Un juez de Mitú, capital del departamento de Vaupés, dictó una orden de captura contra un sujeto que es señalado de abusar de su hija, una menor de 13 años. Según la Fiscalía, producto de las violaciones, la joven quedó embarazada y dio a luz.Conforme a información revelada por el ente investigador, esta situación se dio a conocer gracias a una denuncia anónima en la que se detalló que los abusos sexuales iniciaron en el año 2015.Además, se indicó que en 2016 la menor quedó embarazada producto de las violaciones y posteriormente dio a luz.La investigación también puso en evidencia que la víctima manifestó que no quería vivir más con su progenitor, pues este la violentaba de manera sexual, no la dejaba salir de la casa y tampoco le permitía ir a estudiar.Con conocimiento pleno de la situación, las autoridades emitieron una orden de captura contra el sujeto, que es señalado de cometer el delito de acceso carnal abusivo con menor de catorce años en circunstancias de agravación.
Un juez de Mitú dictó medida de aseguramiento contra una mujer que se robó un bebé de apenas 12 días de nacido. Según información oficial, la hoy detenida aseguró a sus allegados que acababa de dar a luz.Conforme a lo reseñado por la Fiscalía General de la Nación, el hecho ocurrió el pasado 16 de agosto al interior de un resguardo indígena. Allí, la detenida “con engaños le arrebató el niño a su madre” y posteriormente huyó.No obstante, solo un día después, efectivos de la Policía Nacional la detuvieron. Los uniformados la encontraron en una vivienda en la que se escondía.Se conoció que la mujer intentó engañar a su compañero sentimental y le quería hacer creer que “había dado a luz a un hijo suyo”.Durante las audiencias, a la mujer se le imputó el delito de secuestro simple. Pese a que no aceptó los cargos, el juez del caso la envió a prisión.
Un bebé de 22 meses de nacido que fue herido con un proyectil de bala en el municipio de Mitú fue trasladado por una aeronave de la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, para recibir atención médica especializada.El niño, perteneciente a la comunidad indígena acayaca, tuvo un traslado aeromédico hasta el Comando Aéreo de Transporte Militar, CATAM, para ser hospitalizado en Bogotá.Durante el vuelo, el equipo médico que tripuló la aeronave King 350 se encargó de mantenerlo estable.Según un comunicado de la FAC, la herida de este bebé se produjo de manera accidental.
Un helicóptero militar desapareció del radar cuando adelantaba una operación entre San José del Guaviare y Mitú.No arribó a ninguna de las pistas autorizadas para su aterrizaje.Otras aeronaves, que sobrevolaban con el Black Hawk en el operativo, adelantan su búsqueda.
“Por favor, por favor, les estamos rogando que pongan su mirada y su corazón en estos pueblos”, dice el padre Andrés Eduardo Muñoz, párroco de Carurú, Vaupés.Y es que esta vez su verdugo silencioso no es una fiera en la espesa selva o un caimán hambriento en el río Vaupés… su enemigo es el coronavirus.Una de las razones de este urgente llamado es que viven en límites con Brasil, país que ocupa actualmente el segundo lugar a nivel mundial en contagiados.Además, los carurenses advierten que, desde San José del Guaviare, a través del río Vaupés, llegan decenas de lancheros que traen remesas y al mismo tiempo personas que recogen en el camino. Muchos que huyen del virus, según cuentan.También se refieren a una migración desde Mitú.“En estos momentos tenemos noticias que se nos viene la gente que está en la ciudad de Mitú, desesperada buscando refugio en este municipio, ya que esta zona está limpia”, dice Ismael Rodríguez, habitante de Carurú.Temen contagiarse del COVID-19, más aún porque afirman que no tienen elementos de bioseguridad ni atención adecuada si alguien enferma.“Nos están llevando a un verdadero etnocidio, donde los mestizos, los negros y los afros estamos siendo olvidados de manera cruel”, sostiene el padre Andrés Eduardo Muñoz.Ellos no quieren que su historia tenga un epílogo como el de La Vorágine, la inmortal novela de José Eustasio Rivera: “Ni rastros de ellos... ¡los devoró la selva!”.
Junto a la fundación Vuelos de Alegría, el cantante vallenato llegó hasta el Vaupés para regalarle a los pequeños un día cargado de música, abrazos y fotos.
La aeronave, en la que no viajaban otros pasajeros, quedó incrustada en medio de los árboles. “Lo halé y lo halé hasta que lo logré sacar”, relató José Sabana, el indígena que rescató al hombre que conducía la avioneta que cubría la ruta Puerto Ñi – Mitú. El hombre fue trasladado al hospital de Mitú y su diagnóstico es estable. Las autoridades por ahora no se han pronunciado sobre el accidente. Una comisión permanece en el lugar para identificar las causas del accidente.
