El 9 de febrero de 2014, Nora Patricia Patiño Montoya desapareció sin dejar rastro. Su mejor amiga fue la última persona en hablar con ella. Durante ese fin de semana, ni su madre ni sus hermanos supieron nada de ella. La preocupación creció con el paso de los días, hasta que su amiga rompió el silencio: Nora le había hecho prometer que no revelaría su paradero, pero ante la angustia de la familia, confesó que se había ido a encontrar con su novio, Nicolás Vélez Villa. El Rastro investigó el caso de desaparición en el 2015.La amiga también mencionó un mensaje de texto que Nora había recibido días antes. El mensaje, con tono amenazante, exigía el envío de dinero. Las autoridades rastrearon el origen del mensaje y lo ubicaron en La Pintada, un municipio a tres horas de Medellín.La familia denunció la desaparición ante las autoridades. A partir de ese momento, se abrió una investigación que revelaría detalles inesperados sobre el pasado del hombre con quien Nora se había encontrado.Un revelador pasado criminalEl investigador asignado al caso revisó la base de datos de la Fiscalía y descubrió que Nicolás Vélez Villa tenía antecedentes penales graves. Había sido condenado por hurto, tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, y por el homicidio de su compañera sentimental con arma de fuego. También figuraba otro asesinato en su historial, además de una anotación que llamó la atención del investigador: varias personas lo describían como “brujo”.El investigador contactó a los familiares de las dos mujeres víctimas, estas manifestaron que él destruyó sus vidas y lamentaban el momento en que sus hijas se convirtieron en sus compañeras sentimentales.Una intensa búsqueda en el río CaucaLa familia de Nora aseguró que Vélez Villa la chantajeaba y le pedía dinero. Las autoridades se trasladaron a La Pintada, donde descubrieron que el hombre era conocido como “Hermano Leo” y hablaba de esoterismo. Allí encontraron una dirección y se dirigieron al alugar que quedaba a orillas del río Cauca. Al no hallar a nadie en la vivienda, indagaron con los vecinos. Una vecina señaló que una mujer había sido vista entrando a la casa, pero que nunca la vio salir, por lo cual las autoridades sospechaban que él hubiera cometido un acto criminal.La casa estaba ubicada a solo 15 metros del río Cauca. Las autoridades iniciaron una exhaustiva búsqueda en el caudal, ante la posibilidad de que el cuerpo de Nora hubiera sido arrojado allí. No se obtuvo ningún resultado.El diario de Nora: una pieza claveMientras tanto, la familia de Nora continuaba su propia búsqueda. Su madre encontró cuatro agendas personales en las que Nora llevaba un registro detallado de las transferencias de dinero que le hacía a Vélez Villa. También había transcrito los mensajes amenazantes que él le enviaba donde indicaba fechas y el número telefónico del que fue enviado cada uno.Estos documentos fueron entregados a las autoridades y se convirtieron en una pieza clave en la investigación.Una señal inesperadaPasaron 53 días desde la desaparición. De pronto, el celular de Nora comenzó a emitir señal. Las autoridades lograron rastrear el dispositivo, que se movía por varios municipios del Oriente antioqueño. Finalmente, lograron capturar a Vélez Villa cuando iba a encontrarse con una mujer.La familia vio en esta captura una esperanza de obtener respuestas sobre el paradero de Nora. Sin embargo, el hombre se negó a dar cualquier tipo de información.Condena por desaparición forzadaNicolás Vélez Villa fue recluido en la cárcel El Pedregal de Medellín. Fue sentenciado a 27 años de prisión por el delito de desaparición forzada.La Fiscalía le ofreció un preacuerdo: una reducción de diez años en su condena si revelaba dónde estaba el cuerpo de Nora. Al principio, Vélez Villa consideró aceptar el acuerdo. Finalmente, decidió no hacerlo y no reveló ninguna información, lo cual fue un duro golpe para la familia de la mujer desaparecida.
