El fútbol une a todos sus aficionados. Durante 90 minutos se olvidan las diferencias religiosas, políticas o de género, entre otras. Hombres y mujeres lloran, rezan, festejan y sufren por igual. Es difícil escapar a este tsunami de emociones.>>> También le puede interesar: ¿Podría sufrir un infarto en la final de la Copa América? Le contamos cómo prevenirlo“Vivo los partidos con nervios, con el corazón a mil”; “me pongo nervioso y me dejan solo porque los demás no se aguantan ver el partido”; “lo vivo muy intenso. Como que uno se mete en el cuento y es como si estuviera en el partido”, aseguran varias personas sobre las emociones y sentimientos que despiertan para ellas los juegos de la selección Colombia.Juan Manuel Orjuela, neuropsiquiatra, explica: “Siempre es fundamental expresar las emociones, tener un buen grado de catarsis durante el partido, pero con el bombillo de la autoconciencia, de la empatía con los demás, de la tolerancia”.Así como el balón no debe salir de la cancha, tampoco las emociones deben desbordarse. El mismo fútbol es contundente y nos enseña que en esos casos hay tarjeta roja. Así que, por más intensas que sean las emociones, no justifican hechos violentos, resultado en muchas ocasiones de impulsividad mezclada con consumo de sustancias."El alcohol desinhibe el sistema nervioso, le quita las riendas, el freno, y si la persona de base ya es impulsiva o tiene algunos conflictos que no ha trabajado o elaborado, es un escenario perfecto para que canalice esas emociones negativas y las desborde frente a otras personas en conductas agresivas o impulsivas”, complementa Orjuela.Diego Vargas, psiquiatra de la Clínica Monserrat en Bogotá, asegura que “esto, definitivamente, trae un sinfín de problemáticas en la salud mental de las personas. Y estamos hablando de un entorno y un juego que, por el contrario, debería contribuir al bienestar y la salud mental de todos”.El partido y la descarga de emociones pasan, pero las consecuencias pueden perdurar toda la vida.“Debemos tener en cuenta que es un momento y que la vida sigue. Que la vida, los planes, los proyecto y la prospección del futuro debe continuar; que no debe ser momento de desbordamiento”, dice Orjuela.“El fútbol o los deportes son como la vida. Algunas veces se gana, otras veces se pierde, y de las dos cosas debemos aprender”, puntualiza Vargas.¿Un partido de fútbol puyede poner en riesgo la salud cardiovascular?Además del guayabo moral, el cóctel de emociones, alcohol, pasabocas poco saludables y hasta las bebidas energizantes ponen también en riesgo la salud cardiovascular.Un estudio alemán, durante el Mundial de 2006, registró que las emergencias cardiacas se triplicaban en hombres y duplicaban en mujeres cuando jugaba la selección local.John Alexander Ramírez, cardiólogo de La Cardio, en Bogotá, corrobora que esto “sí realmente ocurre, sobre todo en urgencias: aumenta la frecuencia de episodios arrítmicos, crisis hipertensiva o cuadros de dolor de pecho, que pueden ser variedades desde angina, problemas coronarios, hasta causas no coronarias de dolor”.Hay mayor precaución si la persona ya tiene algún factor de riesgo. Ante señales de alarma como sensación de picada o dolor opresivo en el pecho, ganas de vomitar, fatiga, ahogo, o falta de aire, consulte inmediatamente. No espere a que termine el partido. En estos casos, el tiempo es oro.>>>También puede leer: Final de la Copa América: la importancia del manejo responsable de las emociones
En Colombia, 9 de cada 1.000 niños nacen con problemas del corazón y no todos son diagnosticados y tratados de manera oportuna, por ello desde hace casi 30 años la Fundación Cardio Infantil recorre el país buscando estos casos y salvando a los más pequeños. Durante su última brigada, los especialistas viajaron a San Andrés para revisar los latidos de los niños de la isla.Le recomendamos: ¿Cómo prevenir un infarto y otras enfermedades cardiacas? Ojo a estas recomendacionesWendy Agresott, la madre de Dante, un pequeño de 5 años, es una de las cientos de personas que esperaba ansiosa la visita de la Fundación Cardio Infantil a la isla, especialmente porque desde hace unos meses su hijo comenzó a decirle que sentía que le “parpadeaba” el corazón. Se espera que durante la visita los médicos puedan atender a cerca de 300 niños del Archipiélago, a quienes se les tomará el peso, la talla, los signos vitales, un electrocardiograma y después se les hará una evaluación por parte de pediatría y cardiología.