Misil balístico de medio alcance, lanzado desde avión militar norteamericano sobre el Pacífico, fue interceptado por el sistema THAAD con base en Alaska.
La tensión aumenta y el Pentágono comenzó a hablar de manera explícita de respuesta militar, mientras que China llamó a todas las partes a la moderación.
Voló unos mil kilómetros y cayó en el mar de Japón, que junto a EE. UU. y Corea del Sur, entró en máxima alerta por la segunda prueba de este tipo en un mes.
El proyectil puede llegar a cualquier país del mundo, según el Gobierno de ese país. Donald Trump dijo que la paciencia con Pyongyang se está acabando.