En un caso que ha conmocionado al municipio de Piedecuesta, Santander, familiares de pacientes con discapacidad cognitiva han denunciado graves abusos en la IPS Elogios. Las impactantes imágenes y testimonios revelarían un trato incorrecto que ha llevado a las autoridades a intervenir. La investigación de Séptimo Día expone las desgarradoras historias de las víctimas y la lucha de sus familias por justicia.Mónica Patricia Camacho, madre de Javier Mauricio Franco Camacho, uno de los pacientes afectados, compartió su dolorosa experiencia. "Me dio mucha tristeza. Nunca me imaginé que fuera ser así maltratado y todo el tiempo, porque fue todo el tiempo que lo estuvieron maltratando a él", relató Mónica. Según ella, su hijo era inmovilizado desde las 3 de la tarde hasta las 8 de la mañana del día siguiente.Javier Mauricio, de 32 años, ha requerido cuidados especiales desde su nacimiento en Bucaramanga. "Contenta, pues porque era el varoncito, pero no me imaginaba que él venía con esa complicación. Ya traía su problema cognitivo", añadió su madre. Por eso desde pequeño Javier requirió de cuidados especiales y era llevado a colegios especiales donde le brindaban educación y tratamientos diferentes a los de otros niños.A pesar de los esfuerzos por brindarle una educación y tratamiento adecuados, la condición de Javier no mejoraba. Y así pasaron varios años: "Él se portaba agresivo, partía las matas, era dañar todo, entonces a mí me entraba la angustia de pensar que yo estaba sola aquí con él y que no podía hacer más nada", relató Mónica.La promesa de la IPS ElogiosEn 2012, Mónica conoció la IPS Elogios a través de Salud Total. La entidad, representada legalmente por Amparo Durán, prometía avances significativos en el tratamiento de Javier. "Que él iba a avanzar, que él iba a superarse, pues que con el tiempo a estar bien", afirmó Mónica. Además, le aseguraron que las terapias y métodos de contención serían seguros y sin lastimar a los pacientes.Sin embargo, la realidad fue muy diferente, según cuenta. "A veces lo veía bien, a veces lo veía delgado y yo le preguntaba a él y me decía, 'me castigan a veces porque yo me como tal cosa o porque hago tal daño'", contó Mónica. La situación empeoró hasta que, el 21 de diciembre de 2024, una persona anónima contactó a Mónica con una advertencia alarmante."Una persona empezó a escribirme, a decirme 'señora, usted tiene que sacar a su hijo de Elogios porque él no está siendo maltratado, sino torturado. Usted no tiene idea de todas las cosas que están haciendo con él'", afirmó Mónica. La misma persona anónima le envió unas fotografías donde Javier Mauricio está sentado en una silla, al parecer de madera, envuelto con cinta y amarrado. También, según su mamá, en un acto que para ella no hace parte de procedimientos correctos.Las imágenes que recibió Mónica mostraban a Javier Mauricio en condiciones deplorables. "Eso ya es una tortura. Eso ya no es un castigo. Yo creo que no duraba un día, yo creo que él duraba ahí más de dos, tres días porque en las fotos se ve la espalda supremamente maltratada, quemada", relató. Ante estas evidencias, de inmediato Mónica decidió retirar a su hijo de esta institución de inmediato.Para mediados de marzo de 2025, Séptimo Día habló con Javier Mauricio en su casa en Bucaramanga donde permanece. "¿Te dolían los brazos? Ahí duraba yo como 24 horas. ¿Y esto, Javier, es como un castigo? Todo el día, hasta mediodía. Javier, ¿a usted le gustaría volver a elogios? No. ¿Por qué? Porque me maltratan. ¿Por qué lo sacaron de allá? ¿Qué más le hacían? Hidroterapia con agua de hielo, en la noche y al mediodía y en la tarde, la doctora Amparo Durán Mosquera me daba cachetadas", contó.Javier Mauricio se refiere a Amparo Durán, la representante legal y directora de Elogios. "¿Usted cree que la dueña de este lugar sabía lo que estaba ocurriendo allí? Claro, porque ella era la que daba la orden de que ellos tenían que ser castigados una semana. Todo lo que decía ella, los auxiliares, los enfermeros, los médicos hacían caso. ¿Y cómo sabemos que ella sabía? Porque allá hay cámaras", afirmó la madre.La denuncia y la investigaciónEl 24 de diciembre de 2024, Mónica interpuso una denuncia en la Fiscalía por tortura contra Elogios y su representante legal, Amparo Durán. La persona anónima que contactó a Mónica también compartió videos y fotos de otros pacientes.Uno de ellos es un impactante video donde se ve a un paciente siendo sometido por tres supuestos enfermeros del lugar. En el video, una mujer de rojo al parecer introduce agua por la boca al paciente. La persona que contactó a esta madre también lo hizo con familiares de