“En San Andrés, por el tema de distancias, el acceder a una cita médica no es nada fácil”, destacó Alexander García Rojas, subdirector del Banco de Alimentos de la isla.Estas brigadas de salud cardiovascular llevan 27 años, durante los cuales han visitado más de 350 municipios colombianos, beneficiando a más de 17.000 niños que han sido intervenidos y más de 50.000 consultas de valoraciones de diferentes modalidades. Esta titánica labor, que pretende ser una herramienta que lleve la salud a todos los rincones del país, no sería posible sin la ayuda de amigos y voluntarios de La Cardio, quienes les permiten desplazar equipos y familias para recibir la atención que necesitan para salvar vidas.Por ejemplo, la aerolínea Latam, uno de los aliados estratégicos, ha logrado transportar más de 230 niños de las regiones hacia Bogotá para poder ser atendido y 160 médicos hacia las brigadas de cuidado del corazón en los territorios.Familias, pacientes, voluntarios, médicos ven con satisfacción la labor de cuidar los pequeños corazones de la isla de San Andrés y toda Colombia. Los niños, con sus sonrisas y ocurrencias, también agradecen la ruta del corazón, que seguirá su camino aliviando los latidos de los más pequeños del país. En otras noticias: Crudo panorama del hambre en Colombia: a 3,4 millones de personas les es difícil acceder a alimentos
El 23 de julio de 1973, los doctores Reinaldo y Camilo Cabrera Polanía abrieron las puertas de uno de los sueños en salud más importantes de la medicina colombiana: La Fundación Cardioinfantil. Cincuenta años después, LaCardio se posiciona como la primera en trasplantes a nivel nacional.Puede interesarle: ¿Corazón roto por una infidelidad? Mujer terminó en el hospital tras finalizar relación con su novioLos doctores Cabrera Polanía gestaron el proyecto como una institución que permitiera salvar la vida de los más pequeños y vulnerables del país. Fernando Marín Arbeláez, uno de los especialistas que labora actualmente en LaCardio, recuerda que para esa época "era un sueño completo poder atender a niños con cardiopatías congénitas en el país", puesto que no se contaba con tecnología, equipos o mano de obra calificada para poder tratar a pacientes con este tipo de enfermedades.Aunque inicialmente la atención estaba orientada al público infantil, hoy ha pasado por una transformación que, sin perder de vista su compromiso social inicial, ahora se ha convertido en un referente en salud para la población adulta y pediátrica, haciendo que más de un millón de familias se beneficien anualmente de la atención médica especializada que ofrece el centro. "Queremos expandir con tecnología, con personal, con talento humano", expresó el cardiólogo.Además de los más de 56.000 pacientes que han pasado por sus salas, LaCardio también cuenta con programas bandera de apoyo nutricional y atención a familias de escasos recursos que han cementado una base de oportunidades para que los más necesitados puedan tener una mejor calidad de vida.Vanessa Romero, coordinadora de enfermería de LaCardio, destaca que para cada uno de los profesionales de la institución es vital "la pasión" con la cual entregan todo su trabajo día a día y "el amor" que le dan a sus pacientes.Estos esfuerzos por cuidar la vida de sus pacientes dejan una huella imborrable en sus corazones. Aracely Buitrago Guzmán, una de las internadas, destaca que "la atención de las enfermeras, cardiólogos y cirujanos es muy buena".Así mismo, Valeria Rodríguez, una paciente que tuvo un trasplante en LaCardio, admitió que tras el procedimiento esta institución se convirtió en su segunda casa, ya que "todo el personal siempre se comporta como un amigo más".El sueño de dos hermanos trascendió y transformó a miles de personas en toda Colombia. Tras 50 años conectando la ciencia y el amor por el servicio, admiten que hoy, más que nunca, se sincronizan "con los corazones de aquellos que guardan la esperanza de tener una nueva oportunidad de vida".En otros temas de salud: ¿Qué es el pie equino varo y cómo puede tratarse?