El 19 de marzo de 2017, las autoridades encontraron el cuerpo de una mujer que había sido brutalmente asesinada cerca de la vía a Aguazul, en Casanare. Sin embargo, la investigación para dar con el responsable del crimen tardó 32 días, durante los cuales la familia de Edenis Barrera vivió en medio de la incertidumbre.La Policía fue alertada por campesinos de la zona, quienes siguieron rastros de sangre hasta encontrar el cuerpo de la mujer, de 32 años, en una zona boscosa. “Encontramos a una mujer semidesnuda y con múltiples heridas en el cuello”, aseguraron los investigadores.La víctima, identificada como Edenis Barrera, era madre de dos hijos. Su cuerpo presentaba señales de agresión sexual, lo que desató una intensa investigación liderada por la Fiscalía y la SIJIN.“El cuerpo tenía 22 heridas causadas por un arma cortopunzante en el torso y una en el cuello”, precisó Javier Parda, director de Medicina Legal en Casanare a El Rastro. Además, los investigadores tomaron una muestra de las uñas de la víctima para ver si tenía piel de su victimario.Mientras avanzaba el caso, familiares y amigos reportaban la desaparición Edenis. Las fotografías del cuerpo encontrado empezaron a circular en las redes sociales. Se confirmó su identidad por reconocimiento y huellas.La víctima era reconocida por su resiliencia, vocación de servicio y por su participación como voluntaria en la Defensa Civil. Según sus allegados, su vida amorosa estuvo marcada por episodios de maltrato y conflictos con distintas parejas, lo que la llevó a separarse en múltiples ocasiones. Sin embargo, en 2017 decidió darse una nueva oportunidad sentimental con Óscar Medina, con quien convivía en ese momento.El día de su desapariciónEl primer sospechoso de la desaparición de Edenis fue su pareja sentimental, Óscar Medina, ya que, tras el hallazgo del cuerpo, el hombre decidió abandonar repentinamente la vivienda que compartía con la víctima.Liliana, hermana de Edenis, también comenzó a sospechar de Medina, pues notó comportamientos extraños en él. Estas sospechas llevaron a las autoridades a interrogarlo, iniciando así una investigación más profunda en torno a su posible implicación en el crimen.El día de la desaparición, Edenis había asistido a un evento en el corregimiento de San José que hace parte de Aguazul.El testimonio de una trabajadora del lugar fue clave para esclarecer los hechos del crimen. Según ella, Edenis se encontraba en estado de embriaguez y estaba acompañada por Daymer Ipus, un joven voluntario de la Defensa Civil.Las autoridades interrogaron al joven, quien aseguró que efectivamente había estado con Edenis hasta las tres de la madrugada, pero que luego se retiró a su casa. Aunque la Policía confirmó que no tenía antecedentes penales, se convirtió en otro sospechoso clave dentro de la investigación.Tras obtener una orden de allanamiento, los investigadores ingresaron a su vivienda, donde tomaron muestras de su motocicleta y de la ropa que llevaba puesta la noche del crimen, con el fin de realizar pruebas forenses.En ese momento, Daymer se convirtió en el principal sospechoso, ya que el testimonio del hijo menor de Edenis permitió comprobar que Óscar, la pareja sentimental de la víctima, había permanecido en la casa durante toda la noche, lo que lo descartaba como autor del crimen.Videos claves en la investigaciónLas autoridades obtuvieron los videos de las cámaras de seguridad, donde se evidenció que Edenis había salido del evento en compañía del joven Daymer. Esta grabación contradijo su testimonio, ya que él había asegurado que se retiró solo del lugar.Además, los análisis forenses revelaron que la piel hallada bajo las uñas de Edenis coincidía genéticamente con él.Tras 32 días de investigación, Daymer Ipus fue capturado por el delito de feminicidio agravado. El sujeto confesó el atroz crimen y fue condenado a 32 años de prisión, siendo trasladado a un centro penitenciario en Yopal.La comunidad reaccionó con profunda indignación ante el asesinato de Edenis. Aunque se especuló sobre una posible relación clandestina entre ambos, las autoridades no pudieron confirmarlo.