otros pacientes. Videos y fotografías dejarían en evidencia que las presuntas agresiones eran sistemáticas con varios pacientes de la IPS.La Fiscalía ha recibido varias denuncias formales contra Elogios, su directora y algunos funcionarios. La Policía de Bucaramanga, en coordinación con la Fiscalía, llevó a cabo una investigación que resultó en la captura de siete personas, incluyendo a Amparo Durán, por el presunto delito de tortura agravada.El general Henry Yesid Bello, comandante de la policía de Bucaramanga, declaró: "La investigación evidenció que en este centro se practicaban tratos crueles, degradantes y castigos físicos a los pacientes como inmovilizaciones indebidas y uso de agua a presión. Las denuncias fueron realizadas por familiares y extrabajadores".Sin embargo, en la audiencia de legalización de las capturas, el juez determinó que había errores en los procedimientos, por lo cual las declaró ilegales y las siete personas quedaron en libertad. A pesar de esto, el proceso en su contra continúa y serán las autoridades quienes determinen si cometieron algún delito.La lucha por justiciaPara los padres que contaron sus historias hubo un grave abuso contra sus seres queridos por parte de Elogios. La lucha por justicia continúa, y las familias esperan que las autoridades tomen las medidas necesarias para garantizar que estos hechos no queden impunes.Este caso ha generado una profunda indignación en la comunidad y ha puesto en el centro del debate la necesidad de una mayor supervisión y regulación de las instituciones que cuidan a personas con discapacidad cognitiva.
En este capítulo de Los Informantes, conozca el drama de la deportación de la familia González tras 35 años en Estados Unidos, los recuerdos de la guerra de Vietnam de un colombiano y la inspiradora transformación de jóvenes delincuentes en guardianes de los cerros orientales de Bogotá.Deportados tras 35 años en EE. UU.: La familia González enfrenta la separaciónDespués de 35 años viviendo en Estados Unidos, Gladys y Nelson González fueron deportados, dejando atrás una vida construida con esfuerzo y una familia partida en dos. La pareja colombiana, que llegó a EE. UU. en 1989, trabajó arduamente para establecerse y criar a sus tres hijas, quienes ahora se quedan en EE. UU. mientras sus padres enfrentan un futuro incierto en Colombia.La deportación de los González es un reflejo del drama que viven muchas familias inmigrantes. A pesar de sus esfuerzos por legalizar su situación migratoria, una inconsistencia en su caso llevó a su deportación. Ahora, separados de sus hijas y con un castigo de 10 años sin poder regresar a EE. UU., los González intentan adaptarse a una nueva vida en su país natal, con la esperanza de reunirse nuevamente con su familia.Un colombiano en Vietnam: recuerdos de una guerra tras una noche de copasHace 50 años, la guerra de Vietnam llegó a su fin, dejando una marca imborrable en la historia y en las vidas de millones. Entre ellos, Luis Guillermo Ruiz, un colombiano que, en una noche de copas y apuestas, se enlistó en el ejército de los Estados Unidos para luchar en uno de los conflictos más sangrientos de la historia. Hoy, a sus 81 años, Ruiz comparte las dramáticas consecuencias de esa decisión impulsiva y las memorias de una guerra que cambió su vida para siempre.Luis Guillermo Ruiz recuerda el vuelo hacia Vietnam como una marcha fúnebre, con soldados absortos en sus pensamientos. La realidad de la guerra, muy distinta a las películas de Hollywood, le dejó cicatrices profundas. En la base de Biên Hòa, enfrentó horrores que aún prefiere no mencionar. La guerra terminó para él en 1968, pero las secuelas y el estrés postraumático perduran. Vietnam, dice, es un recordatorio cruel que no debería repetirse jamás.De la delincuencia a la protección: jóvenes transforman los cerros de BogotáHasta hace unos años, los cerros de Bogotá eran sinónimo de inseguridad, con atracos y secuestros como parte de la rutina diaria. Sin embargo, un grupo de jóvenes que antes sembraban el miedo ha decidido cambiar de rumbo y convertirse en guardianes de la montaña. Estos antiguos pandilleros han dejado atrás la delincuencia para transformarse en guardabosques expertos, rescatistas de alta montaña y guías turísticos de primer nivel.Los Informantes recorrieron los cerros orientales de Bogotá junto a estos jóvenes, quienes han aprovechado una segunda oportunidad para cambiar sus vidas y proteger el entorno natural. Su historia es un ejemplo inspirador de cómo es posible la transformación y la redención, demostrando que incluso los más temidos pueden convertirse en protectores y defensores de la naturaleza.
