Roban en La Guajira 2 carros del ICBF que llevaban alimentos para niños con desnutrición

En La Guajira, el ICBFdenunció el robo de dos vehículos que movilizaban paquetes alimenticios para personas necesitadas. Entre los productos robados hay bienestarina y alimentos para mujeres gestantes.

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Los alimentos estaban siendo transportados en carros y pretendían ser entregados para atender y rescatar a niños con problemas de desnutrición en La Guajira. Los vehículos fueron interceptados por hombres armados en zona rural de Maicao. Ocho funcionarios del grupo de atención móvil del ICBF y dos conductores fueron asaltados.

"Los compañeros iban en la unidad móvil, pero afortunadamente las pérdidas fueron materiales, no hubo daño físico, ellos están bien. Es lamentable la situación, debido a que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar lo que hace es llegar a las comunidades, y entrar a apoyar y, en especial, a una población de alta vulnerabilidad”, comentó Tais Romero, directora (e) del ICBF en La Guajira.

Los ladrones se llevaron bienestarina líquida, en polvo, alimentos para mujeres gestantes, equipos médicos para medir y pesar niños, además de los vehículos y celulares de los funcionarios.

"Esto termina perjudicando y agravando más la situación nutricional de nuestros niños y la desconfianza de los funcionarios sobre el territorio, esto es algo que nos perjudica a todo el pueblo", señaló Matilde López, líder wayú, en rechazo al robo a funcionarios del ICBF.

En lo que va del año, cuatro unidades móviles del ICBF con las que se atendía a niños con desnutrición, han sido robadas en La Guajira.

Desnutrición infantil en La Guajira

A finales del mes de junio, la Defensoría del Pueblo reveló un dato vergonzoso para la sociedad colombiana. En lo corrido de 2023, 141 niños menores de 5 años han muerto por desnutrición. La mayoría de ellos, en La Guajira.

Aunque la desnutrición se registra en varias regiones como Chocó y César es en el extremo norte de Colombia donde se han presentado más casos: 39. Según expertos, una de las fallas es la falta de conexión con las comunidades.

“Realmente es que las comunidades indígenas no reconocen el problema, entonces esto nos pone el reto de una salud con enfoque intercultural. Y entonces la estimación del riesgo no es el adecuado, por eso llegan a morirse a los centros hospitalarios”, dijo Iliana Curiel Arismendy, pediatra magíster en Salud Pública.

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