Divididos están tanto exalcaldes como concejales y líderes políticos de Bogotá frente al futuro del Hospital San Juan de Dios.
Algunos rechazan la demolición de la torre central, mientras que otros aseguran que esa alternativa ahorraría recursos y daría paso a una edificación nueva para prestar un servicio de salud pública de calidad.
“A partir de unas reuniones que se tuvieron con el mismo equipo del plan especial de manejo y protección, con la Alcaldía del gobierno Peñalosa y la entrante, se planteó la posibilidad de flexibilizar al máximo la intervención en la torre central, por consiguiente se le presentó al Consejo Nacional de Patrimonio Cultural la posibilidad de que pasara el nivel de intervención de conservación de la torre central de nivel 2 a nivel 3, insisto este nivel 3 permite todo tipo de intervenciones, incluida la demolición”, explica Alberto Escobar, director de Patrimonio de Mincultura.
Y con esto se abrió también un debate político sobre cuál debería ser la mejor alternativa para salvar o restaurar esta torre de 9 pisos.
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Uno de los más desconcertados ante una posible demolición es el exalcalde y ahora senador Gustavo Petro , quien en su administración compró el complejo hospitalario.
“El monumento nacional debe ser es preservado, conservado, ordena la ley. ¿Cuál es el estudio técnico para demolerlo y, aún si hubiera un estudio técnico, que no hay, por qué se van a pasar por la faja la ley?”, dice el senador.
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Contraria a la posición de Petro está la de Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá , quien defiende la demolición de la torre central ya que presenta problemas de sismo resistencia, fallas estructurales y problemas sanitarios irreparables.
“Yo creo que estas son discusiones técnicas, de expertos, y peor, tristemente, políticas. Lo que es cierto para los ciudadanos es que ahí van a tener un hospital nuevo, un súper hospital nuevo, de 320 camas en ese sitio crítico y eso quedó listo, con los recursos, con diseños, con el contrato. Tan estuvimos de acuerdo la administración de Claudia López y la nuestra que ella fue la que firmó el contrato de la licitación que nosotros dejamos con los recursos y demás”, puntualizó Peñalosa.
En el Concejo de Bogotá hay opiniones divididas sobre el tema.
“Ya Bogotá no requiere más discusiones entre sí se va a demoler o no el predio donde está el San Juan de Dios. La torre central, dijo el Ministerio de Cultura, que hay que demolerla y construir una nueva”, dice la cabildante Lucía Bastidas.
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Por su parte, el concejal Diego Cancino se mostró en contra de la decisión: “no hay que derrumbar el San Juan de Dios. Derrumbar el San Juan De Dios es derrumbar un referente simbólico de esta ciudad”.
De acuerdo con el Ministerio de Cultura, la torre central es una construcción adicional en el complejo de los años 50 y no hace parte de la primera fase de la construcción del hospital, ocurrida entre 1914 y 1932, por eso no tiene el mismo nivel de conservación de sus otras 23 estructuras.
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