Destruidas quedaron las casas de varios residentes del sector seis de Potrero Grande, en el oriente de Cali, quienes atribuyeron el hecho a retaliaciones por el no pago de vacunas semanales a grupos delincuenciales del sector.
Una de las habitantes afectadas señaló que si no cumplen con la cuota que les exigen, los matan. Asimismo, sostuvo que la policía no atendió el llamado de la comunidad ante esta situación.
En la balacera cuatro personas, entre ellos una menor de edad, resultaron heridas. Otra de las víctimas fue Deyanira Henao Dagua, de 43 años, quien se debate entre la vida y la muerte.
Además, en el hecho, se llevaron neveras, televisores, poltronas y hasta una silla de ruedas de un discapacitado.
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En algunas viviendas de esta localidad se observan letreros que indican el valor que han pagado sus ocupantes por la vacuna. “Uno tiene que pagarles $25 mil a ellos semanal y si no le desocupan a uno la vivienda, le sacan todo lo que uno tenga en la casa”, manifestó una de las habitantes del sector.
La Policía expresó que mientras esto ocurría otros integrantes de la banda delincuencial disparaba contra el CAI, para evitar la reacción de los uniformados. En la estructura se observan varios impactos con arma de fuego.
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“La gente sabes quiénes son, quien está detrás de los jóvenes, quién los arma”, dijo por su parte la religiosa Alba Estella Barreto, directora de la Fundación Paz y Bien.
Asimismo, el coronel Juan Pablo Díaz, comandante del Distrito 4 de la Policía indicó que hace cerca de un mes y medio el Gaula capturó a algunos extorsionistas. “Posiblemente hay otras personas que quieren apoderarse de ese negocio ilícito, pedir cuotas a las personas y a las casas”, afirmó.
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