En medio de la conmemoración del día mundial de la donación de órganos, más de tres mil pacientes diagnosticados con patologías avanzadas en Colombia se encuentran a la espera de un donante, una cifra que sigue en aumento y que pone sobre la mesa la dura situación que viven estas personas y sus familias.Vea, también: ¿está realmente cerca una vacuna contra el cáncer de piel?Víctor Manuel Caroll, a sus 17 años, ha sido trasplantado dos veces y hoy se convierte en un testimonio del verdadero significado de volver a empezar con un nuevo órgano compatible a su cuerpo.“El primer trasplante fue por problema de vías biliares y el segundo fue por el lado pulmonar. El primero fue cuando tenía dos meses y el segundo fue en septiembre 13. Comenzaron a ponerme en lista y a los cuatro días apareció el donante. Fue cadavérico y del primero también fue cadavérico”, recuerda.Han pasado cinco meses desde la intervención médica, y para él, su vida cambió desde que recibió la noticia de que había donante y la espera había terminado.“Si ese paciente estuviera vivo le diría que muchas gracias la verdad y también muchas gracias a mi familia. Por el problema que tenía del cansancio, me falta mucho el aire y, por eso, ahora me siento mejor”, dice Víctor Manuel.El agradecimiento que hoy siente este paciente es la esperanza y el motor de otros como José Ramón Nomesqui, que aún sigue en lista, sin encontrar un donante. Lleva más de un año esperando que alguien sea compatible y acceda a donarle el hígado y el riñón.“A veces es duro, pero uno siempre está como en la mente de uno, esperando el momento. Es volver a nacer y vivir agradecido”, reflexiona.Y es esta una crítica etapa a la que se enfrentan quienes dependen de una donación de órganos para tener otra oportunidad de vida. En Colombia, actualmente hay 3.600 pacientes que requieren de un donante y se encuentran en lista de espera; 20% de estos pacientes podrían fallecer esperando la llamada de donación, pues solo ocho personas por millón de habitantes dejan claro que quieren ser donantes.“Lastimosamente, en comparación con otros países, estamos muy por debajo. Europa, en donde son 32 donantes por millón de habitantes; aquí es de ocho. Todo se debe posiblemente a mitos, falta de educación. Dentro de los mitos, lo que más suena es el tráfico de órganos y pues quiero recalcar que eso en Colombia no existe, no hay ningún tipo de documentación en Medicina Legal que conste de robo de órganos”, explica el cirujano Andrés Murcia.Ante los índices muy bajos de donantes, en algunos casos, como el de la pequeña Salomé de 3 años, la alternativa es que uno de sus familiares compatibles done una parte de sus órganos para salvar la vida de su ser querido. El papá de Salomé tomó esta decisión hace tres años.Recuerde que sí se puede donar en vida, siempre y cuando se haga bajo algunos parámetros y de manera informada.“Uno puede donar los órganos que son pares, como los riñones. Uno puede donar un riñón y aquellos órganos que pueden regenerarse como el hígado, del 30 al 70% del hígado y se regenera”, agrega Murcia.Todos podemos ser donantes, la decisión está en nuestras manos.Cerca de mil personas en Colombia necesitan un trasplante de córnea
El pequeño Miguel Rodríguez requería con urgencia un trasplante de riñón para salvar su vida, por lo que fue trasladado en un avión de la Policía a Bogotá, donde los médicos lo esperaban para realizar el procedimiento.Podría leer: Las manos milagrosas que están detrás de los trasplantes de tejidos y órganos en Colombia“A las 5:30 a.m. recibí el mensaje que ya era compatible con la persona, que tenía que viajar de una vez y yo no sabía ni qué hacer. El niño se estaba alistando para ir al colegio y le dije amor ‘nos tocó irnos’”, declaró Leidy Cruz Rivera, madre de Miguel.Este niño, de 14 años, estuvo casi un año en una lista de espera para tener un riñón nuevo, pues, de acuerdo con su mamá, desde que nació sufrió de una insuficiencia renal crónica, por lo que los médicos no le daban esperanza de vida a su bebé.