"Sigamos en contacto", decía en tarjetas que hizo a mano y que incluían la tabla Ouija, además de una foto de ella sacando la lengua y con un gesto irreverente.
Malvina y Sofía sacaron corriendo a ambos bandidos, incluido uno que portaba una pistola. El hombre al que ayudaron “sale con cacerola a darles comida”, dicen en el barrio.
Un hombre que eliminó 28 ejemplares se embolsilló una gran cifra. La especie se considera invasora, pues en esa zona ha prácticamente desterrado a mamíferos y causado otros daños.