Hasta hace unos años, los cerros de Bogotá eran sinónimo de inseguridad. Hoy, un grupo de jóvenes que antes sembraban el miedo ha decidido cambiar de rumbo y convertirse en guardianes de la montaña.
El 30 de abril de hace 50 años finalizó la guerra de Vietnam, uno de los conflictos más sangrientos de la historia. Dejó más de dos y medio millones de muertos y la derrota más estruendosa del Ejército de los Estados Unidos, el más poderoso del planeta.Para poner tierra de por medio por sus malas calificaciones y un supuesto amor que no le convenía, los papás del colombiano Luis Guillermo Ruiz lo mandaron a Estados Unidos y en una noche de copas, junto su grupo de amigos decidieron enlistarse para ir a luchar a Vietnam.A sus 81 años, Ruiz contó las dramáticas consecuencias de una apuesta y las memorias una de las guerras más sangrientas de la historia.“Para mí Vietnam es una pérdida de tiempo, una pérdida de vidas, inútilmente, un total fiasco. Sin embargo, cuando yo estaba allá o creía que estaba haciendo lo correcto, que estaba allá en Vietnam por una causa noble”, contó a Los Informantes.El vuelo hacia Vietnam parecía una marcha fúnebre. Ese es uno de los recuerdos imborrables de Luis Guillermo Ruiz, más de 50 años después de salir del infierno de la guerra.“El vuelo de San Francisco a Vietnam, a mí se me pareció como como cuando uno va en una procesión al cementerio. Nadie hablaba, no se oía un ruido. Si me preguntas quién era mi compañero de vuelo por casi 10 horas, no tengo ni idea porque todo el mundo era con la cabeza agachada, absorto en sus propios pensamientos”, afirmó.Ese lugar tan lejano de nuestro país, al que llegó casi por azar, cuando era muy joven se le quedó pegado en la mente. Hoy, con 82 años, lo recuerda.“La guerra sirve para los que fabrican las armas se enriquezcan, no más”, añadió.La realidad de la guerra de VietnamLo único que Luis Guillermo había visto de la guerra eran las películas de John Wayne, pero la realidad de una confrontación como esa es muy distinta de un set creado en Hollywood.“No me interesa ir a la Vietnam, he tenido la oportunidad de regresar. No quiero, porque tengo sentimientos encontrados”, contó.Luis Guillermo Ruiz Pretel es colombiano, nació en Tolima, pero se fue junto a su familia cuando aún era un niño a Pereira. Creció en la zona cafetera y luego estudió Medicina en Bogotá. Se enamoró y descuidó la universidad. Perdió un semestre y su papá decidió mandarlo para Estados Unidos y enlistarlo en el Ejército. Llegó en Navidad a Nueva York, era 1963.Así inició la cadena de sucesos que lo pusieron al otro lado del planeta peleando en una guerra ajena.Luis Guillermo, un joven en ese momento de 23 años que amaba la parranda, entró a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Allí aprendió inglés y una noche, una fiesta con amigos latinos, terminó con una apuesta increíble para enlistarse e ir a la guerra de Vietnam.“Pues vamos a tomar trago y nos dio la borrachera, se nos salió el patriotismo. Eso fue un viernes por la noche. Que el lunes de la semana siguiente, a primera hora íbamos a estar en la oficina de personal y todos nos íbamos a dar de voluntarios para ir a Vietnam”, recordó.De todos, el único que terminó en Vietnam fue Luis Guillermo. Ese fue el peor guayabo de su vida.“Pasó un mes y llega uno y dice ‘¿Cómo les parece que me mandaron para España?’