La comunidad de la localidad Rafael Uribe Uribe en el sur de Bogotá, denunció que las calles del sector se convirtieron en botaderos de llantas que causan problemas sanitarios y ambientales.
La situación, se da pese a que junio pasado, la administración distrital destinó varios puntos en Bogotá para la recolección adecuada de este tipo de materiales.
“Estas llantas provienen de muchos talleres, de estaciones de servicio que están entre el barrio Inglés y el barrio Bravo Páez”, denunció Christian González, líder comunitario.
La comunidad ha expresado su preocupación porque las llantas se convierten en el hábitat propicio para plagas como ratones y mosquitos.
Publicidad