Algunos dicen haber perdonado a las FARC, pero piden verdad y reparación. Sienten tristeza, pero también orgullo por haber defendido con el alma la población. Uno a uno fueron descendiendo del avión los hombres que volvían dos décadas después a Mitú, la población que defendieron con todas sus fuerzas del cruel ataque del frente oriental de las FARC. Algunos de ellos aseguran que ya perdonaron a quienes asesinaron a sus compañeros y a quienes durante años los tuvieron secuestrados. "Sí, sí los perdoné; no hay rencores ni nada, no soy nadie para juzgarlos, es mi Dios quien toma la decisión con cada uno de ellos", señaló John Fredy García, policía que vivió el cruento ataque. Los uniformados que sobrevivieron al ataque de más de mil guerrilleros recorrieron las calles en donde se atrincheraron para defender a la población. Vea más: A 20 años de la sangrienta toma de Mitú, sobrevivientes siguen esperando la verdad Saludaron y abrazaron a los habitantes de Mitú y a pesar de la tristeza por lo que aquí perdieron se sienten orgullosos de haber defendido con hidalguía a los civiles. "Era una crónica de una muerte anunciada, sabíamos que iba ocurrir, no teníamos más que hacer, tratar de defendernos, defender nuestras vidas y la población", recuerda José Valencia. Pero además quieren que se sepa toda la verdad y se repare a las víctimas. "Queremos que así como estos guerrilleros tuvieron unos privilegios, esos privilegios sean retribuidos hacia las víctimas. No solo nosotros, también estamos hablando de los civiles de aquí de Mitú", señala Nelson Baquero. A Mitú también viajó la familia de Raúl Hernán Osorio Ochoa, desaparecido tras la toma. Su mamá le dejó flores en el monumento en memoria de quienes se sacrificaron en la defensa de esta población. "La Fiscalía nos dijo cuando fuimos allá que él estaba quemado y de todo pero igualmente no se ha resuelto nada, yo necesito aunque sea un huesito para enterrarlo, para saber que enterré un hijo", dice Lucrecia Ochoa, mamá del policía desaparecido. "Lo más importante es la verdad, que estas personas que han sido desaparecidas, 117 policías de las que aún no conocemos su destino, sus familias, finalmente puedan dormir tranquilas", expresó por su parte el ministro de Defensa, Guillermo Botero. En Mitú, el primero de noviembre, murieron 16 policías y 61 fueron secuestrados durante años. Las FARC ejecutaron a 11 civiles y durante la retoma de la población fallecieron 24 militares.
El primero de noviembre de 1998, las FARC se tomaron la población: 40 uniformados murieron y otros 60 fueron secuestrados. Tras las huellas del horror. Hace dos décadas, esa guerrilla tenía incendiado el país, el Estado colombiano estaba arrinconado tras los golpes de Las Delicias, Patascoy, El Billar y Miraflores. Sin embargo, faltaba el golpe más fuerte: las FARC arrasaron con una capital de un departamento, el primero de noviembre de 1998 se tomaron la población de Mitú, una incursión que todavía sigue en la impunidad. El general (r) Luis Mendieta Ovalle, quien para entonces era el comandante de la Policía en Vaupés, dice que en esa época la Policía había sido abandonada por el Estado. Incluso sostiene que desde septiembre del mismo año había advertido a sus superiores que la guerrilla se quería meter al pueblo. "No hubo una decisión presidencial en su momento para que los comandos de las diferentes fuerzas hicieran una gran operación en Mitú. No sé cuál sería el compromiso del presidente Pastrana con el secretariado de las FARC cuando hizo el acuerdo y la reunión antes de su elección y bajó la guardia pensaría yo", afirma el general Mendieta. Él estaba al mando de 76 policías cuando a las 4:30 a.m. el frente oriental inició la sangrienta toma de Mitú. El general Mendieta recuerda que los guerrilleros utilizaron "armamento pesado, bazucas de morteros, armas no convencionales como cilindros bomba cargados de explosivos plásticos y productos incendiarios". Entonces, ordenó a sus hombres tomar posiciones: con fusiles, pistolas y granadas se defendieron de la sevicia de más de mil guerrilleros de las FARC. "Pusieron el pecho, dieron todo de sí para defender sobre todo la institucionalidad y la democracia, por eso allí murieron en las trincheras, en los diferentes puntos, allí entregaron su vida”, cuenta. El entonces jefe de operaciones de la FAC, general (r) Édgar Alfonso Lesmes, recibía la información; rememora que la Policía estaba desesperada. En Mitú los aviones militares no podían aterrizar, habían destruido la pista, por eso la fórmula para respaldar a los policías era buscar una base en Brasil cercana a la capital del Vaupés. Mientras las Fuerzas Militares buscaban cómo llegar, el mayor Mendieta seguía defendiéndose, pero las FARC ganaban posiciones. A las 9:30 a.m. la estación de Policía estaba destruida, al igual que la casa cural, la Fiscalía, la zona comercial, el colegio y el Banco Agrario. Él y sus hombres fueron rodeados. "El teniente Rodríguez, en su momento tenía el radio, se comunicó con el avión fantasma y, al ver que las FARC estaban incursionando en la parte central y que prácticamente ahí nos iban a fusilar, él insiste al avión fantasma para que ametralle y bombardeé. Infortunadamente, el avión solo ametralló, pero no bombardeó, hubiesen muerto muchos hombres de las FARC", narra el general Mendieta. Allí, los subversivos lo encañonaron y lo obligaron a sacar a sus hombres de las posiciones de la arrasada estación de Policía. "Habían dejado la guerra de guerrillas que era dar el golpe y huir. Ya se estaban quedando en las poblaciones, entonces dijimos eso no puede ser así, no podíamos permitir que se fueran a quedar en Mitú", explica el general Lesmes, excomandante de la FAC. Al final de la tarde, los pocos recursos que tenía la Fuerza Aérea de Colombia para la época fueron enviados con tropa a la base de Kerarí, en Brasil. En la mañana del 2 de noviembre, las tropas desembarcaron en Mitú, pero ya las FARC habían asesinado a 16 policías y secuestrado a 61 más, entre ellos el general Mendieta. También ejecutaron a once civiles. En la retoma y contraofensiva también murieron 24 soldados. Las victimas de Mitú, entre las que están cinco familias de policías de los que hoy no hay rastro, creen que, después de 20 años de impunidad, llegó la hora para que haya verdad, justicia y reparación en uno de los episodios más tristes y dolorosos en la historia reciente de Colombia. Vea, además: El general Mendieta recordó el día en que las FARC se tomaron Mitú
El experto, que había sido atacado por la venenosa talla x, fue sacado de la selva y llevado a Mitú para ser atendido de urgencia.