Muchos están cayendo inocentemente en recetas que se preparan con dióxido de cloro, usado para desinfectar y no para el consumo humano.
Tampoco está comprobada la efectividad de gárgaras con agua sal o bebidas calientes.
Quienes están detrás de estas curas milagrosas contra el coronavirus no son científicos y lo que quieren es venderles sustancias que no sirven y lo que sí pueden hacer es exponerlo a efectos tóxicos graves.
Es el caso del dióxido de cloro que representa “un riesgo grande para la salud porque es un desinfectante que se utiliza para limpiar superficies, no tiene uso autorizado en seres humanos y los riesgos derivados de este uso es una intoxicación aguda”, explica la toxicóloga Olga Lucía Melo.
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Si se toma puede causar síntomas como náuseas, vómito, diarrea, deshidratación, arritmias cardiacas y hasta la muerte.
“Cuando se manipula causa inflamación del pulmón, edema pulmonar y falla respiratoria”, señala la especialista.
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Además, recuerde que cualquier sustancia, así sea de aseo, debe tener un registro ante las autoridades sanitarias.
Si alguien le ofrece o encuentra publicidad sobre el tema, denúncielo ante el Invima en la página www.invima.gov.co o al teléfono 294 8725 en Bogotá.