En 2016, Séptimo Día descubrió en Cúcuta una historia que parecía imposible: una mujer de familia conservadora se había enamorado de un hombre condenado por 19 homicidios. Mientras muchos se preguntaban cómo podía amar a alguien con semejante pasado, ella veía lo que otros no: un hombre tierno, bondadoso y transparente. Esta es la historia de Ligia Hernández y Freddy Diomedes Vargas, un amor que nació entre las rejas de una cárcel y que sobrevivió al juicio social, la distancia y una condena de más de tres décadas.Freddy Diomedes Vargas nació en Arauca, una región marcada por la presencia guerrillera. A los 18 años, buscando oportunidades, llegó a La Gabarra, un corregimiento de Tibú, Norte de Santander. Allí comenzó a trabajar como raspachín en los cultivos de coca.“Empiezo como raspachín, allá todo el trabajo se daba en círculo a la coca”, relató.La Gabarra era uno de los puntos más calientes del narcotráfico y la violencia paramilitar. Freddy, sin muchas opciones, se fue involucrando con los comandantes de las Autodefensas Unidas de Colombia. Su cercanía con ellos lo llevó a trasladarse a Cúcuta, donde continuó trabajando con la estructura armada.El 12 de octubre de 2002, su vida cambió para siempre. Fue capturado por el Ejército y señalado como alias El Escorpión. En su casa, ubicada en el norte de Cúcuta, encontraron pruebas que lo vinculaban con las AUC. La Fiscalía lo acusó de concierto para delinquir y homicidio. Fue catalogado como uno de los paramilitares más peligrosos de la ciudad.La visita que lo cambió todoEn junio de 2013, Ligia Hernández fue invitada por su amiga Leonor Ramírez, una abogada cucuteña que organizaba eventos de caridad en la cárcel. Ligia aceptó sin imaginar que esa visita cambiaría su vida. Allí conoció a Freddy. “Nos fuimos para la celda, allá empezamos a hablar, a preguntarme mi nombre”, contó Ligia.En medio de la música y la celebración organizada para los internos, Freddy la invitó a bailar. Desde ese momento, nació una inesperada conexión. “Él me inspiró mucha confianza, no sentí miedo”, afirmó Ligia.En ese primer encuentro, no preguntó por qué Freddy estaba en prisión. Al finalizar la tarde, le dio su número de teléfono.Ligia Hernández nunca imaginó que una visita casual a la cárcel cambiaría su vida para siempre. Lo que comenzó como un acto de solidaridad, impulsado por su amiga abogada, se transformó en una conexión inesperada y una historia de amor que podría catalogarse como insólita. En medio del ambiente hostil, rodeada de rejas y vigilancia, encontró en Freddy Diomedes un amor que creció con cada conversación. La cárcel, lejos de ser un obstáculo, se convirtió en el escenario donde nació una relación que desafió prejuicios, problemas familiares y el peso de una larga condena judicial.Un amor que creció entre cartas y llamadasDurante dos meses, Ligia y Freddy hablaron por teléfono durante largas horas. La relación fue creciendo, pero no todos estaban de acuerdo. Su padre, un policía retirado, y su hermano, se opusieron rotundamente. Aun así, el amor se consolidó.En 2003, cuando ya llevaban más de un año y medio de relación, Freddy recibió una fuerte noticia: “Me condenan a 33 años, 3 meses, por 19 homicidios”, contó el hombre a Séptimo Día.La noticia fue devastadora, pero no suficiente para romper el vínculo que había nacido. Ligia quedó embarazada al poco tiempo. “Yo le dije ‘amor, creo que estoy embarazada’”, recordó.A pesar de la condena, decidieron seguir adelante con el embarazo. El nacimiento de su hijo trajo nuevos desafíos para la pareja. “Cuando mi niño nace todos lo desprecian, que se metan conmigo vaya y venga, pero que se me metan con mi bebé, que acaba de nacer, qué culpa tiene”, expresó con dolor Freddy.Una boda tras las rejasPese a todo, la relación se fortaleció. Freddy le propuso matrimonio a su novia. “Él me dijo que le gustaría casarse conmigo, él quería pues tener ese hogar como más en serio”, afirmó Ligia. Después de tres años de relación y con un hijo en común, decidieron casarse en la cárcel.En noviembre de 2010, nació su segunda hija. Ligia, mientras tanto, trabajaba de manera informal para sacar adelante a sus hijos. Las visitas a la cárcel eran mensuales, y la comunicación se mantenía viva a través de cartas, mensajes de texto y videollamadas. Aunque los celulares están prohibidos en prisión, Freddy confesó que prefería arriesgarse para hablar con su familia.“Él es el amor de mi vida porque me llena en todo. Cumple todas mis expectativas y, en todo lo relacionado con el matrimonio, estamos bien. En el diálogo, la comprensión, el amor y la intimidad”, aseguró Ligia.¿Un montaje judicial?Ligia siempre ha defendido la inocencia de Freddy. Según ella, durante el juicio, más de 14 paramilitares declararon que Freddy Diomedes era inocente y víctima de un montaje judicial.Las sospechas se intensificaron cuando surgieron evidencias que involucraban a la fiscal Ana María Flores, quien llevó el caso. Según investigaciones, Flores habría tenido una alianza con los paramilitares. El acuerdo consistía en entregar “chivos expiatorios” que serían presentados como comandantes para que la Fiscalía mostrara resultados en su lucha contra las bandas criminales.Expertos aseguraron que se demostró que Ana María Flores organizó un montaje para entregar a personas inocentes como supuestos jefes paramilitares, obteniendo beneficios a cambio.La libertad condicionalEn 2017, el Juzgado de Ejecución de Penas en Cúcuta ordenó la libertad condicional de Freddy Diomedes Vargas. Así, pudo salir de las rejas que marcaron gran parte de su historia de amor.
