Las caudalosas aguas del río Chicamocha son las que deben pasar en una guaya a diario los niños del sector Palmas de Felisco, en Mogotes, para llegar hasta el municipio de Molagavita, en Santander, donde estudian.Reconocida ciclista aficionada salió a hacer un recorrido, fue víctima de acoso y grabó lo sucedidoNo solo son los pequeños los que exponen sus vidas, también la comunidad para poder sacar sus cultivos y los adultos mayores que van a citas médicas.Según el veedor ciudadano Marco Antonio Velásquez, luego de que se cayó un puente “se hicieron unas tarabitas para cruzar el río. Es lo más peligroso que hay. Los muchachos viven totalmente en peligro, las guayas esas se han venido debilitando, por lo cual no era seguro seguir su pasando por allí”.Por medio de una acción popular instaurada hace tres años, se ordenó la construcción de un puente militar, que hasta la fecha no se ha ejecutado.“Entonces el juez, tomando una decisión que me parece irresponsable, decidió que eduquemos a los muchachos a cruzar el río en un lazo. Eso es totalmente ilógico”, afirmó el veedor Velásquez.Ante el riesgo que representa el río Chicamocha para los niños, la Secretaría de Educación ordenó que los menores de edad no vayan a clase para evitar riesgo. Sin embargo, los padres pidieron que sus hijos no sigan estudiando a través de guías.El veedor informó que “la comunidad afectada toma la decisión de que volvamos a clase a los muchachos para solucionar el problema de que se van a quedar sin estudio este año. Grave, pero van a estudiar exponiendo sus vidas, a tener que pasar por esa cuerda totalmente ya desgastada”.Frente a esta situación, Juvenal Díaz, gobernador de Santander, afirmó que se está “haciendo el llamado a la Unidad de Gestión del Riesgo Nacional a que nos pongamos serios en eso, porque los niños están en un riesgo, hay una tutela fallada. Vamos a hacer otra reunión esta semana para que definamos los recursos y podamos nosotros construir ese puente tan importante para los niños de esos colegios”.Crimen de Jaime Vásquez: ofrecen 70 millones de pesos de recompensa por los asesinos