“Me dijeron los médicos 'si el niño no da evolución con los medicamentos, nos da mucho dolor en el alma, mamá, pero bautízalo y ya no hay esperanza', ese día nunca se me olvidará”, agregó la mamá de pequeño.Leidy dice que, por su fe, su hijo ha vivido tanto tiempo pese a la poca esperanza de vida que le dieron los doctores. Sin embargo, hace seis meses aproximadamente, un médico le dijo que el trasplante de riñón era urgente.“A mí me habían dicho qué seguía si no podía hacer una diálisis y yo le pedía mucho a mi Dios que no llegara mi hijo a eso”, agregó esta madre.Lea, además: Recibieron trasplante de órganos del mismo donante el Día de San Valentín: son inseparablesPara evitar eso, el riñón que la esperaba en Bogotá era la oportunidad para que su hijo siguiera vivo, pero tenía que llegar al hospital de la capital antes del mediodía. Tras recibir la llamada a las cinco de la mañana, empacó y llegó a las 7:00 a. m. al aeropuerto de Cúcuta.Desesperada buscó la ayuda de un policía, compañero de su esposo, quien se enteró de que un general estaba en Cúcuta en una misión especial.“Logré comunicarme de manera inmediata y él lo dejó, todo lo que estaba haciendo, la prioridad para nosotros es salvar la vida del niño, salgo de inmediato para Bogotá para salvar la vida”, manifestó la directora de Sanidad de la Policía Nacional, la general Sandra Pinzón.El general y sacerdote de la Policía Silverio Suárez interrumpió su misión, llegó al aeropuerto de Cúcuta para encontrarse con el niño y su mamá. Antes de abordar, hicieron una oración y bendijeron al pequeño Mateo para que todo saliera bien en la cirugía de trasplante de riñón.“Fundación Cardioinfantil nos informa de la posibilidad de realizar ese trasplante, pero teníamos un límite de tiempo impresionante, al mediodía teníamos que tener al niño aquí en Bogotá”, manifestó la general Pinzón.Aterrizaron en Bogotá y, antes del mediodía, llegaron al hospital Cardioinfantil, donde Miguel salió victorioso y bien de salud durante su trasplante.“Es impresionante el sentimiento de felicidad de poder lograr salvar la vida de este niño”, agregó la directora de Sanidad de la Policía Nacional.Miguel está feliz, recuperándose y dice que volvió a nacer gracias al trasplante de riñón. "Es como comenzar desde cero", apuntó.
Las cardiopatías congénitas son un grupo de enfermedades que están relacionadas con el corazón. Generalmente, afectan a los recién nacidos, por lo que una alerta temprana es la clave para asegurar un tratamiento a tiempo.En Noticias Caracol Ahora, el cirujano cardiovascular pediátrico y líder médico del servicio de Cardiopatías Congénitas de la Fundación Cardioinfantil, Néstor Sandoval, explicó las razones por las que aparecen estas enfermedades, los factores de riesgo y los tratamientos que existen.Puede interesarle:¿Qué es "coronadengue" y cómo identificarlo?¿Qué deben tener una lonchera saludable?El doctor Sandoval también se refirió a las señales de alarma de una cardiopatía: "Color morado en la piel, uñas y orejas; dolor en el pecho o desmayos a cualquier edad; fatiga, cansancio y sudoración con la lactancia".En esta entrevista, encuentre más detalles sobre el tema.Otros temas de su interés:El joven colombiano que conquista el mundo con su piano"Nos queda un mes de contagios": médicos piden que no se baje la guardia con el tapabocasEl 10% de las empresas ha implementado la política de desconexión laboral en Colombia, según estudio
Una mujer logró dar el mejor regalo a su hija al donarle una parte de su hígado. Esta pequeña con tan solo 6 meses ha pasado las más duras pruebas.“Es un proceso muy difícil. Uno como mamá no quiere ver a su hija con todo lo que conlleva los exámenes”, expresó la madre de la niña.“Tiene meses de edad, desde el nacimiento está con coloración amarilla en la piel, ictericia se llama, y ha progresado rápidamente hasta la falla hepática”, informó Jairo Rivera, cirujano de trasplante de la Fundación Cardioinfantil.Ante ese diagnóstico, solo había una opción.