. El otro, ‘no lo me voy a creer, pero a mí me mandaron para Puerto Rico’. El otro ‘no me va a creer que a mí me mandaron para Hawái’. Hasta el día de hoy, yo creo que esos desgraciados no se dieron de voluntarios para ir a Vietnam”, afirmó.La vida en VietnamLlegó a una base militar en un pueblo pequeño de calles sin pavimentar.“Uno no puede confiar en las personas que le están sirviendo el desayuno. No se puede confiar en las personas que le lavan la ropa porque a uno le enseñan de que esa persona en cualquier momento lo va a atacar. Era muy común ver en la calle niños aproximarse a cinco o seis soldados de Estados Unidos y lo hacen explotar para matar a cinco o seis soldados. Lo mismo lo hacen con niños que con animales”, recordó.Era un contexto difícil de entender para Luis Guillermo. La guerra de Vietnam fue un conflicto en medio de la guerra fría que enfrentó entre 1955 y 1975 al gobierno comunista de Vietnam del Norte y sus aliados, la Unión Soviética y China que la apoyaban con armas y suministros y el gobierno de Vietnam del Sur y su principal aliado los Estados Unidos, por evitar el avance del comunismo en Asia."Yo nunca probé drogas y en Vietnam era muy común entre los soldados a encontrar cualquier tipo de droga. Mi droga, si puedo yo decirlo, es que yo siempre tuve a mi lado una botella de whisky. Mi desayuno era tres, cuatro cervezas, porque si me ponía a pensar en dónde estoy, qué me puede pasar, me vuelvo loco”, añadió.La base de Biên Hòa fue el hogar de Guillermo por los siguientes dos años. Allí fue ascendido a sargento y trabajaba en labores de inteligencia. Luis vio muchas cosas de las que no le gusta hablar, horrores de la guerra que quiere dejar atrás.La rutina en la base cambió drásticamente la madrugada del 31 de enero de 1968. Rondas de cohetes y morteros empezaron a golpear la base aérea. Ahí explotó el infierno.En los siguientes días en Vietnam nunca recobró la tranquilidad. El asedio era permanente mientras el horror de la guerra se extendía por el país. Bombas de napalm incendiaban la atmósfera que mandó todo a su paso. El único refugio de Luis era el licor.“Yo estaba convencido que iba a ser un alcohólico”, contó.Las secuelas de la guerraLas heridas en la mente de muchos excombatientes hicieron que sufrieran estrés postraumático y que otros perdieran la cordura al regresar a sus casas.“En la mente empieza a recrear episodios que tuvieron en Vietnam y ven a personas común y corriente, pero en su mente ven a personas del Viet Cong y entonces el instinto es que se creen que están todavía en Vietnam, que empiezan a disparar”, afirmó.A finales de 1968, la guerra de Vietnam terminó para Luis Guillermo. Regresó a los Estados Unidos y se fue a vivir a Massachusetts. Se casó y formó una familia.Gracias a los pagos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos como veterano, se graduó de ingeniero en Boston.En 1973, las tropas americanas se retiraron de Vietnam. Se firmó un acuerdo de paz en París, pero dos años después el Viet Cong derrotó al gobierno débil de Vietnam del Sur y unificó el país bajo la bandera comunista que perdura hasta hoy. Es la mayor derrota en un conflicto bélico de Estados Unidos hasta la fecha.Además de los muertos que combatieron en ambos bandos, se calcula que murieron entre uno y dos millones de civiles en el conflicto. Luis Guillermo lo repite hasta el cansancio: Vietnam es un recordatorio cruel que no debería repetirse jamás y es sin duda el peor trago de su vida.
