El ministro de Vivienda visitó la zona afectada por la emergencia y aseguró que el Gobierno Nacional activó el plan de ayuda humanitaria para los damnificados.
El Seminario de Jericó es uno de los albergues asignados para atender a los damnificados por la avalancha que se registró durante la madrugada del lunes . Allí se encuentra Ángel Palacio, en compañía de su esposa y su bebé de 8 meses a la espera de que puede regresar a su vivienda.
"La noche se hace fría y larga acá", confiesa Ángel Palacio, afectado por la emergencia.
Entre la incertidumbre y las largas horas de espera, las familias recuerdan con nostalgia la emergencia que les arrebató la tranquilidad y sus viviendas.
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"Horrible la casa de nosotros hasta la mitad con lodo, los muebles, todo", recuerda Martha Lucía Palacio, afectada.
En el albergue permanecen al menos 200 personas entre niños y adultos de la tercera edad esperando a que lleguen las ayudas.
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"Nosotros en este momento no hemos comido nada porque no tenemos ni luz, ni agua, ni gas”, cuenta Berta Bernal.
Frente a esta situación, el ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, señala que avanzan en la consolidación del registro único de damnificados para determinar las ayudas que se le van a brindar. Entre tanto ya se tiene un registro de ocho viviendas con afectaciones graves.
"Estamos hablando de un número muy considerable, en esos casos se estilan proyectos de vivienda; cuando estamos hablando de un número más pequeño y son por el contrario intervenciones atomizadas lo que suele hacerse son subsidios", explica el jefe de cartera.
Las autoridades también trabajan para restablecer el servicio de agua potable que fue suspendido en el 50 por ciento de la población. Mientras tanto la zona cuenta con carro tanques para suministrar el servicio y avanzar en la remoción de escombros.
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Aunque la alerta roja no ha sido levantada, 800 personas retornaron a sus viviendas.
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