“Cuando me dicen que tienen que hacerle el trasplante es como un balde de agua fría”, comentó Leonela Ramírez, madre de Jade.Regalo navideño🥰: niño le envío a la Policía sus ahorros para darles “gracias por su servicio”Leonela, en el mayor acto de amor, decidió donar una parte de su hígado a Jade. Noticias caracol estuvo en el procedimiento.“Retiramos todo el hígado de la bebé y en la mamá quitamos un pedacito de hígado, más o menos entre el 15 o 20% que le implantamos a la bebé”, informó el cirujano.La cirugía tuvo lugar en octubre, en la Fundación Cardioinfantil, donde un equipo de 7 personas las esperaba a las 7 a.m. Leonela fue la primera en ingresar a la intervención quirúrgica que duró 5 horas.“Acabamos de salir de la cirugía de la mamá. Todo salió muy bien, ahora viene la bebita”, comentó Rivera una vez terminó la intervención.Jorge Celedón repartió regalos en su tierra, VillanuevaEn una sala paralela ingresaron a la pequeña Jade. Allí, con delicadeza, los doctores la prepararon para recibir lo que sería su nuevo hígado.Después de casi 10 horas de cirugía, Leonela y su bebé pasaron a una sala de recuperación tras un exitoso trasplante hepático, un procedimiento que salva la vida de alrededor de 50 menores al año.Actualmente, dos meses después, la recuperación de ambas es notable y en una fecha como esta, la Navidad, invitan a hacer un alto y a recordar qué es lo verdaderamente importante.“Ahora que la tengo creo que la cuido y la valoro más que antes. Cada pequeño momento y cada sonrisa que nos regala es muy valiosa”, concluyó Leonela.
El programa fue creado hace 23 años y ayuda a niños colombianos de escasos recursos con enfermedades del corazón. Fonseca fue quien lideró el evento Salva Corazones, que apoya el programa social Regale una vida. Así fue la presentación en el teatro Colón de Bogotá.
El 14 de febrero no solo es el Día de los Enamorados, también es una fecha para hablar de los niños que llegan al mundo con problemas del corazón. Las cardiopatías congénitas son los defectos de nacimiento más frecuentes. Durante el embarazo, el corazón del bebé se forma por completo a las 8 semanas. Esa etapa es crucial para que este órgano se desarrolle bien. Pero puede pasar que quede un orificio o un hueco en las paredes que dividen las cavidades del corazón o que estas sean muy pequeñas. También, que se alteren los vasos sanguíneos o que alguna arteria esté bloqueada, lo que impide que llegue suficiente sangre a todo el cuerpo. ¿Por qué un niño nace con un problema de estos? Es la pregunta que todos los papás se hacen. Es importante saber que, aunque muchos factores influyen, hay casos en los que no es posible definir una causa. Por supuesto influye el hecho de que alguno de los padres tenga antecedente de cardiopatía congénita, también como efecto secundario del consumo de ciertos medicamentos durante el embarazo -de ahí la importancia de planearlo- o porque la madre, durante la gestación, tenga enfermedades como rubeola. Además, se han asociado al consumo de alcohol. ¿Cómo sabe un papá que su hijo tiene cardiopatías congénitas? Depende del problema. Algunos síntomas inmediatos, otros durante el crecimiento y algunos nunca. Podemos ver niños que respiran muy rápido, otros que se ponen moraditos: la boca, la piel, las manitos, por ejemplo, cuando succionan al lactarlos. Otros pueden tener retraso del crecimiento. Por eso hoy uno de los llamados es a la detección temprana a través del control prenatal, crecimiento y desarrollo. Según la Fundación Cardioinfantil, son siete mil niños que cada año nacen con estos defectos y casi la mitad no tiene los recursos para afrontarlo. La fundación tiene el programa Regale una vida, con el cual viajan a 12 ciudades brindando tratamiento gratuito. Se han beneficiado más de 50 mil niños.
En el Teatro Colón de Bogotá, y en compañía de la Orquesta Sinfónica Nacional, interpretó sus éxitos. Los fondos van para niños de la Fundación Cardioinfantil. El programa Regale Una Vida, que ayuda a 3.000 pequeños con problemas cardíacos, ofrecerá tratamientos gratuitos a 190 de ellos gracias a la iniciativa.