Cristian Andrés Hurtado, un joven electricista de 27 años y quien trabajaba en el relleno sanitario Doña Juana, es otra de las víctimas fatales que dejaron los disturbios en el sector de Ciudad Verde en Soacha, Cundinamarca.
Trabajador, colaborador, defensor de los derechos de los jóvenes y líder juvenil, así recuerdan y describen a Cristian Andrés Hurtado, un electricista que soñaba con ser ingeniero mecatrónico.
“Mi hijo era lo más lindo que teníamos acá, era muy trabajador, no le gustaban las manifestaciones ni nada. No sé por qué le tocó esto”, expresó José Hurtado Chía, su padre.
El 9 de septiembre, a las 10:30 p.m., su hermana menor Carolina Hurtado lo llamó, pero no fue Cristian quien contestó el celular. “Me contesta una persona del cardiovascular y me dice que mi hermano está gravemente herido”, recuerda ella.
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Y narró el momento de la identificación: “Lo reconocí por su barba, por sus cachetes, por sus facciones. Aunque estaba muy hinchado, lleno de sangre por el impacto de bala que tenía en su cráneo”.
Frente a la muerte de Cristian Andrés Hurtado, su padre pide “esclarecer esto porque esa muerte no tiene que quedar impune”.
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Como si fuera casualidad, Cristian cumplía este jueves un año de estar trabajando en el relleno sanitario y había quedado con sus compañeros en celebrar con un almuerzo. El aniversario se convirtió en una eucaristía y un acto en homenaje a su pronta partida.
“Cristian, te estimo mucho. Fueron bastantes guerras, bastantes batallas que hemos llevado los dos y espero que sigas así en lo alto del cielo”, estas fueron las palabras de despedida de su compañero de trabajo Jhon Jairo Velandia.
Su familia, junto a los familiares de los otros dos jóvenes asesinados en Soacha durante la noche de los disturbios , pide justicia frente a estos hechos que involucran a agentes de la fuerza pública.
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