Este avance tecnológico se pondrá en marcha gracias a una subvención de 5,3 millones de dólares de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) en EE.UU., país donde se calcula que una tercera parte de los adultos mayores con demencia son conductores activos y la mitad de ellos continúa conduciendo hasta tres años después del diagnóstico.
Los investigadores de la Florida Atlantic University subrayaron que los conductores con demencia a menudo tienen dificultades para verificar y cambiar de carril, girar a la izquierda, señalar para estacionarse o seguir rutas, informó la FAU.
"Existe una necesidad crítica de examinar cómo estas tecnologías utilizadas en los vehículos podrían ayudar a detectar conductas de conducción anormales que pueden atribuirse a un deterioro cognitivo", dijo la gerontóloga Ruth Tappen, una de las investigadoras principales.
Los sistemas de sensores incluirán cámaras discretas, diagnósticos a bordo, GPS de alto nivel, detección de movimiento y orientación, sensores de visión, movimientos oculares del conductor, conciencia de la escena de conducción y comportamiento.
Los investigadores rastrearán los patrones de viaje de 750 participantes, como las millas recorridas, así como el número de viajes; conducción anormal como perderse, perder el enfoque y eventos cercanos a una colisión y tiempo de reacción al detenerse en una señal de alto o semáforo, entre otros.
Publicidad
Tappen subrayó que una porción significativa de conductores mayores plantea una preocupación notable por la seguridad del tráfico y la salud pública, como también "una oportunidad para detectar con éxito el deterioro cognitivo".
"Los servicios de detección y evaluación actuales solo pueden evaluar a una pequeña cantidad de personas con inquietudes cognitivas, y faltan muchas que necesitan saber si necesitan tratamiento", dijo David Newman, otro de los investigadores.
Publicidad
El proyecto "Sensores en el vehículo para detectar cambios cognitivos en conductores mayores" implicará además desarrollar algoritmos que puedan traducir los datos de los sensores en índices de comportamiento de conducción que sean específicos de género, edad y vehículo.
"Para el estudio longitudinal mixto reclutarán e inscribirán a 750 conductores mayores, establecerán su función cognitiva de referencia y sus perfiles de comportamiento de conducción y repetirán la prueba cada tres meses durante tres años", precisó la universidad.
Esta investigación "tiene el potencial de cambiar el paradigma en la evaluación cognitiva de los adultos mayores para facilitar la detección más temprana del deterioro cognitivo o cambios que tienen una aplicación en el mundo real y riesgos sociales o de salud pública asociados", manifestó Safiya George, decana de la Facultad de Enfermería Christine E. Lynn de la FAU.