Hugo Acero, secretario de Seguridad de Bogotá, se sometió a una prueba de coronavirus, pues estuvo en contacto con el funcionario.
El pasado 28 de marzo, las alarmas se encendieron cuando el propio director del Centro de Comando y Control C4 -donde funciona el sistema de vigilancia de la ciudad y la línea de emergencia 123- recibió la noticia de que su conductor personal había sido diagnosticado como positivo para COVID-19, producto de un contagio familiar.
De inmediato, la Alcaldía de Bogotá inició el protocolo de atención, que incluyó el aislamiento del conductor y su círculo familiar. Además, la toma de muestra del funcionario distrital, quien mantuvo contacto directo con los trabajadores de la línea de emergencia desde donde, paradójicamente, se reciben, coordinan y despachan, entre otras cosas, los casos reportados con coronavirus.
“Ayer entregaron los resultados y dio positivo. Inmediatamente con la Secretaría de Salud se dispuso de un grupo de médicos y epidemiólogos que en la tarde visitaron la línea 123, verificaron las condiciones sanitarias que se tienen impuestas en este lugar”, explicó Hugo Acero, secretario de Seguridad de Bogotá.
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Asimismo, se conoció que el director del C4 no presenta síntomas. Autoridades, entretanto, trazan las líneas de contacto para someter a esas personas a las pruebas.
Uno de los testeados fue el propio Acero que, dependiendo del resultado, provocaría que se ampliaran las muestras, pues estuvo el jueves acompañado de altos mandos del Ejército, policiales, tres secretarios de despacho y la alcaldesa Claudia López.
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Acero, sin embargo, envió un parte de tranquilidad en cuanto a que la línea 123 sigue funcionando normalmente.