El atroz asesinato del pastor Marlon Lora y su familia en Aguachica, Cesar, conmocionó al país. Los hechos ocurrieron el 29 de diciembre de 2024, mientras compartían en un restaurante. Según las autoridades, se trató de una trágica confusión: las balas iban dirigidas a otra persona.La periodista Nena Arrázola, de Los Informantes, conversó con Ángela Barrera, madre del pastor, quien relató con profundo dolor lo ocurrido aquel fatídico día. "Él vivía tranquilo, no tenía temor de nada, él se sentaba en cualquier sitio público de espaldas a la calle, no temía nada porque no debía nada", aseguró.Madre del pastor reveló cómo se salvó de la masacreÁngela Barrera reveló que ese día se suponía que ella también debía estar en el restaurante, almorzando con su hijo, su nuera y sus nietos. Sin embargo, algo que aún no logra explicar la hizo cambiar de opinión a último momento. “Ese domingo me dio un dolor y no pude montarme en la moto. Fui a la habitación a cambiarme y algo me detuvo y dije: 'no, no voy' Y no fui, y mira lo que pasó", dijo.La madre del pastor decidió no asistir al almuerzo, sin saber que esa elección le salvaría la vida, pero también la condenaría a enfrentar el dolor más grande de su existencia: haber perdido a su hijo, su nuera Yurley Rincón y sus nietos, Santiago y Ángela Natalia.El fatídico díaMientras la familia Lora se disponía a almorzar, un sicario irrumpió en el lugar con la intención de asesinar a Zaid Andrea Sánchez, alias La Diabla. Sin embargo, una trágica confusión lo llevó a disparar contra las personas equivocadas.A través de las cámaras de seguridad, las autoridades confirmaron que La Diabla se encontraba sentada junto a la familia del pastor Lora en el restaurante. Al momento del crimen, La Diabla se levantó y salió corriendo del lugar de los hechos.El sicario huyó del lugar a bordo de una motocicleta junto a su cómplice. Segundos después, alias La Diabla regresó al sitio, abordó su camioneta blindada y también escapó.Los habitantes de Aguachica, Cesar, quedaron consternados tras la trágica pérdida del querido y reconocido pastor cristiano y de toda su familia. La confusión se habría originado porque Ángela Natalia, la hija del pastor, vestía una camisa blanca y un pantalón negro, la misma combinación de prendas que llevaba la mujer que buscaban.La investigación concluyó que los sicarios, que se movilizaban en una moto, habían sido contratados para asesinar a La Diabla en venganza por la muerte de Alexander González Pérez, alias El Calvo, un narcotraficante local que había sido su pareja.La Policía revisó 86 cámaras de seguridad y analizó 71 horas de grabación para esclarecer los hechos. La investigación concluyó que la familia del pastor Marlon Yamit Lora fue asesinada por error, víctima de una trágica confusión.Así se enteró la mamá del pastor sobre la tragediaUna de las cuñadas de Ángela Barrera recibió una llamada, en ese momento a la mujer le confirmaron sobre un accidente que había tenido el pastor Lora y su familia. "Yo la veía como incómoda, me dijo que habían tenido un accidente los cuatro, no me dijo que estaban muertos porque yo estaba acá", relató.Su instinto fue pedir una oración para que su familia se recuperara, sin imaginar que todos ellos ya habían muerto. "Yo en la sala me arrodillé y alcé la mano, le pedí a Dios que los guardara, pero ellos ya estaban muertos", dijo con la voz quebrada.No obstante, al llegar a casa, revisó su celular y recibió la noticia de la peor manera posible. A través de Facebook, Ángela Barrera encontró un video sin censura que se había viralizado en cuestión de minutos: las imágenes mostraban los cuerpos de su hijo, su nuera y sus nietos tendidos en el suelo, rodeados de sangre, en un restaurante local de Aguachica.