiales.“Estas llantas provienen de muchos talleres, de estaciones de servicio que están entre el barrio Inglés y el barrio Bravo Páez”, denunció Christian González, líder comunitario.La comunidad ha expresado su preocupación porque las llantas se convierten en el hábitat propicio para plagas como ratones y mosquitos.
Las autoridades ambientales han tomado seis muestras para analizar qué tipo de químico es el que tiñó de negro el caudal y desde dónde fue arrojado.
Contaminación mortal: detectan plomo en sangre de población en Atlántico
Mamo de los Kogis se reunió en Washington con presidente del BID
Emergencia sanitaria en Tumaco por contaminación de tres ríos