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Miles y miles de colombianos trabajadores de escasos recursos tienen que dejar a sus hijos al cuidado de hogares del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, muchos son lugares completamente seguros y al final del día estos padres agradecidos pueden recoger sus hijos sanos y salvos. En los últimos dos años, Séptimo Día ha estado recibiendo denuncias muy preocupantes, madres en diferentes partes del país aseguran que en algunos de estos hogares sus pequeños fueron maltratados, más alarmante aún, algunas afirman que sus hijos murieron mientras estaban supuestamente cuidados allí. Al investigar sobre estos casos se descubrió que había más niños presuntamente maltratados. Varias madres adoloridas contaron que cuando ellas buscaban respuestas del ICBF y de algunos de los hogares donde ocurrieron estas tragedias las respuestas fueron vagas o incluso inexistentes.
Desde el pasado 19 de octubre, Luz López busca respuestas por la muerte de su nieto Adrián Stiven Atehortúa, un niño de dos años, quien murió misteriosamente en el jardín El mundo de mis Pitufos, en Usme, adscrito al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. La mujer señala que cuando el pequeño apareció muerto estaba a cargo de Yolima Morales, una mamá comunitaria del ICBF que llevaba 16 años manejando esa casa. El menor fue ingresado a ese jardín en febrero para que tuviera más contacto con otros niños, de acuerdo con el testimonio de su madre Laura Daniela Velásquez. Mientras que la mamá trabajaba en una fábrica de juguetes, la abuela era la encargada de llevarlo y recogerlo todos los días, así sucedió por ocho meses. Sin embargo, lo que pasó el 19 de octubre aún es un misterio.
Reviva la investigación completa de Séptimo Día aquí.
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