“Yo le digo, mi hijo no debe nada, ¿por qué lo iban a matar? No, eso fue lo que yo pensé. Mi hijo nunca tuvo nexos con ninguna de esas personas, jamás. El nexo que tenía era con el Padre Celestial”, aseguró.Las autoridades señalaron que la familia Lora no tenía ningún vínculo con el narcotráfico. Al principio se especuló con varias teorías: una persecución religiosa, una extorsión no pagada, incluso que los pastores eran depositarios del dinero de un narco local, pero todas estas hipótesis fueron descartadas.Sin embargo, las autoridades concluyeron que todo se trató de una trágica confusión por parte del sicario. Tras la masacre, Zaida Andrea Sánchez, alias La Diabla, logró escapar, consciente de que su vida corría peligro. No obstante, el 22 de enero de 2025, menos de un mes después de los hechos en Aguachica, fue acribillada en el barrio Laureles de Medellín, justo frente al hotel donde se hospedaba con su hijo de 9 años.La Policía capturó a cuatro personas por su participación en el crimen de la familia Lora y la investigación continúa. Los cuerpos del pastor lora, su esposa y sus hijos reposan en el cementerio de Aguachica. Paradójicamente, la tumba de alias El Calvo se encuentra a solo un metro de distancia de la familia.El abogado de la familia no descarta demandar al Estado colombiano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, argumentando que este no protegió la vida de las víctimas, un derecho fundamental consagrado en la ley. “Ellos eran felices, no les importaba sino servirle a Dios", concluyó la madre del pastor Lora.
Noticia en desarrollo.
Un lujoso vehículo particular protagonizó un accidente de tránsito en la tarde del pasado jueves 15 de mayo, en un hecho que llamó la atención tanto por las circunstancias del siniestro como por el vehículo involucrado. Según testigos y primeras versiones de las autoridades, el conductor del automóvil habría invadido el carril exclusivo de TransMilenio con la intención de realizar un giro prohibido, lo que terminó provocando la colisión. El incidente ocurrió en la intersección de la calle Sexta con carrera 24, en pleno centro de Bogotá, una zona caracterizada por su alta congestión vehicular y circulación constante de buses articulados del sistema de transporte masivo.Mientras las autoridades de tránsito hacían presencia en el lugar para atender la emergencia, se formó un extenso trancón que afectó seriamente la movilidad durante varios minutos. La congestión no solo impactó a los vehículos particulares, sino que también ocasionó retrasos en el servicio de TransMilenio, perjudicando a cientos de usuarios que se desplazaban en ese momento. Varios transeúntes y conductores registraron el incidente con sus teléfonos celulares y las imágenes comenzaron a hacerse virales rápidamente.Luego de varios minutos de maniobras, las autoridades lograron remover el vehículo accidentado, que resultó ser un Hyundai Génesis GL Coupé de color rojo, un automóvil de gama alta con notables modificaciones visibles. No obstante, más allá de los daños materiales y la afectación a la movilidad, uno de los aspectos que más llamó la atención del público fue la identidad del propietario del auto. Según lo informó el diario El Tiempo, el automóvil con placas RAY671 pertenece a Meyer Plazas Duarte.La curiosidad por el dueño del vehículo creció cuando se supo que el automóvil tenía un diseño llamativo y contaba con el nombre de la empresa del propio Plazas Duarte, quien figura como propietario de Miller Tuning, un