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María Antonia Cuero, nacida en 1901 según su cédula de ciudadanía, no solo sería la persona más longeva de Colombia, sino que podría convertirse en la mujer más vieja del mundo. Hoy, con 124 años, su edad registrada está en proceso de verificación y, de confirmarse, María Antonia superaría el récord histórico mundial de longevidad.
El secreto de su existencia y su sorprendente vitalidad ha despertado interés en todo el mundo. La propia María Antonia ha compartido la clave que, según ella, le ha permitido vivir más de un siglo. En diciembre de 2023, Los Informantes la conoció y relató su historia.
María Antonia Cuero nació en Buenaventura, aunque, según su hermana, el verdadero lugar fue cerca de la desembocadura del río Mallorquí, donde una partera envolvía a los recién nacidos en hojas de plátano para protegerlos.
Hoy, la mujer reparte su tiempo entre Cali, en la casa de su hija Delcy, y Quinamayó, un corregimiento del Valle cercano al río Cauca. En Cali, su hija Delcy se encarga de conseguir sus medicamentos y llevarla a las citas médicas.
A pesar de su avanzada edad, María Antonia se conserva sorprendentemente bien. Su hija Delcy, de 66 años, y su hermana Elvia, cercana a los 80, a veces ponen en duda la cifra exacta. Sin embargo, los médicos que la han evaluado fuera de cámaras señalan que, aunque no pueden certificar oficialmente su edad, desde lo genético y lo físico no hay nada escrito. La propia Elvia y Delcy tampoco aparentan su edad, lo que sugieren que se trata de "una genética de familia, porque casi todas no aparentamos los años".
La vitalidad de María Antonia es asombrosa, especialmente considerando que los geriatras expertos repiten que no hay una receta mágica para alcanzar los 100 años y que es muy difícil explicar cómo una persona puede pasar la barrera de los 120.
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Al preguntarle a María Antonia por el secreto para vivir tantos años, ella respondió con una sonrisa. Hasta hace pocos años, repetía que la clave, al menos en su caso, consistía en reír mucho y preocuparse poco, vivir al aire libre, caminar mucho y sentarse poco. También aconsejó comer pescado fresco, nadar y remar.
De hecho, su alimentación siempre estuvo marcada por los productos del campo. María Antonia creció en una familia de diez hermanos en Mallorquín, donde desde muy pequeños cortaban madera, recogían banano y vivían en palafitos. Aseguró que eran pobres, pero nunca les faltó nada, sobre todo porque ellos mismos pescaban lo que comían. Asimismo, afirmó que comía bastante plátano y banano, alimentos altos en potasio, magnesio y fibra.
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La que puede ser la mujer más longeva del mundo trabajó como empleada doméstica en casas de familia en Buenaventura y Cali y repite que se cansó de eso, que prefiere la tranquilidad del campo.
“María Antonia es una mujer que se baña sola, se pone lo que le da la gana y no usa pañal”, dijo su hija, Delcy.
La mujer aseguró que no le teme a nada, según ella, ya vivió lo que tenía que vivir y ya bailó todo lo que tenía que bailar. Doña María Antonia tiene 8 hijos, 26 nietos, 24 bisnietos, 54 tataranietos y 6 choznos.
La vida de María Antonia abarca más de un siglo de historia. Ella tenía 11 años cuando el Titanic se hundió, 17 al estallar la Primera Guerra Mundial, 44 cuando cayeron las bombas atómicas sobre Japón, y 68 cuando el hombre pisó la luna. Ella nunca aprendió a leer ni a escribir, pues cuenta que nunca fue a la escuela, pero quienes la rodean la describen como una mujer inteligente y con una memoria sorprendente.
Aunque mantiene una vitalidad inigualable, María Antonia sufre algunos dolores de cabeza y le cuesta dormir. Toma pastillas para la hipertensión, vitaminas e inyecciones para la osteoporosis. Aun así, los médicos que la atienden no pueden creer lo sana y entera que está. Un médico incluso le dijo: "Ella está mejor que yo y de acuerdo a los exámenes que le hicieron si salieron mejor e inclusive mejores que uno de los míos", relató su hija.
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Pese a su buena conservación, tiene los achaques propios de la edad, a veces se le adormecen las manos y los pies, y le duele la garganta o el estómago. Aunque llegó a usar audífonos, dejó de hacerlo porque, según dice, sus orejas son demasiado pequeñas y le incomodan. Hace unos seis años, tras una operación de cataratas, recuperó notablemente la visión.
Actualmente, existe una petición formal ante los Guinness Récords para verificar si María Antonia es la persona más longeva del mundo. El proceso de validación de sus documentos ya está en curso. Hasta ahora, el récord oficial lo ostentaba Jeanne Louise Calment, la francesa que murió a los 122 años y 164 días. Si se confirmara la edad de María Antonia, Colombia tendría a la mujer más longeva del planeta y se reescribirían los límites conocidos de la biología humana.