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El abogado de la familia de Tatiana Hernández, la médica desaparecida en Cartagena, aseguró que, según las investigaciones realizadas, la joven no se habría ahogado, descartando así una de las versiones iniciales sobre su paradero. En Bogotá, familiares y amigos de Tatiana realizaron una marcha para exigir su regreso.Con pancartas llenas de mensajes de esperanza, megáfonos y camisetas estampadas con su cara, familiares, amigos y compañeros de Tatiana Hernández marcharon hasta el parque de Usaquén, en Bogotá, pidiendo por su regreso.“Para que todas las personas que saben o conocen algo sobre su paradero, no duden en hablar de ella”, manifestó Valeria Carvajal, amiga de Tatiana.Con la movilización piden a las autoridades que agilicen las investigaciones. “Ya son más de 20 días esperando a nuestra prima, hermana, sobrina, hija, amiga, estudiante, médica. Nosotros les pedimos a las autoridades que no cesen la búsqueda, que busquen por todos los rincones de Cartagena, de Colombia y del mundo entero a nuestra linda Tati. Ella merece la libertad”, sostuvo Andrea Hernández, prima de la joven desaparecida.Entre tanto, en Cartagena, los padres de Tatiana continúan con la búsqueda incansable. El abogado de la familia inició con investigaciones independientes. “Yo he descartado la hipótesis de que Tatiana se ahogó, por supuesto, porque estas son aguas tibias, calientes y el cuerpo emerge máximo de 8 a 12 días”, explicó Antonio Hernández Torres, abogado de la familia.El abogado de la familia Hernández reveló que están tramitando solicitudes para que organizaciones internacionales puedan colaborar en los procesos de investigación. “En estos momentos se está gestionando ese tema para solicitar una ayuda tecnológica que permita mejorar la investigación”, indicó el abogado.En los últimos días, Tatiana Hernández se ganó una beca para estudiar en España.¿Cómo desapareció Tatiana Hernández?Tatiana Hernández desapareció el 13 de abril de 2025 en Cartagena. La joven realizaba su internado en el Hospital Naval de Bocagrande y, según testigos, salió del centro médico alrededor de las 4:40 p.m. para dirigirse a los espolones frente al mar Caribe.Un video captado por un turista muestra a Tatiana sentada en las rocas, mirando hacia el mar, vestida con una camiseta y un short blanco. La grabación, realizada desde un vehículo en movimiento, es la última prueba visual de su paradero. Un trabajador de aseo afirmó haberla visto en el mismo lugar, aparentemente triste, conversando con un hombre desconocido. Otro individuo observaba la escena a distancia, sin intervenir, lo que generó sospechas sobre su posible implicación.En conversación con Noticias Caracol, Lucy Hernández, mamá de Tatiana, indicó que una persona les dijo que su hija estuvo hablando con un hombre y luego, por voluntad propia, se fue con él: “Recibí de primera mano la información de la persona que, entre comillas, nos dio un indicio de que Tatiana salió hacia la ciudad amurallada. No ingresó al mar, pero estoy esperando resultados de la Fiscalía sobre esta investigación. Exactamente fue una sola persona la que la aborda en el lugar de los hechos, le habla por un determinado tiempo, no sé qué hace y, al parecer, como si fuese alguien conocido, ella toma la decisión por su propia voluntad de cruzar la avenida Santander e ingresar al centro histórico de Cartagena”.Después, Tatiana se marchó caminando junto al primer hombre, mientras el segundo los seguía a cierta distancia. Su familia ha sugerido la posibilidad de que haya sido drogada, dado que no tenía motivos evidentes para irse con desconocidos. “Es lo que realmente sospechamos. No tenemos ninguna evidencia que lo diga, pero eso es lógico porque nosotros no teníamos enemistad con nadie ni ninguna clase de inconvenientes. Tatiana es una niña muy dada a ayudar a la humanidad. No sé qué palabras le pudo haber dicho esta persona y la convenció o le aplicó alguna droga para, por su propia voluntad, haber atravesado la avenida. Sin embargo, no es algo que sea real, es el relato que me dio la persona que me dice haberla visto por determinado tiempo en este sector”, mencionó.Antes de su desaparición, Tatiana le mencionó a su madre que necesitaba un momento para aliviar el estrés causado por sus estudios de medicina. En su último semestre, afrontaba una carga académica intensa y dormía poco. Poco antes de perder contacto, le comentó a una amiga su deseo de salir a caminar sola, rechazando la compañía que le ofrecieron. No obstante, su madre enfatizó que Tatiana no tenía problemas personales ni conflictos con nadie y que siempre había mostrado entusiasmo por su carrera y sus logros académicos.Las autoridades han desplegado operativos de búsqueda y la Interpol emitió una circular amarilla para evitar que la joven sea sacada del país. Su familia ha pedido ayuda a la Fiscalía y ha solicitado una búsqueda física más exhaustiva. El abogado de la familia sostuvo también que Tatiana podría estar retenida por terceros, descartando la hipótesis de un accidente o desaparición voluntaria.(Video relacionado aquí - Tatiana Hernández: pistas de la misteriosa desaparición de la estudiante de Medicina en Cartagena)CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOLX: RojasCamoCorreo: wcrojasb@caracoltv.com.coInstagram: MilografiasESTA NOTA TIENE INFORMACIÓN DE ISAAC RIVERA, PERIODISTA DE NOTICIAS CARACOL