taller especializado en la personalización de vehículos de alto rendimiento. Esta compañía se ha dedicado a ofrecer servicios de modificación para autos de carrera, tuning estético y adaptaciones técnicas para competencias de velocidad.A raíz del accidente, muchos empezaron a compartir en redes sociales el perfil de TikTok de Miller Tuning, donde se pueden ver múltiples videos que documentan los trabajos realizados por el taller. En estas piezas se detallan procesos de modificación de motores, adaptaciones de carrocería, sistemas de sonido de alta potencia, y demás intervenciones que convierten vehículos convencionales en autos diseñados para competencias o exhibiciones.Uno de los aspectos que más llamó la atención en estos videos fue el nivel de sofisticación en las modificaciones, lo que ha llevado a la empresa a ganar notoriedad dentro de la comunidad aficionada al automovilismo y el tuning en Colombia. Incluso, algunos de los autos transformados son usados para participar en concursos de velocidad, eventos de exhibición y competiciones de sonido automotor.Adicionalmente, se conoció que el Hyundai involucrado en el accidente ya tenía un historial de infracciones. Según el mismo medio citado, el vehículo contaba con varias multas por exceso de velocidad registradas en vías de Chocontá y en el norte de Bogotá. Por otra parte, las grabaciones adicionales publicadas en las redes de Miller Tuning también muestran trabajos realizados en vehículos de carga pesada, como camiones y volquetas, los cuales también han sido modificados para participar en competencias regionales y eventos especializados en diferentes municipios del país. Estos eventos, aunque menos conocidos que los de autos livianos, tienen una comunidad creciente de aficionados. @millercarstuning_ ASÍ MODIFICAMOS EL BMW EN MILLER CARS TUNING #millercarstuning_ #lacalidadnoseimprovisa #modificacion #farolasmodificadas #bmw #rota #salvandovidas #luces SEGURIDAD A LA HORA DE VIAJAR. Cotizaciones en la📍carrera 18 # 3A 27 Barrio Eduardo Santos Bogotá #luxury #viral #iluminacion #laser #farolas #salvandovidas #luces ♬ sonido original - Miller Cars Tuning JULIÁN CAMILO SANDOVALNOTICIAS CARACOL DIGITALJSANDOVAL@CARACOLTV.COM.CO
El exfutbolista brasileño Lucimar da Silva Ferreira 'Lúcio', campeón mundial con la Selección Brasil en 2002 y por muchos años capitán de la 'canarinha', fue hospitalizado con quemaduras en diversas partes del cuerpo tras sufrir un accidente doméstico, informaron este viernes 16 de mayo fuentes médicas.El exzaguero central de clubes como Palmeiras, Bayern Múnich e Inter de Milán, entre otros, hospitalizado el jueves, se encuentra "estable, consciente y bajo los cuidados de un equipo multiprofesional, que le ofrece seguimiento médico especializado para el tratamiento de quemaduras", según un comunicado del Hospital Brasilia.El boletín del centro médico de la capital brasileña no aclara la gravedad de las quemaduras ni las regiones del cuerpo que fueron afectadas.Algunos datos de la carrera futbolística de LúcioEl campeón mundial de 47 años se retiró del fútbol profesional en 2019, cuando actuaba para el Brasiliense, club de segunda división en Brasilia.Lúcio, que inició su carrera en el Guará en 1997, pasó en Brasil por clubes como Internacional, São Paulo, Palmeiras, Gama y Brasiliense, y en Europa por los clubes alemanes Bayer Leverkusen y Bayern Múnich y por los italianos Juventus e Inter de Milán.Además del título Mundial en 2002, conquistó dos ediciones de la Copa Confederaciones con la selección brasileña y una de la Liga de Campeones de Europa con el Inter de Milán en el año 2010.
