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Infierno en Providencia: un baño y un colchón salvaron a pastor y su familia de morir

“Vivimos nueve horas de agonía", así inicia su relato el religioso, que vio de frente al huracán y gritó desesperado por sus hijos, que yacían entre los escombros.

Pastro Providencia - 18 de noviembre.jpg

Adrián Villamizar es el pastor principal de la iglesia Adventista de Providencia, donde junto a sus dos hijos y su esposa soportó el devastador paso del huracán Iota, que cuenta, se intensificó entre las 4 y las 6 de la mañana del lunes pasado.

En ese tiempo, dice, el fenómeno natural llegó a su punto máximo, llevándose consigo techos, ventanas y estructuras en general que les servían de refugio.

“Salimos de la casa, llegamos donde un vecino, pensamos que la estructura era más fuerte, pero a las 2 a.m. el techo empezó a caerse (…) salimos en pleno huracán, salimos sin saber qué nos podía golpear, solamente agarré a mis hijos, los llevé a otro lugar, a otra casa”, relata el pastor Adrián, quien afirma que después llegó la parte más dura.

“A las 3 - 3:30 las ventanas estallaron y mis hijos quedaron escondidos en los escombros, por eso tengo las heridas, tuve que buscarlos. El viento los golpeaba, estaba oscuro, lloviendo, no nos podíamos sostener en pie del viento tan fuerte, nos tiraba al piso. Yo solo gritaba su nombre, gritaba, hasta que los encontré", añadió.

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Unos a otros, resguardados en un baño, se protegían del embate de Iota, que le provocó a Adrián una herida en la frente y pérdida parcial de la movilidad de las manos: “mi esposa es paramédico y comenzó a curarme, me tapó con unas toallas, después nos dimos cuenta que eran toallas embarradas, pero logramos parar la sangre. En ese momento se hizo intenso el rugido del viento, un colchón fue el que nos resguardó de todo esto. Vivimos nueve horas de agonía".

Al escuchar su relato, muchos le preguntan cómo sobrevivió al paso del poderoso huracán Iota. Él tiene una respuesta: “solo la gracia de Dios, Dios estuvo ahí en ese lugar, nos sostuvo porque, al mirar las esquirlas de los vidrios, pudimos haber quedado peor".

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El baño, al pasar el huracán, vimos que fue lo único que quedó en pie. Dios es grande

El pastor Villamizar dice que el 99% de Providencia desapareció y que la isla no estaba preparada para el paso de un huracán de categoría 5.

Ahora está en San Andrés, pues salió de Providencia gracias a la Fuerza Aérea. Advierte que, si llegan otros vientos, en la isla no habría cómo refugiarse porque lo perdieron todo.

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