Este sábado, 15 de junio de 2024, la Fundación Cardioinfantil abrió las puertas de su auditorio para hacer calle de honor y despedir, en medio de la gratitud y la nostalgia, al doctor Camilo Cabrera Polania , fundador y director de este complejo hospitalario.
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Esta historia tuvo sus inicios hace 91 años. En Yaguará, municipio del Huila, el 3 de noviembre de 1932 nació Camilo Cabrera Polanía y desde temprano se destacó por su pasión y dedicación a la medicina, una ciencia que lo enamoró y lo llevó a estudiarla en la Universidad Nacional de Colombia.
Desde entonces empezó a dejar legado tras un trabajo conjunto entre la cardiología y el cuidado intensivo que sentó las bases de la cirugía cardiovascular con innumerables aportes a la investigación y a la formación de los futuros cardiólogos. Muchos de ellos hoy tienen la fortuna de acompañar el proceso desde La Cardio.
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El doctor Darío Echeverri, director del Departamento de Cardiología de la Fundación Cardioinfantil, opinó sobre el legado de Cabrera: “Yo creo que hacer una medicina con excelencia, con solidaridad, con un sentido de pertenencia por la institución y con un gran cariño por los pacientes”.
El deseo de ayudar a niños ha sido el pilar para mantener intacto ese propósito de cientos de profesionales de la salud que trabajan en este proyecto de vida del doctor Camilo Cabrera.
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La Fundación Cardio Infantil, hoy La Cardio, ha salvado la vida de millones de pacientes a través de cirugías cardiovasculares, trasplantes de órganos y tratamiento de patologías congénitas en niños.
El doctor Fernando Marín, jefe de Servicios Ambulatorios de La Cardio, aseguró que “el legado viene de miles de pacientes, tanto adultos como niños, que fueron operados por el doctor Camilo, atendidos por el doctor Reinaldo, que regresaron a su vida, que regresaron al seno de sus familias, con vitalidad y alegría”.
El legado del doctor Camilo Cabrera trasciende muros, territorios y traspasa corazones. Una eminencia para el sector salud en el país que hoy dice adiós, un adiós lleno de gratitud.
Juan Gabriel Cendales, director de La Cardio, manifestó que reciben "este legado con mucha responsabilidad. Nuestra obligación hoy es no solamente mantener este legado, sino acrecentarlo, agrandarlo y, obviamente, entregarle a la sociedad la obra de dos hermanos que hoy es una obra social y que, sin duda, es uno de los ejemplos a seguir de cómo se pueden hacer las cosas”.
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