El presunto responsable de la masacre de 13 trabajadores de una mina de oro de Perú, Miguel Rodríguez Díaz, alias Cuchillo, fue detenido en Colombia por la Policía y la Interpol. En una alerta compartida en sus redes sociales, el Ministerio del Interior de Perú informó que el sujeto fue capturado tras "una acuciosa labor de inteligencia y coordinación".La Fiscalía peruana precisó que la detención internacional de Rodríguez fue posible por el trabajo de la Fiscalía Provincial Corporativa contra la Criminalidad Organizada de La Libertad, la región en la que se encuentra la mina Poderosa, donde se encontraron a los 13 trabajadores asesinados en un socavón por presuntas mafias vinculadas a la extracción ilegal de oro.Las pistas que siguió la Policía de alias Cuchillo tras llegar a ColombiaLas autoridades aclararon en un comunicado que Rodríguez Díaz fue ubicado y detenido en la ciudad de Medellín, donde se encontraba desde su ingreso al país el pasado 5 de mayo, tras llegar inicialmente por el aeropuerto El Dorado de Bogotá. A través de la revisión de cámaras de seguridad, la Policía logró seguir los pasos del detenido e identificó cuatro vehículos de servicio público que utilizó, así como dos hoteles donde presuntamente se había alojado.En video quedó registrado cómo los agentes de la Interpol Colombia abordaron frente a un pasaje comercial del barrio La Candelaria, en Medellín, a alias Cuchillo. Estaba acompañado de una mujer. El registro migratorio evidenció que el señalado asesino había visitado el país en más de una oportunidad.Simultánea a su captura, en Perú también fue detenida la pareja sentimental del hombre, Liliana Pizan. Ella deberá responder por obstrucción de la justicia, mientras que Cuchillo es investigado por el delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio agravado. "Ambos son imputados como presuntos miembros de una organización criminal", remarcó el Ministerio Público peruano en su cuenta de la red social X.El prontuario criminal de CuchilloRodríguez ingresó en 2014 a la banda criminal Los Chuckys, conocida por usar máscaras del "muñeco diabólico" para cometer robos violentos. Ya había sido detenido en la ciudad de Casma con material bélico y en compañía de menores de edad, al parecer, contratados para brindar seguridad.En 2023 estuvo implicado en la masacre de otros 10 mineros de La Poderosa durante un ataque con explosivos. Asimismo, en 2024 se lo vinculó como cabecilla del brazo armado de la organización criminal La Gran Alianza, que buscaba el control de la minería ilegal en la zona de Pataz, donde sucedió la masacre.Además, habría participado con otros 20 sujetos en la masacre de 13 mineros a comienzos de mayo, aunque se reveló que las víctimas llevaban una semana muertas cuando fueron encontradasEl presidente de la Junta de Fiscales de la región de La Libertad, Luis Guillermo Bringas, informó a la emisora RPP que “la información que me da el médico legista es que los cadáveres tienen un tiempo más o menos de fallecidos de aproximadamente siete u ocho días, lo cual nos da una idea de que estas personas no han fallecido ni ayer ni antes de ayer”, expresó. "El caso es impactante, es un caso de crueldad absoluta”, agregó el fiscal al indicar que pudieron confirmar esta información después de las necropsias.El Gobierno de Perú está coordinando con el de Colombia que el delincuente sea expulsado. Según el canciller peruano, Elmer Schialer, se desea que "haya una forma expedita de tener acceso a este señor, a través de la figura de la expulsión, no de la extradición", que significa un proceso judicial más largo. Sin embargo, son las autoridades colombianas quienes "van a evaluar cuál es el mecanismo que mejor se adecue a la situación y de acuerdo a su legislación", anotó el ministro de Relaciones Exteriores.EDITADO POR SANDRA SORIANO SORIANOPERIODISTA DIGITAL NOTICIAS CARACOLsmsorian@caracoltv.com.co*CON INFORMACIÓN DE AGENCIA EFE
En puesto de control de tránsito de Villavicencio, Meta, un conductor se llevó con su vehículo a un agente, que logró sujetarse del capó y evitar ser arrollado. El hecho quedó captado en video. En las imágenes se observa la manera en la que un carro, de referencia Renault Clío blanco, arranca de manera sorpresiva mientras era cuestionado por los agentes de tránsito.El agente que estaba frente al vehículo se agarró del capó y levantó las piernas para no ser empujado. Otro agente corre detrás del vehículo, solicitando al conductor que se detenga. Según la Secretaría de Movilidad de Villavicencio, el hecho ocurrió cuando el conductor iba a recibir una infracción de tránsito por parte del funcionario que realizaba el procedimiento.Según informó el Canal Uno, las autoridades lograron detener el vehículo y capturar al conductor. El agente de tránsito no resultó herido en el hecho. La Secretaría de Movilidad anunció que desde ahora, durante los operativos de control, habrá acompañamiento de la Policía de Tránsito y orientadores de movilidad para garantizar la seguridad de los agentes de tránsito. El agente afectado iniciará acciones legales contra el conductor.