Este domingo, Monterrey se quedó con el último tiquete a los cuartos de final de la Liga MX luego de superar 2-0 a Pumas UNAM de Efraín Juárez. El colombiano Nelson Deossa anotó el segundo tanto de los 'rayados'. A los 89 minutos, Germán Berterame se escapó por derecha y filtró un pase a Deossa, quien enganchó y definió con un fuerte remate.Vea el gol de Nelson Deossa acá:
Santos sigue en caída libre mientras Neymar se recupera de sus problemas musculares. El equipo paulista cayó derrotado este domingo, por 1-0, en la cancha del Gremio y continuará una jornada más en el pozo del Campeonato Brasileño.Un tanto del extremo uruguayo Cristian Olivera en el minuto 77 sentenció a un conjunto albinegro que tan solo ha conseguido una victoria en siete jornadas.El nuevo entrenador del Santos, Cléber Xavier, antiguo ayudante del exseleccionador brasileño Tite, no ha empezado con buen pie: empate en casa ante el modesto CRB en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa de Brasil (1-1) y hoy derrota en su estreno en Liga.Este domingo, en Porto Alegre, Santos dominó algunos tramos del encuentro al mando del venezolano Yeferson Soteldo y el argentino Benjamín Rollheiser, pero, como viene siendo habitual en este arranque de temporada, le faltó puntería.Los cambios de Cléber Xavier no surtieron efecto y el Gremio, dirigido por Mano Menezes, dio pasos hacia delante hasta que vio portería en el tramo final gracias al acierto de Olivera, el mejor de los locales.Santos, que este año está de vuelta en la máxima categoría del fútbol brasileño tras pasar una temporada en la segunda división, termina esta séptima jornada en la penúltima posición de la tabla, con una sola victoria, un empate y cinco derrotas.El club de Pelé sigue a la espera de poder contar con Neymar, quien se recupera de la enésima lesión muscular.El 10 volvió este año al club donde se formó, tras rescindir su millonario contrato con el Al-Hilal saudí y con el objetivo de recuperar la forma después de un largo periodo de baja por una grave lesión en la rodilla.Sin embargo, desde finales de enero, cuando se anunció su vuelta con un contrato de seis meses prorrogables, el exjugador del Barcelona y París Saint-Germain (PSG) tampoco ha tenido continuidad debido a sus problemas musculares, además de protagonizar algunas polémicas extradeportivas.En los últimos tres meses, Neymar, de 33 años, sólo ha podido participar en nueve partidos, en los que marcó tres goles y repartió tres asistencias.
La Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (ACOLFUTPRO) se pronunció en las últimas horas de manera enérgica tras los hechos de violencia ocurridos la noche del domingo en el estadio Sierra Nevada de Santa Marta, durante el partido entre Unión Magdalena y Once Caldas, que tuvo que ser suspendido al minuto 80 por una invasión de campo y hechos de violencias protagonizados por hinchas del equipo local.A través de un comunicado oficial, ACOLFUTPRO expresó su “rechazo absoluto a los nuevos actos violentos” y lanzó un llamado urgente a las autoridades del fútbol colombiano y del Gobierno Nacional para que adopten medidas concretas que garanticen la seguridad de los futbolistas, cuerpos técnicos y demás actores del espectáculo en los estadios del país.“¿Hasta cuándo se permitirá la actuación impune de los violentos? No podemos esperar a lamentar una tragedia”, señala el comunicado, en el que además se insiste en la necesidad de implementar protocolos eficaces para evitar este tipo de situaciones.El partido iba 1-0 a favor de Once Caldas gracias a un gol de Dayro Moreno, en un resultado que profundizaba la crisis del Unión Magdalena, que sigue sin conocer la victoria en las 16 fechas que van de la Liga BetPlay I-2025. La frustración de los hinchas terminó en caos, con imágenes que mostraron enfrentamientos con la policía y daños en la infraestructura del estadio.ACOLFUTPRO cerró su pronunciamiento exigiendo un "fútbol en paz", en medio de una creciente preocupación por la seguridad en los escenarios deportivos del país.Acá el comunicado completo: "Desde ACOLFUTPRO expresamos nuestro rechazo absoluto a los nuevos actos violentos ocurridos esta noche en Santa Marta. Hacemos un llamado urgente a las autoridades del fútbol y del gobierno para que adopten medidas concretas y garanticen la seguridad de futbolistas, cuerpos técnicos y todos los actores del espectáculo en los estadios del país. ¿Hasta cuándo se permitirá la actuación impune de los violentos? No podemos esperar a lamentar una tragedia".
