Colombia y el mundo se unieron en oración con el pontífice desde Roma para celebrar la procesión y reflexionar el Sermón de las siete palabras. Este Viernes Santo el papa Francisco recorrió, en un silencio sobrecogedor, la plaza de San Pedro solamente acompañado por cinco reos procedentes de una cárcel de la ciudad de Padua, duramente golpeada por la pandemia, y cinco doctores y enfermeras. A la luz de las antorchas, el jefe espiritual de alrededor de 1.300 millones de católicos escenificó junto a ese pequeño grupo el Camino de la Cruz, el calvario de Jesús, desde su condena hasta su crucifixión y su muerte. Un enorme contraste respecto a hace un año, cuando cerca de 20.000 católicos acompañaron al pontífice a un viacrucis nocturno en torno al anfiteatro romano del Coliseo, todo iluminado, como ocurre cada año desde 1964. Más de la mitad de la humanidad, entre ellos millones de cristianos, vive confinada, mientras el corovirus ha causado ya más de 100.000 muertos en el mundo. Los médicos y enfermeras, recordó el papa argentino, caen "muertos en el frente como soldados que dieron su vida por amor". Ellos pasarán a formar parte de los "crucificados de la Historia", añadió.
Colombia y el mundo se unen en oración con el pontífice desde el vaticano. Para combatir la propagación del coronavirus, todos los lugares de culto han sido cerrados al público en Tierra Santa, incluida la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, el lugar donde, según los evangelios, fue sepultado Cristo tras morir en la cruz. El viernes por la mañana, una misa sencilla a puerta cerrada fue celebrada en su interior y una procesión mínima recorrió la Via Dolorosa, el camino que, dentro de la Ciudad Vieja de Jerusalén, marca en 14 estaciones el viacrucis, el camino de Jesús hasta la cruz. Solamente cuatro religiosos pudieron hacer el recorrido este año, contra los miles de fieles que participaban en esta conmemoración cada Viernes Santo, por estas antiguas calles estrechas de piedra, en las que es complicado mantener la distancia para evitar contagios.
Así se celebró la santa misa de la Cena del Señor este Jueves Santo desde el Vaticano. La Semana Santa se vive en casa. La homilía estuvo dirigida en esta ocasión a los sacerdortes y su servicio en esta época de pandemia. La ceremonia, en esta ocasión, no contó con el rito del lavatorio de los pies. Esta eucaristía, al igual que los demás oficios en estos días santos, se celebró a puerta cerrada en la basílica de San Pedro, acatando el aislamiento social recomendado para evitar la propagación del coronavirus.