“Respetar la vida es una obligación, no una opción. Repudiamos los hechos ocurridos, donde se puso en riesgo la integridad de uno de nuestros agentes de tránsito. Estos comportamientos no solo son inaceptables, sino que atentan contra el principio fundamental de una sociedad civilizada: el respeto por la vida”, señaló la Secretaría de Movilidad de Villavicencio.Este casó se suma al de hace unos días que ocurrió en el municipio de Soledad, Atlántico. El Instituto Municipal de Tránsito y Transporte dio detalles de ese hecho, que dejó gravemente herido al agente de tránsito Guillermo Arroyo. El conductor de un vehículo tipo taxi, de placa TDU 069, lo atropelló y se dio a la huida por no detenerse en un retén de tránsito. Arroyo se encontraba en un puesto de control ubicado en la calle 63 con carrera 14 en cercanías de la estación de Transmetro Portal del municipio Soledad.A las 11:58 a. m. del lunes, durante un procedimiento de verificación de cumplimiento de las normas de tránsito, el agente fue atropellado por un taxista que evitó a toda costa detenerse en el retén. De inmediato el agente Arroyo fue trasladado a la clínica Campbell, ubicada en Barranquilla, donde recibió atención médica. “Condenamos enérgicamente todo acto de violencia contra nuestros funcionarios que se encuentran en las vías garantizando la movilidad y haciendo cumplir con las normas de tránsito. Este ciudadano fue requerido en un puesto de control y en su intento por darse a la huida, arrolló al agente, atentando contra su integridad”, dijo Santander Donado, director del Instituto Municipal de Tránsito y Transporte de Soledad.La entidad también dio a conocer que el taxi, según registros de movilidad investigados con la placa, el vehículo no cuenta con la revisión técnico mecánica vigente y además, se le adeudan al menos 11 millones de pesos.En diciembre pasado también se dio otro caso de un agente de tránsito atropellado por un taxista en Soledad. “El agente detiene al conductor en uno de los puestos de control que tenemos en la avenida 13 de junio, con calle 30, se le pidió documentación al taxista y se encontró que tenía la licencia suspendida y no podía manejar", explicó el Santander Donado en ese momento.El agente procedió a colocar el comparendo y realizar la inmovilización del vehículo colocando un cono por delante del mismo, como hacen normalmente en estos procedimientos. Sin embargo, el vehículo arrancó llevándose al agente de tránsito y lo arrastró encima del capó por casi 400 metros.MATEO MEDINA ESCOBARNOTICIAS CARACOL
El pasado viernes, 24 de enero de 2025, fue asesinado el subteniente Nicolás Reyes Valencia, quien desde hacía cinco días ejercía como el comandante de la estación de Policía de Zambrano, en el departamento de Bolívar.Este uniformado, de 22 años, falleció en medio de un operativo que se adelantaba para escoltar un helicóptero que transportaba dinero. Según información preliminar, la aeronave aterrizó en una cancha de fútbol de esa población para llevar los billetes a un banco de ese municipio, pero cuando el subteniente Reyes Valencia se acercó para inspeccionar, en extrañas circunstancias fue atacado a disparos.(Lea además: Un amor que vence la adversidad: patrullero con tumor cerebral cumplió el sueño de casarse)De acuerdo con el periódico El Espectador, versiones preliminares indicaron que un escolta de la empresa de valores fue quien le disparó al policía. Pese a que los compañeros del uniformado intentaron socorrerlo, debido a la gravedad de las heridas murió.Por este hecho fue capturada una persona en el aeropuerto de Corozal, departamento de Sucre, y las autoridades del municipio de Zambrano decretaron duelo por la muerte del policía.¿Qué se sabe sobre este crimen en Zambrano, Bolívar?Algunas personas que presenciaron el homicidio, ocurrido en el barrio La Esperanza, en la cancha José María Lajud, indicaron que el comandante Reyes Valencia había intentado abrir una puerta del helicóptero, pero no lo logró. Inmediatamente, el uniformado se dio la vuelta para disponerse a alejarse de la aeronave, pero en aquel momento un escolta le disparó.Manuel Berrio, secretario de Seguridad de Bolívar, contó, según el medio citado anteriormente, que el escolta indicó que había accionado su arma porque “el subteniente habría empuñado su arma, lo que le generó temor”.Se conoce que el subteniente Nicolás Reyes había nacido en Rovira, Tolima, y que había llegado a Zambrano desde El Carmen de Bolívar.(Lea además: Pelea en Bogotá casi acaba en tragedia: intentó meterse a la casa de su vecino, pero cayó al vacío)