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Madre de Sergio Urrego habla tras la condena a exrectora del colegio donde el joven estudiaba

Alba Reyes reconstruye casi siete años de lucha en busca de justicia para su hijo, rechazado y perseguido por su orientación sexual y quien se suicidó en 2014.

Sergio Urrego

Tras la condena de la exrectora del colegio Gimnasio Castillo Campestre, donde estudiaba Sergio Urrego, el joven que se suicidó en 2014 por rechazo y persecución debido a su orientación sexual, Alba Reyes reconstruyó casi 7 de años de lucha en busca de justicia para su hijo.

(Otras noticias: Quemaron un bus y saquearon un supermercado en Bogotá)

Conmigo tenía bromas, me lanzaba a la cama, me hacía cosquillas ya grande. Me daba besos, era muy cercano”, dijo.

Sergio era un joven brillante, amante de la lectura, de Mafalda, los derechos humanos y sobreprotector de su mamá y su abuela.

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“Inclusive, me habían dicho que Sergio tiene un alma de viejo porque tenía una relación muy linda con las personas adultas, más que con los mismos jóvenes”, afirmó.

Tan brillante, que su observador estaba lleno de felicitaciones por su desempeño académico, y el único llamado de atención era para que se cortara el cabello, como suele pasarle a la mayoría de adolescentes de Colombia.

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Sin embargo, Alba vio que la sonrisa de su hijo empezó a marchitarse y un día, a la fuerza, entendió la razón.

A los 16 (años) fue obligado a hablarme sobre su orientación sexual y eso sí fue muy difícil para él”, señaló.

Y fue esa la punta del iceberg de todo lo que se vendría más adelante. La primera prueba fueron sus papás, quienes sin dudarlo lo apoyaron siempre.

“Cuando comenzamos a hablar los dos, yo lo veía muy nervioso, se le aguaron sus ojos, se llenaron de lágrimas y me dijo ‘mamá, estoy teniendo problemas en el colegio, porque me di un beso con otro chico dentro del colegio’”, indicó.

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Y agregó: “Yo lo único que pude decir, y tal vez fue lo más acertado como mamá, es que yo lo abracé y le dije que la etiqueta que nunca le iban a quitar era la de ser mi hijo. Yo lo abracé y le dije que yo iba a estar ahí y que lo iba a defender hasta el final”, expresó.

La segunda prueba, y tal vez con la que luchó hasta el final, fueron las directivas y profesores de su colegio. Una de ellas fue Amanda Azucena Castillo, exrectora del colegio y condenada en las últimas horas por actos de discriminación que llevaron a que Sergio tomara la decisión de suicidarse.

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“Fue en el momento en el que yo ya vi muy desesperado a mi hijo, ya por esto había pasado también una denuncia contra mí, porque yo empecé a apoyar a mi hijo y ella quiso empapelar la ciudad con mi nombre y con el de Sergio. Empezó a decir que yo tenía abandonado a Sergio y me denunció por abandono de hogar”, sostuvo.

Según la Fiscalía, Amanda Azucena manipuló toda clase de pruebas y las ocultó con el único propósito de que Sergio fuera señalado como un joven rebelde y autoritario.

“Le dije a Sergio y le dijimos con su padre ‘no puedes volver a firmar nada con lo que no estés de acuerdo, hasta que nosotros no lo veamos’, porque ya sabíamos cómo estaban las cosas con él”, aseveró.

Fue tal la presión que la exrectora y hoy condenada habría ejercido contra el joven estudiante, que obligó a los padres de su entonces pareja sentimental, Danilo Pinzón, para que denunciaran a Sergio por acoso sexual.

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“Ellos no entendían su orientación sexual, la orientación sexual de su hijo, ellos pidieron ayuda al colegio para poder entender, una psicorientadora para poder entender que estaba pasando y lo que hicieron fue apoderarse de eso, redactar la denuncia contra mi hijo, diciendo que eso era acoso sexual, que mi hijo era el que perseguía a Danilo en ese momento y que ellos tenían que colocar esta denuncia”, dijo.

Pero llegó el día en que la presión fue mayor que su propia voluntad, el día en que su mundo se nubló y la única manera de expresarlo fue mediante cartas: tres de ellas a su mamá y una a sus compañeros.

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“Todas las pruebas me las deja él, deja subrayado el manual de convivencia, deja un flecha donde decía ley 1620 de 2013, me deja las conversaciones de WhatsApp, donde evidentemente era una relación consentida entre él y Danilo”, aseguró.

El cierre de la investigación de la Fiscalía concluyó con una frase muy impactante de Sergio: “Mi sexualidad no es un pecado, es mi propio paraíso”. Alba Reyes habló de cómo tomó esta frase en medio del cierre de la investigación.

“Estoy muy agradecida en este momento por todo el apoyo que sentí, tanto de la Fiscalía como la Procuraduría. Tengo unos sentimientos encontrados, porque siento que sí le fallaron nuevamente a Sergio por haber permitido tantos tiempos de dilación, porque precisamente por esto es que no podemos cerrar el caso como debería cerrarse”, dijo.

La Fiscalía pidió una pena de 11 años de cárcel para Amanda Azucena Castillo por los delitos de ocultamiento de pruebas y falsa denuncia. Próximamente, un juez determinará el monto de la pena para cerrar el caso que duró cerca de 7 años.

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