Dolor en Cauca por asesinato del líder Albeiro Camayo: “Hay una persecución armada”

Desde niño, Albeiro Camayo había asumido la defensa de su territorio como guardia indígena, trabajo que recuerda el consejero de la zona Juan Tama.

“Aprendí mucho de él. Él nos recalcaba mucho la defensa territorial, que no debemos bajar la guardia, que las armas no nos deben asustar”, manifestó otro consejero, Hernán Darío Ipia.

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Y fue en esa lucha por la defensa del territorio en la que Albeiro Camayo fue asesinado por presuntos disidentes de las FARC.

“Fue una sorpresa la muerte ayer, la manera como lo asesinaron, degollado, esa es una cosa muy trágica”, expresó el líder indígena Luis Yonda.

“Las disidencias Jaime Martínez cumplieron con su objetivo. A sangre y fuego entraron tres comandos a Las Delicias, hostigaron a la comunidad, sacaron Albeiro y lo mataron. Muy lamentable”, dijo el senador Feliciano Valencia.

Desde el 2019, cuando coordinaba la guardia indígena regional del CRIC, Albeiro Camayo le venía haciendo frente a los grupos armados que aparecían en su territorio. El 25 de julio de ese año entregó estas declaraciones tras un ataque a comunidades indígenas:

El 3 de octubre de ese mismo año, Albeiro fue encontrado amarrado del cuello y las manos con alambre de púas luego de ser retenido por hombres armados que le dieron 48 horas de plazo para entregar a un supuesto secuestrado.

El Ejército anunció operativos en la zona para dar con el paradero de los responsables.

“Ya ordené desplegar unas tropas con el fin de dar con el paradero de estos narcoterroristas de la Jaime Martínez que ocasionaron la muerte de nuestro líder indígena”, señaló el general John Jairo Rojas, comandante de la Tercera División del Ejército.

El hijo del líder indígena, que estaba desaparecido, ya se encuentra sano y salvo entre su comunidad.

Las guerras en el Cauca

Albeiro Camayo y el niño ambientalista Bréiner David Cucuñamehacen parte de los nueve líderes que, según Indepaz, han sido asesinados en el Cauca este año, lo cual evidencia la difícil situación de orden público que padece el departamento donde hoy se libran varias guerras por el control territorial luego de la salida de las FARC, dicen los analistas.

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“Aquí hacen una presencia fuerte las disidencias de las FARC, la columna móvil Jaime Martínez y la Dagoberto Ramos, quienes están en una disputa constate por dominio del territorio en municipios como Buenos Aires, Toribío e incluso hasta Jamundí, sobre todo por el control de la hoja de la coca y el control de las rutas ilegales relacionadas con minería ilegal”, explicó Isaac Morales, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación.

Lo más grave es que las confrontaciones comprometen la vida de campesinos, afros e indígenas.

“Esta disputa es claramente desproporcional, ya que se enfrentan con comunidades negras, indígenas y campesinas que están en pro de la defensa de sus territorios y tratan de evitar que se haga la explotación ilícita de estos mismos”, indicó Morales.

“Hay una persecución armada en contra de los líderes indígenas de la guardia, de los niños, de las autoridades porque desde épocas milenarias venimos ejerciendo autonomía, control territorial y gobernabilidad”, subrayó Aida Quilcue, consejera del CRIC.

Lo peor es que la vorágine de la violencia crece y parece incontenible, según los analistas.

“Los escenarios que se pueden plantear es principalmente una agudización de esta confrontación, más muertes de líderes sociales en esta región del país, ya que desde el 2020 se vienen registrando sistemáticamente”, agregó Morales.

Para los especialistas, esta ola de violencia solo puede ser contenida por una oferta institucional del parte del Gobierno, acompañada con una fuerte inversión social y, además, un llamado al cumplimiento de los acuerdos de paz.