Ocho de cada diez delincuentes recobra su libertad pocas horas después de cometer un delito, según lo advierte la Policía de Bogotá. La libertad para muchos reincidentes revivió el debate entre las autoridades y los jueces.
En las unidades de reacción inmediata de la Fiscalía, en Puente Aranda, Paloquemao y Kennedy en Bogotá, ocho de cada diez delincuentes que presentan ante los jueces de garantías quedan en libertad.
La advertencia la han hecho desde hace varios días la alcaldesa Claudia López y el director nacional de la Policía.
“Solo el 20% queda con esa medida restrictiva de la libertad”, indicó el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional.
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Los argumentos de estos funcionarios se basan en cifras. Este año, de enero a septiembre, han sido capturados 2.775 delincuentes de los que han quedado en libertad 2.422. Es decir, el 87%. Tan sólo 150 han quedado cobijados con medida de aseguramiento, un 5%.
¿Cuál podría ser la razón para que los jueces otorguen estas libertades?
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“No debería calificarse un hurto simple sino un hurto calificado, porque siempre se valen de la violencia o un hurto agravado porque se valen de caretas, de máscaras para ocultar el rostro”, indica Mario Iguarán, exfiscal general de la nación.
Pero otra posición tienen los jueces de la República. Ante las duras críticas y la polémica suscitada por las libertades, el Consejo Superior de la Judicatura emitió un comunicado rechazando los señalamientos.
Según la judicatura, en el 2020, se legalizaron 72.397 capturas y este año ya van 35.307, lo que equivale a un 94%. El alto tribunal asegura que solo 4.143 capturas fueron declaradas ilegales y los sospechosos volvieron a la calle.
“Solamente un 4% de las detenciones requeridas por la Fiscalía en Bogotá han sido negadas por los jueces. Ese es un dato marginal y estoy seguro que no hay un estudio serio que indique que esa cifra incida en el problema de seguridad que estamos viviendo”, dice David Gutiérrez Camacho, representante de los jueces penales municipales en el sistema penal acusatorio.
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También lanzaron este dardo a las autoridades.
“Tomamos tantas decisiones de detención que al Inpec, al Gobierno distrital y a la misma Policía Nacional le está quedando grande atender la demanda”, agrega Camacho.
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Lo claro es que unos y otros tienen argumentos contradictorios que desde ya genera un ambiente caldeado entre jueces y autoridades de Policía.