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El asesinato de Juan Felipe Rincón, de 21 años e hijo del general (r) de la Policía Nacional William Rincón, conmocionó a Colombia en noviembre de 2024. Tras recibir un disparo y una brutal golpiza en el barrio Quiroga, al sur de Bogotá, la versión inicial de los presuntos agresores fue que el joven era un pedófilo al que buscaban "darle una lección". Séptimo Día conoció detalles de los avances de la investigación.
Casi un año después de los hechos, el general William Rincón y su equipo de investigadores criminalísticos han revelado pruebas inéditas, incluyendo videos con sonido, confesiones y audios exclusivos, que apuntan un presunto "plan extorsivo".
Para el general, quien será el nuevo director de la Policía Nacional, la muerte de su hijo no fue una reacción espontánea a una supuesta conducta inapropiada, sino el resultado de un plan orquestado por una "organización criminal".
El general (r) sostuvo en entrevista con Séptimo Día que Juan Felipe, quien era influencer y generaba ingresos en redes sociales con más de 214.000 seguidores en una de sus cuentas, fue contactado tres semanas antes de su muerte por un usuario que se presentó como Mar 142318 y quien estaría detrás de esta cuenta sería Katherine Sotelo, una persona de 33 años.
De acuerdo con el general, en los chats que su hijo cruzó con ese usuario se refirieron a una menor de edad de 11 años solo "para meterlo dentro de la narrativa que ya tienen creada estas personas". El objetivo de este montaje, según su teoría, era extorsionar a Juan Felipe Rincón, haciéndolo parecer un pedófilo. "Ellos han hecho estos tipos de eventos, que son extorsiones, a varias personas, hacen unos montajes, fingen ciertas cosas y, como es un delito que tiene que ver con la dignidad, las personas se asustan y terminan entregándole todo a ellos".
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El contacto se enfocó luego en una adolescente de 15 años, quien supuestamente insistió por chat al menos nueve veces para pactar un encuentro con Juan Felipe Rincón. La noche anterior a los hechos, el sábado 23 de noviembre de 2024, ambos se vieron en un centro comercial y luego se dirigieron al apartamento del joven.
Séptimo Día tuvo acceso a un testimonio de la adolescente en el que dijo que: "Me dejé engañar, me dejé dañar la cabeza por ellos, ellos planeaban extorsionarlo. Yo nunca lo supe, sino hasta el final de todo esto”. Esta declaración es considerada por el general Rincón como "la prueba reina de que mi hijo estaba dentro de una organización que lo habían planificado todo para extorsionarlo".
La mañana del domingo 24 de noviembre, Juan Felipe y la adolescente salieron de su apartamento y se dirigieron al sur de Bogotá. Recogieron al escolta, Sergio Felipe Rico Rueda, y se movilizaron en una camioneta Toyota Fortuner de uso de la Policía Nacional, asignada al esquema del general.
A las 11:17 a.m., el vehículo se detuvo en el barrio Quiroga. En el lugar, Katherine Sotelo y su hermano, Andrés Camilo Sotelo Torres, junto a la pareja de este, Tatiana Vega López, y un perro rottweiler, al parecer esperaban a la víctima.
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A las 11:19 a.m., Andrés Sotelo, quien contaba con antecedentes penales, y Tatiana Vega López se lanzaron contra Juan Felipe. El escolta reaccionó gritando "policía, policía, Policía Nacional". Ante la agresión, el escolta realizó un primer disparo de advertencia.
Juan Felipe Rincón, de 21 años, fue víctima de una golpiza brutal, en la que participaron Andrés Sotelo, la adolescente que lo acompañaba y un hombre con una varilla. En los audios de los videos también se escuchan voces que tachan al joven de “violador”. A pesar de las órdenes y súplicas del escolta, la agresión no cesó, y la grabación con audio inédito registró un total de ocho detonaciones.
El informe de necropsia fue contundente: el cuerpo de Juan Felipe presentó "más de 12 lesiones causadas por parte de elementos contundentes, adicionalmente, mordiscos y escoriaciones (rapaduras o heridas)". Aunque el disparo en el pecho fue la causa del deceso, la necropsia señala que "todas las otras lesiones podían haberle causado la muerte".
Andrés Camilo Sotelo, un comerciante de 21 años identificado como uno de los agresores más violentos, niega categóricamente el asesinato. Asegura que se involucró en la riña al ser informado por su hermana Katherine de que su sobrina, de 11 años, estaba "entablando una conversación con una persona y se estaban mandando fotos y videollamadas".
Sotelo afirma que, “cegado por la ira”, tomó un arma de un vecino con la intención de "asustarlo, como reprenderlo". Aunque afirma que se trataba de un arma hechiza, peritos de la Unidad de Investigación Criminal (UID) no descartan que hubiera sido modificada antes de ser entregada a las autoridades.
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Sotelo sostiene que, durante el enfrentamiento, Juan Felipe "simplemente decía que no". Además, él y los demás agresores nunca creyeron que Sergio Rico, el escolta, fuera policía.
Andrés Camilo Sotelo niega rotundamente haber disparado. En entrevista con Séptimo Día, Sotelo dijo: "mentira, es mentira". Al ser cuestionado sobre quién lo hizo, señaló al escolta: "para mí, la respuesta es clara, el escolta, nadie más tenía un arma de fuego".
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Un juez de la República decretó la libertad inmediata de Andrés Sotelo debido a que la prueba de microscopia de barrido para detectar residuos de pólvora en sus manos salió negativa.
La Fiscalía General de la Nación deberá determinar si la brutal golpiza que recibió Juan Felipe Rincón, que registró más de una docena de lesiones, constituye o no el delito de tortura.
Por su parte, el general (r) William Rincón y su equipo sostienen que la evidencia revela no solo homicidio, sino también tortura y "un concierto para delinquir", porque “fue víctima de una organización criminal”.
En contraste, Saúl León, abogado penalista defensor de Andrés Sotelo, aseguró que el joven Juan Felipe Rincón "era absolutamente decente, honorable, no tenía ningún cuestionamiento menos por abuso sexual o por pedirle material pornográfico a menores, eso no es cierto". Sin embargo, niega que haya existido un plan de extorsión o concierto para delinquir.
La investigación continúa abierta para determinar quién efectuó el disparo mortal. El general William Rincón ha manifestado que agotará todos los recursos para "rescatar ya en este momento la dignidad de mi hijo... Quiero que mi hijo descanse en paz, quiero que mi hijo esté tranquilo, ya a mi hijo en vida no lo puedo recuperar, pero la dignidad sí".