Se conocieron nuevos detalles del secuestro de un niño de 11 años en zona rural de Jamundí, Valle del Cauca. Según las autoridades, junto a él fue secuestrada otra persona que horas después fue liberada. La familia permanece bajo protección.Hasta el corregimiento de Potrerito, en Jamundí Valle del Cauca, llegaron hombres armados que irrumpieron en la vivienda del niño de 11 años y se lo llevaron junto a una de las empleadas de familia. Los delincuentes huyeron en un vehículo de propiedad del padre del menor hacia el sector conocido como Villa Colombia, donde según las investigaciones, hace presencia la estructura Jaime Martínez de las disidencias de las Farc.El general Carlos Oviedo Lamprea, comandante de la Policía Metropolitana de Cali informó que, “hacia las 6:30 o 7:00 de la noche, aproximadamente, un grupo de personas armadas y encapuchadas llegó hasta la residencia donde secuestraron al menor junto a la empleada de servicio doméstico y emprende la huida en el vehículo del padre de este menor. En la madrugada del día de hoy, presuntamente, de acuerdo con las versiones, la empleada de servicio doméstica fue liberada en zona rural del municipio de Jamundí”.Horas después la mujer fue liberada y quedó bajo protección de las autoridades. Las labores de búsqueda del niño de 11 años fueron ampliadas a varios municipios aledaños al municipio de Jamundí.Un grupo especial del Gaula lidera la búsqueda. Varios videos de Cámara de Vigilancia son analizados por las autoridades del Valle del Cauca.“Debemos junto con el Gobierno nacional, en especial con el Ministerio de Defensa, con ICBF, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General, luchar por lograr la pronta liberación sano y salvo del niño y que llegue a sus familias. Pido a la Iglesia, a las Naciones Unidas y a la Cruz Roja, que activemos todas las rutas que nos permitan la liberación de este menor”, mencionó Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle del Cauca.La gobernación del Valle del Cauca reiteró el ofrecimiento de una bolsa de recompensas de hasta 200 millones de pesos por información que permita la captura de los responsables de este secuestro y la de los criminales que han estado atentando contra la fuerza pública en el departamento.¿Cómo denunciar una desaparición?En Colombia, la denuncia de una desaparición puede realizarse de inmediato, sin necesidad de esperar un tiempo específico. El primer paso es acudir a la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación o el Instituto Nacional de Medicina Legal para reportar el caso. También se puede activar el Mecanismo de Búsqueda Urgente (MBU), contemplado en la Ley 971 de 2005, que obliga a las autoridades a iniciar la búsqueda de la persona desaparecida sin demora.Para formalizar la denuncia, se recomienda proporcionar información detallada sobre la persona desaparecida, incluyendo nombre, edad, características físicas, vestimenta y circunstancias de la desaparición. También es útil entregar fotografías recientes y datos de contacto.Si se sospecha que la desaparición es forzada, se puede acudir a la Defensoría del Pueblo, la Personería Municipal o la Procuraduría General de la Nación para solicitar apoyo en la investigación. Además, la denuncia puede realizarse de manera virtual a través del portal de la Policía Nacional.Las autoridades están obligadas a actuar de inmediato y coordinar esfuerzos para localizar a la persona desaparecida. La colaboración de la comunidad y la difusión de información en redes sociales también pueden ser clave en la búsqueda.(Lea también: Congregación de pastor señalado de abusar de su hijastra estaría pidiendo su libertad: "Fue poseído")CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOLX: RojasCamoCorreo: wcrojasb@caracoltv.com.coInstagram: Milografias